×Promesas de amor× J.P (adaptada)

•Capitulo 12•

-Vamos Emma, puedes hacerlo bien- dijo la coreógrafa ya que le pise el pie izquierdo a Zabdiel por quinta vez.

La verdad es que no, no podía hacerlo mejor. Esto era un gran logro, quiero decir, solo le he pisado cinco veces el pie, y la canción estaba a punto de terminar. Si yo fuera la coreógrafa ya hubiera buscado un reemplazo, y no es que sea muy difícil. Estoy segura que encontrar a una chica que quiera bailar con Zabdiel una canción lenta sea muy difícil.

La canción terminó permitiéndome liberar de los brazos de Zabdiel. Me senté en el piso y me saque los zapatos de tacón con los que estaba practicando -ya se imaginan el dolor de Zabdiel- mis pies estaban siendo castigados.

-Lo estás haciendo genial- Zabdiel intento darme ánimos, mientras se sentaba a mi lado.

-Chicos, vamos a tenés que pulir esto, aumentaran las horas de ensayos si queremos que salga un baile decente el día del estreno.- nos dijo Anne la coreógrafa mientras recogía los discos del suelo de madera.

No perdí el tiempo y cambie los zapatos de dolor por unos planos, salvando mis pies.

-Yo...

-Hola Bubbles- Joel me levanto del suelo, sin previo aviso, de un solo tirón y me encerró en sus brazos.

Su cabello estaba húmedo, y la esencia de su perfume era reciente. Pegue mi cabeza así cuello he inhale. Su perfume era droga para mí, si fuera por mí nunca me movería de aquí.

-¿Qué tal el ensayo?- preguntó mientras jugaba con cada uno de los dedos de mi mano.

-Creo que el más afectado es Zabdiel- solté una corta risa, y cuando me di cuenta que había mencionado a Zabdiel me sentí grosera al recordar que el seguía sentado en el suelo, con nosotros.

-¿Decías algo de un café?- pregunté mirando a Zabdiel quien se acaba de levantar del suelo.

-Si pero tienes planes, está bien. No te preocupes- dijo sonriente.

-Si de hecho íbamos a ir a...

-A ningún lado- interrumpí a Joel, quien ahora me observaba con el ceño fruncido- un café estaría bien, ¿no Joel?

-Café, genial. ¡Wu!- exclamó, obviamente sin nada de ánimos, y sus palabras sonaron sarcásticas.

{...}

Llegamos al café caminando, para molestia de Joel ya que no quería dejar su auto estacionado en la escuela. Después de mucho tiempo, lo convencí. Y aquí estábamos.

Nos acercamos los tres juntos a la caja, y no sabía cuál de los tres estaba más incómodo que el otro. Si, esto había sido una muy mala idea.

-Hola. ¿Como están? ¿Les puedo tomar su orden?- preguntó con demaciado ánimo la chica que se encontraba en la caja registradora.

-Si, un frapuccino moscca, con doble crema y doble chocolate- dijo Joel, diciendo exactamente lo que deseaba- ¿Quieres algo de comer?- me pregunto.

-No- respondí.

-Yo un capuchino con crema- le extendió un billete de cincuenta dólares el cual la señorita recibió.

-¿Nombres?- preguntó mientras devolvía el cambio.

-Batman y Gatubela- respondió él haciendo que todos los que escucharon, tuvieran una mirada de confusión.

-¿Disculpe?- volvió a preguntar la chica como si hubiera escuchado algo por error.

-Batman y Gatubela. Gracias.

Joel entrelazó su mano con la mía, con una enorme sonrisa en el rostro. Zabdiel observó el enorme cartel de la parte superior, mientras la cajera esperaba pacientemente dándole sus recomendaciones.

-Eres increíble- dije dándole un leve empujón.

-Lo sé- se rió haciéndome reír a mi también. Nos sentamos en una mesa cerca a la ventana de la calle.

-¿Por qué vinimos? Dijiste que después del ensayo podríamos ir al cine. Yo realmente quería ver esa película.- dijo apenas nos sentamos.

-Podemos ir al cine- dije.

-¿Con Zabdiel?- preguntó sin dejar de mirarme a los ojos.

-¿Qué hay de malo?

-No lo sé. Tal vez la idea de que sea tu ex novio, y que yo sea tu novio, ¿te suena?

Cuando Zabdiel regreso a la mesa, la cosa se puso más incómoda aún. Como si eso fuera posible. De un momento a otro, encontrábamos un tema de conversación como los estrenos que acababan de poner el cine. Pero Zabdiel no veía películas, y no estaba nada informado del tema. Y dejarlo afuera sería algo muy grosero. Si hablamos de libros, Joel no sabría del tema ya que había leído muy pocos, probablemente los que envía la escuela cada año. Y no podía dejarlo fuera de la conversación.

Había sido una completa estúpida cuendo se me ocurrió está brillante idea.

-¿Batman y Gatubela?- grito la chica de la barra.

Joel y yo nos levantamos al mismo tiempo y fuimos a recoger nuestras bebidas, con todas las miradas del café sobre nosotros.