Estaba de pie enfrente del enorme rascacielos, cubierto de vidrios por todos lados, vidrios en los que podía ver mi reflejo. Ya estaba aquí. Estaba a punto de cometer una locura enorme, estaba a punto de hacerme pasar por otra persona en una entrevista de trabajo, solo por una razón.
Quería conocer a mi verdadero padre.
Y esta era la única manera, sin quedar como una completa psicópata en busca de dinero.
Había dejado mi mochila detrás de una de las enormes macetas de afuera del edificio. No es que el basurero que estaba cruzando la calle, sea mucho mejor.
Una mano toco mi hombro, haciendo que me girará. Zabdiel estaba en frente de mi con una sonrisa de lado. Y ahí está su gorro de lana. Gorro que usaba la primera vez que lo ví. Lo estaba mirando como una completa idiota, me percate de eso cinco segundo después. Salí de mi trance, y fingí una sonrisa. No es que me den muchas ganas de sonreír cuando estoy a punto de hacer algo ilegal.
-Hola tú- me saludó, para después depositar un beso en mi mejilla. Un hormigueo se quedó en mi mejilla, hasta cuando sus labios no estaban encima de ellas.
-Hola. ¿Tienes el...- me costaba decirlo en vos alta.
-Seh. ¿Aquí es la entrevista?- preguntó mirando el enorme rascacielos.
Sólo asentí con la cabeza, mientras jugaba con mis dedos y miraba el suelo. ¿Realmente podía hacer esto sin morirme de un ataque de nervios antes de entrar a ese lugar?
-¿Estás segura de poder hacer esto?
Levanté la mirada ante su pregunta. Sus ojos marrones me evaluaban con el ceño fruncido.
-Solo son nervios. Puedo hacer esto- dije tratando de convencerme a mi misma, que a él- Me das la...
-Identificación falsa, Emma. No es tan difícil decirlo- se río y una sonrisa se escapó de mis labios.
Abrió la billetera, y sacó de esta una identificación que si no hubiera sido yo quien se la pidió, pude haber creído que era verdadera.
Anna Miller, indicaba que era el nombre de la mujer.
En la foto, una fotografía mi tamaño carnet estaba en ella. Aunque parecía arreglada, dándome más años de edad.
-Gracias Zabdiel- abrí mi billetera y la metí dentro. Había dejado la mía en casa, tenía miedo de que por accidente se caiga la verdadera en frente de la mujer, y que me saque a patadas del lugar. Simplemente prevención.- Adiós.
-Voy a quedarme aquí- dijo haciéndome detener.
-¿Qué? ¿Por qué? No es necesario, lo tengo todo bajo control.
-Es por si algo sale mal, ya sabes, si te llevan a la cárcel alguien debe pagar la fianza- fruncí el ceño ante la idea- Es broma, solo estoy aquí porque quiero estar aquí. Aunque no me importaría para nada pagar tu fianza- dió unos pasos hacia mi- Tu puedes hacerlo.
-¿Como sabes eso? ¿Qué pasa si soy pésima actriz?
-Estoy seguro de que eres una pésima actriz, pero cuando quieres algo lo tienes bajo control.- besó la sien de mi cabeza, y posando su brazos alrededor de mi cuerpo.- Estaré aquí para ti, cuando salgas. Sólo por eso quiero estar aquí.
-¿Puedo abrazarte?- pregunté dudosa, y soñando como una idiota.
Soltó una risa corta, y me estrecho a su cuerpo fuertemente.
-¿Es una clase de pregunta?- dijo.
Inhale su perfume disimuladamente, olía delicioso. No podía detenerme a pensar en lo delicioso que olía Zabdiel, demonios, y tenía que concentrarme y este abrazo no me estaba ayudando mucho.
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×Promesas de amor× J.P (adaptada)
Fanfiction¿Eres lo suficientemente fuerte para soportar la verdad? Emma acaba de descubrir que su vida ha estado llena de mentiras desde haber nacido. No todos los días te enteras que tu supuesto verdadero padre es uno de los empresarios más adinerados del p...