•Capitulo 11•

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-Pudiste ser más amable, el pobre se quedó desilucionado. Él realmente pensó que tenía una oportunidad contigo.-  me respondió Yanelis mientras subíamos a mi departamento.

-Era eso o darle más ilusiones. Tengo novio, ¿lo recuerdas?- dije sacando mis llaves y poniendolas en la puerta.

Cuando entramos al departamento, Joel estaba viendo un partido de fútbol en el televisor. Yanelis se tiró en el sofá arrojando todas las bolsas al suelo. Por suerte, solo habíamos recorrido un par de tiendas más hasta que ella misma se agotó, y pudimos regresar a casa.

-Deberías estar más orgulloso de tu chica, Pimentel. Hoy técnicamente le escupió la cara a un chico muy lindo.- dijo Yanelis haciendo que Joel frunciera el ceño.

-¿De qué hablas?- preguntó curioso.

-Estábamos tomando un café y unos chicos se acercaron a coquetear. Solo faltaba que Emma le escribiera un enorme cartel con la palabra "NO". Fuiste muy malvada.- dijo esa última frase para mí.

Joel se acercó hacía donde estaba y beso tiernamente mi mejilla.

-¿Es verdad?- preguntó.

-No fue nada. Simplemente le dije amablemente que tenía novio.

-¿Amablemente? mi trasero.- Yanelis explotó en risas, al igual que Joel.

-Nunca volveré a ir a una noche de chicas contigo, Yanelis. Es oficial.- dije rodando los ojos.

-Hablando de eso, el chico nunca cancelo la invitación a su fiesta. Podemos ir aún.- recordo Yanelis, sin perder la oportunidad de ir a una fiesta.

-Le dije que llevaría a mi novio.

-A mí me encantaría demostrar lo apuesto que es tu novio.- comentó Joel sin dejar de depósitar besos en mi mejilla.

-Es un plan entonces. Volveré a ver a Dereck, ese chico estaba realmente caliente- comento sacando su teléfono de su bolso.

-¿Tú quieres ir? Digo, si no quieres ir a la fiesta del idiota, está bien por mi. Puedo dejar la testosterona a un lado.

-No, no importa. Ya le dejé en claro que tengo un novio increíble, no hay de que preocuparse.

Yanelis se fue hace una hora más tarde, Joel y yo tuvimos que ayudarla a bajar todas las bolsas que había traído con ella, debido a que si bajaba sola, podría haber caído por las escaleras con bolsas y todo.

Y aquí estábamos ahora, viendo unas de las películas de James Bond, que habíamos visto millones de veces juntos. No había logrado hablar con Yanelis en toda la tarde, y necesitaba decirle a alguien lo que tenía en mente.

-Voy a contactar a mi padre. A mi verdadero padre.- dije haciendo que Joel se volteara sorprendido. Puso el televisor en modo de silencio y me miró.

-Oh... ¿estás segura? Digo, ni siquiera lo conoces.

-Si. Necesito cerrar esa parte de mi vida para estar completamente tranquila.

Y tal vez necesito que mi propio padre sepa de mi. Sepa por lo menos que existo. Sepa que tuvo una hija la cual nunca conoció. Joel sabía que estaba informada de cual era su nombre. Le había mostrado la carta camino a NY, en el avión.

-Sabes que estaré contigo siempre. Sea cuál sea tu decisión.- dijo dándome un apretón en la mano.

-Gracias- dije y lo bese suavemente.

{...}

Abrí mi ordenador en medio de la noche, Joel estaba durmiendo a mi lado, tenía su brazo alrededor de mi cintura. Abrí el navegador cuando si estuvo listo. El buscador Google estaba en mi pantalla, tecleé lo más rápido que pude el nombre de mi padre.

"Jeremy Watyger"

Miles de recortes de diarios aparecieron. En las imágenes siempre aparecía el mismo señor pero con diferentes atuendos. La mayoría de ellos trajes muy elegantes, acompañado siempre de mujeres jóvenes con vestidos largos.

Según uno de los recortes, era un empresario muy adinerado, quien tenía una de las más grandes empresas del país a su poder. Uno de los solteros más codiciados. Eso hacia las cosas más sencillas, no iba a tener tanto drama si llegaba a contactarme con él.

Entra a la página web de su empresa, el número de su departamento de relaciones humanas estaba ahi. Tomé mi teléfono y guarde el número ahí.

Regresé las fotos y  examine una muy de cerca. Tenía su sonrisa y sus ojos. El hombre era muy apuesto, muy apuesto para tener aproximadamente 35 años. En todas las fotos diferentes mujeres lo acompañaban. ¿Por qué una persona iba a querer vivir toda su vida solo y acompañado de dinero? Se sentía tan vacío de solo pensarlo.

Cerré el ordenador, y lo dejé en el suelo. Recosté mi cabeza sobre el pecho desnudo de Joel.

No sabía que esperar. No todos los días descubres que tú padre es el empresario soltero más codiciado del país entero.

{...}

×Promesas de amor× J.P (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora