•Capitulo 21•

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Maratón 1/3

(Capitulo anterior)

-Joel, este hombre que ves es mi padre. Aunque él siga dudando y preguntándose cuando me llevaré todo su dinero.

Joel pasó un brazo protector por mi cintura, entendiendo por fin, poco a poco la situación.

-Como sea, señor Wtyger. No quiero hacerlo perder su tiempo- contesté virando los ojos- mi novio viene conmigo.

-No me gustan las personas en mi casa. Es suficiente contigo creo yo.

-Somos los dos o nada.- lo desafié con la mirada. 

Me viró los ojos y asintió con la cabeza antes de decir- Cada segundo me convences de que eres mi hija.

Rodeó del auto y subió al asiento del piloto. Tome la mano de Joel y abrí la puerta del asiento trasero del Ferrari, entre antes de Joel, quien cerró la puerta un segundo antes de que Jeremy acelerará a toda velocidad y tomará la carretera.

Al hombre si le gustaba la velocidad.

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Esto era enorme. Y eso era realmente una palabra que le quedaba muy corta. Y ni siquiera habíamos llegado a su verdadera casa todavía. Acabábamos de pasar un portón eléctrico de metal, con varios hombres en frente de este haciendo guardia.

Jeremy bajó la venta del auto e inmediatamente, el portón se abrió. Él volvió a acelerar todo lo que quedaba del sendero. Esto podría ser dos parques unidos, por el tamaño que tenía.

Cuando detuvo el auto en frente de una enorme casa, mejor dicho mansión, casi se me salen los ojos de la impresión. Jeremy bajó del auto, cerrando la puerta de golpe. Rodeó el mismo, y subió las pocas escaleras que habían para llegar a la puerta principal, en el mismo instante, dos hombres enormes estaban a su costado, también dos señoras con ropa de servicio.

-¿Qué demonios?- murmuró Joel haciéndome salir de mi sorpresa.

Abrí la puerta, y apenas puse un pie en el suelo, todo el personal de servicio volteó a verme. Jeremy les dió unas instrucciones a los dos gigantes e ingresó a la mansión.

Joel me siguió mientras trataba de seguirle el paso a Jeremy, quien al parecer tenía un problema con los pies, ya que caminaba como si estuviera corriendo en un maratón. Sorprendentemente, el interior de la mansión era aún más bonito. Finas puntitas colgaban de las paredes y todo estaba ordenado y en su lugar. Podía ver mi reflejo en el mármol. Imagínense.

Pasamos varios ambientes de la casa hasta lo que parecía ser la cocina. Y les juro que podría grabarse un programa costoso aquí mismo. ¿Hay algo en esta casa que no sea hermoso? Al parecer nada en absoluto.

-Mira quien está en casa, mi hermano favorito.

Un chico alto entró a la habitación con una enorme sonrisa en sus labios, su cabello era oscuro y estaba corto. Le tomó varios segundos darse cuenta de nuestra presencia en la cocina.

-¿Así que me trajiste compañía?- dijo evaluandome con la mirada, sin ninguna discreción- ¿Pero... él quien es?- con un leve levantamiento de cabeza señaló a Joel. Quien de inmediato pasó su brazo por encima de mis hombros, acercandome a él.

-Su novio- masculló Joel en respuesta.

-No entiendo nada, me traes a una chica a casa que está para...

-Yo que tú, cuidaría lo que vas a decir…- le advirtió Joel.

-Y si puedo novio celoso- terminó la oración, con una mirada divertida.

×Promesas de amor× J.P (adaptada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora