No, no es él... (ClarkJay)

16.- Tal vez...

Jasón se marcha sin dar explicaciones, no espera a que llegue el verdadero Superman, en realidad tienen conflictos el uno con el otro, el hombre de acero no está de acuerdo con los métodos que utiliza para atrapar a los enemigos, tienen sus discusiones de moralidad y realidad, del bien y del mal algo que siempre fastidiaba a Jasón, no desea estar cuando llegue, no quiere que Jono vea la versión de esta tierra de sus "padres" discutir fuertemente. 

Conner les había avisado de que Clark tiene curiosidad, quiere saber más sobre Jonathan, quiere conocer a ese niño y preguntar sobre la madre de este. Antes de irse, Jasón solo se había despedido de la señora Kent, le agradeció por cuidarlo y por prestarle ropa de Conner.

— Oh cariño, no tienes porque agradecerme, ya sabes que estoy para lo que sea.

Ella afectuosamente lo abraza, por extraño que parezca Red Hood se deja abrazar, tal vez porque en realidad necesitaba un cálido abrazo maternal, tal vez en realidad se siente solo, vacío e inexistente. La mujer lo estrecha con fuerza otorgándole un breve beso en la frente cosa que no paso desapercibido para Clark de la Tierra Omegaverse que los observa de lejos y lo ve marcharse en el atardecer de Smaville.

Superman que días antes había estado convaleciente, el hombre de acero de esta Tierra llego esa misma tarde que se marcho el mercenario de la granja, volteo reconociendo ese inconfundible aroma que le atrajo desde que lo conoció, girasoles el suave olor a campo en un niño de ciudad, ese suave aroma que con el tiempo se mezclo con el aroma a cigarro y sangre, sabía que era él aun con la mascará, lo sabía, pero no le dio el interés que en realidad le ocasiona, su urgencia era más, desea ver a ese niño que en otras circunstancias sería su hijo en otra tierra, no tenía palabras exactas para expresar lo que sentía, desde hace tiempo su deseo más ferviente era el de formar una familia. ¿Pero cómo hacerlo cuando su corazón le pertenece a una persona prohibida?

Bruce por su parte está preocupado, tanto por su segundo hijo como por su amigo, no puede dividirse, no puede ir tras su hijo, siempre existe una prioridad, y esta vez Jasón entenderá ya que es por el bien de un inocente, no quiere que esos dos Superman den una pelea en frente del niño, de Jono. Si bien el menor no es débil y ha ganado su afecto, no quiere que observe una pelea titánica, porque es lo que en realidad va a suceder, y aunque el Clark de esta tierra tiene casi la misma edad de Bruce, sabe de antemano el porqué su amigo no se ha establecido emocionalmente con alguien.
Clark Kent de esta tierra es fiel a alguien, que ni siquiera lo hace en su mundo, al menos así lo cree el hombre de acero.
Los dos crecieron de distinta forma, uno educado con amor por los Kent, mientras que el otro dejado a la deriva, madurando desde pequeño, sobreviviendo en las calles de Gotham. Sí, hace años Bruce casi lo asesina cuando se entero que su amigo sentía una atracción por su pequeño y segundo hijo, en aquel entonces, hasta Clark estaba asustado por esos sentimientos hacia el menor, pues Dick era su preferido, su consentido, pero era el afecto de un hermano mayor rayando hasta paternal, pero con Jasón, ese niño impetuoso, que le faltaba al respeto diciéndole en su cara que Batman era mejor, mencionando en cada ocasión cuando Bruce lo llevaba a la atalaya, que el grandote se miraba ridículo con esas mayas azules. Entre Roy y Oliver parecían que le hacían Bulling. El niño no se impresionaba como Dick, eran tan distintos. Jasón parecía más un veterano de guerra que un niño. Pero como dos polos opuestos se atraen sin remedio. Jasón con el tiempo guardo un secreto y en su adolescencia comenzó admirarlo y se prometió que al igual que Bruce procuraría hacer todo el trabajo sucio de la Liga, el menor al mismo tiempo le tenía envidia a Clark por la vida y el amor que los Kent le dieron, quería proteger la esperanza que ese hombre brindaba.