Especial (2/2)

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—¡Papi! —gritó la pequeña Sun Hee desesperada buscando su mochila en su habitación —¡Mi mochila! ¡Papi llegaremos tarde!

Jungkook caminó hacia su hija y la ayudó a buscar el objeto, cuando lo encontraron, la pequeña terminó de desayunar y Jungkook salió al balcón para llamar a Namjoon.

—Hyung, perdón por avisar hasta última hora pero hoy necesito tomarme el medio día, Sun Hee tiene una reunión de padres hoy y Jimin no puede, necesito ir con ella.

—Ni uno buenos días niño mal educado, me preocupan tus hijos.

—Ay hyung por favor.

Namjoon terminó aceptando de todos modos, así que Jungkook entró de nuevo al apartamento y se terminó de poner el saco y acomodar su corbata intentando que el tatuaje en sus brazos y mano no se notara tanto por la estética de la escuela de su hija.

—Vamos princesa.

Aún estaba un poco decepcionado de que la discusión del día anterior no sirviera ni un poco para conmover a Jimin y su trabajo, ya que esa mañana misma, Jimin se había ido muy temprano y no estaría presente en la reunión de la niña. De todos modos, su estado de ánimo no era el mejor de todos después de una semana tan larga de trabajo, pero ver a su niña emocionada por llevar a Jungkook a su escuela era suficiente para hacerlo sentir motivado de seguir el día.

Sus hijos estaban gritando una canción en la parte trasera del auto mientras Jungkook iba conduciendo, Jimin seguía sin llamar o mandar un texto así que empezó a sentirse irritado porque la conversación del día anterior pareció ser solo una tapadera estupida para calmar la ansiedad de Jungkook.

Respiro hondo cuando se estacionó en la escuela y bajo para ayudar a sus niños a hacer lo mismo. Tomó a cada uno de las manos y entró al instituto, las docentes estaban esperando así que soltó a sus hijos pero el niño no se movió.

—¿Que pasa? —Jungkook se puso en cuclillas y miró la cara triste de su pequeño. —¿te sientes mal?

—Papi Jimin no vino —murmuró aferrándose a su mochila —Dijo que vendría y no vino.

Jungkook sintió un remoloneo de culpa en su pecho aún sabiendo que la promesa no la había hecho el si no Jimin, pero ver a su hijo triste igual le daba náuseas hacia su mismo como padre al no poder hacer nada más que abrazar al pequeño y decirle que el estaba ahí en reposición de Jimin.

Pero no podía partirse a la mitad para estar en ambas reuniones al mismo tiempo, ya que sus hijos estaban en diferentes clases. Su hijo era fuerte, así que supuso que estar presente en la clase de su hija sería la mejor decisión.

—Te prometo que te llevaré a comer helado ¿si? De tu sabor favorito. —Jungkook se sintió mejor cuando su niño alzó la vista emocionado y dio saltitos asintiendo.

—Y-Y ¿yo? Yo... yo también, yo yo yo —dijo su pequeña aún tomada de la mano de su docente que esperaba a su otro hijo para llevarlo dentro.

—Si princesa, tú también, ahora vayan y pórtense bien.

Jungkook entró al salón y a pesar de que se sentía un poco acosado por las múltiples miradas sobre si mismo, aún seguía sintiéndose mal y enojado con Jimin, supo que su rostro indicaba lo que sentía cuando miró a la docente sonreírle apenada, probablemente creyendo que estaba enojado con ella.

Minutos después de que la reunión terminara se sentó frente al escritorio de la docente de su hija y se dispuso a escuchar cualquier queja que la mujer quisiera decirle, no recibió más que las noticias, su pequeña no pasaría el nivel educativo y tendría que repetirlo. Jungkook salió algo decepcionado de la escuela con sus hijos agarrando sus manos y en sus hombros las mochilas de los pequeños. No era una sorpresa que La Niña tuviera que repetir, pero era un poco desalentador aún sabiendo que nadie tiene la culpa.

Amnesia «KooKMin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora