Amnesia «KooKMin»

16.1

Flashback

Taehyung apenas tenía 18 años, ni era tan niño ya, así que podía entender a la perfección que pasaba a su alrededor. El chico era como cualquier otro, tranquilo, amable e incluso era coqueto, como todo adolescente. Claro; para la gente a su alrededor solamente.

Taehyung tenía solo a su hermana, sus padres los habían abandonado de pequeños y la mayor tenía que sacar adelante a ambos, Tae ponía lo más de su parte pero el novio de su hermana no se lo dejaba fácil.

Él era un excelente estudiante, le gustaba estudiar, cosa que a su hermana le enorgullece.

Lo malo de todo es que nadie sabía del pobre muchacho escondido en 4 paredes ruidosas de gritos que lloraba por no poder ayudar en nada a su hermana, se sentía inútil e incluso quiso irse de casa para no ser un peso a su hermana pero ella no lo dejó. Lloraba casi todos los días, excepto los días que la mayor se daba cuenta.

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Un día Tae llegó de vagar, cansado de caminar por doquier sin un punto en específico. No tenía ganas de fingir una sonrisa en clases así que simplemente se saltó el día en la escuela. No es como si le hubiera ido mejor en la calle, por qué no, joder, le fue horrible y el temperamento que andaba no ayudó mucho cuando el oficial de policía lo encerró en la sucia celda en la que pasó el día. Tuvo que coquetear con una oficial para que no llamaran a su hermana y así poder salir. No fue difícil pero tampoco le gustó hacerlo.

Taehyung odiaba aprovecharse de los demás.

Al entrar a la casa se escucharon gritos y sollozos apagados de su hermana, se sintió abrumado por la ira y el picor en sus manos por golpear al maldito de su cuñado, jamás había deseado la muerte de alguien como deseaba la de ese mal nacido.

Estaba arto, arto de gritos, súplicas de su hermana; arto de esconderse a tapar sus oídos, era un hombre, uno echo y derecho y no tenía por qué ocultarse en un rincón a llorar sin ayudar a lo único que le queda.

Tomó una botella de soju, de las muchas desperdigadas en el suelo y entró a la habitación de dónde provienen los gritos y la adrenalina subió a su cuerpo al ver como su única familia estaba lastimada Estaba más que decido y le daba miedo él mismo.

—¡Tae ¿Que haces aquí?! ¡Vete! —gritó la mayor pero el castaño ignoró la orden y miró fijamente al tipo prepotente frente a él.

—¿Qué hace este mantenido aquí? —preguntó el hombre y Tae sintió el odio subir mucho más a su garganta.

—¡No volverás a tocar a mi hermana! —gritó Taehyung acercándose para luego apartar a su hermana con cuidado a un lado —Todo estará bien —susurró.

—¿Qué haces pequeño? Vete, yo solucionaré esto, estaré bien. —dijo la mayor con lágrimas en los ojos.

—No, no me iré.

El hombre mayor tomó a Taehyung del cabello y lo tiró contra la pared mareando al chico.

—¡Vete de aquí! No es asunto tuyo que tú hermana sea una zorra barata. —Taehyung colapsó y ni siquiera pudo reconocerse a sí mismo apartir de ese momento.