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Jungkook estaba sentado en el suelo con los brazos apoyados al borde de la tasa del inodoro del hospital, estaba vomitando, no podía ingerir nada, todo lo devolvía. Estaba débil y su cuerpo le gritaba ayuda pero ni siquiera podía ver comida por qué quería vomitar, si quiera podía dormir bien, prácticamente estaba arruinando poco a poco su cuerpo.

Regresó al lado de Jimin y con una toalla húmeda limpió el rostro de Park con delicadeza. Durante el acto sus lágrimas no podían evitar recorrer sus mejillas, reprimió las demás lágrimas y siguió limpiando el rostro del pelirosa. Llevaba practimente tres semanas, unos días más y cumpliría la cuarta semana esperando reacción de Jimin. Pero nada.

—Jimin... ¿Puedes oírme? —preguntó sentándose en la silla a su lado —Tenía mucho que decirte pero ¿Ahora que hago? Tú siempre me decías que hacer cuando estoy perdido, de hecho, eras como mi brújula —cerró sus ojos llorando en silencio sosteniendo la mano del pelirosa. —Una vez me dijiste que nunca estaría solo, que mirara a mi alrededor y ahí vería mucha gente que me ama pero yo siempre te veía a ti. Siempre ame verte ahí para mi. Y ahora aquí estoy para ti pero me siento tan imbécil viendote aquí sin moverte... —sollozó —Mierda Jimin, te quiero. Te quiero mucho.

Se quedó dormido por décima vez en el día. La debilidad en su cuerpo se estaba volviendo cada vez peor.

Un pequeño movimiento bastó para que Jungkook abriera los ojos sintiéndose aturdido por el dolor en su cuerpo y la fuerte luz solar.

—Hola —habló una voz que para Jungkook pareció un alucinamiento, se levantó y su corazón casi se detiene. —¿Por que esta aquí...? —Jimin tenía su rostro con algunos moretones y rasguños profundos por lo largo de este. Arrugó el entrecejo al terminar de despertar —¿Por que estoy en un hospital? —Jungkook no pudo evitar sonreír, la mirada de Jimin tenía una clara confusión, pero Jungkook no detalló en ello.

—¡Mierda, Jimin! —gritó el pelinegro abrazando con fuerza al pelirosa quien soltó un gruñido por el dolor. —Llevas dormido casi cuatro semanas ¿Estás bien? ¿Te duele algo? ¡Oh por Dios! ¡Estoy tan feliz que estés despierto! —el pelirosa sonrió incómodo por la situación «¿Quién era ese chico?» Se preguntó mientras el otro le apachurra con sus fuertes abrazos.

—¿Quién... —no quería ser grosero y mucho menos hacer sentir mal a ese chico, pero estaba confundido, su cabeza dolía y con mucho esfuerzo sabía cuál era su nombre —eres? —Jungkook alzó las cejas.

—Tan gracioso como siempre —Jungkook fingió una sonrisa pasando por alto la "broma" de su menor.

—No... En serio ¿Quién es usted? —Jimin bajó la mirada a las intravenosas en sus manos y las múltiples vendas que tapaban casi todo su cuerpo —¿Qué hago aquí? ¿Como llegué aquí? ¿P-por que estoy aquí? —el pelirosa comenzaba a irritarse y las ganas de gritar le invadian, miró a su alrededor y frunció en entrecejo abrumando con la situación. Tenía dolor, tanto que le desesperaba y odiaba estar en una habitación con un total desconocido.

—Jimin, estamos en el hospital central —informó el pelinegro ignorando la primer pregunta.

—¿Quién es usted? —insistió haciendo que a Jungkook se le humedecieran los ojos. —¡Oh! No, no llore, es que... no llore por favor —colocó su mano sobre la mejilla de Jungkook limpiando las lágrimas con delicadeza, como acto de reflejo unido al dolor en su pecho que se instaló al ver al pelinegro llorando —Pero... Debería comprenderme, no se quién es usted, y me abraza y me llama por mi nombre. No tengo ni idea de por qué estoy aquí —dijo apartando su mano ante la quebrada imagen del contrario —estoy realmente confundido.

—Y-yo llamaré al doctor —Jimin asintió con el cuerpo doliendo más que nunca.

Jungkook apenas salió se apoyó contra la pared y se deslizó hasta quedar sentado en el suelo con las rodillas tocando su pecho agitado, no pudo evitar llorar sabiendo que no era una broma. Jimin lo había olvidado.

Amnesia «KooKMin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora