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3 semanas después.

Jungkook ya estaba por volver a su apartamento. Agradeciéndole al cielo o a quien sea que por fin saldría de esas paredes blancas, aunque no quería volver a su hogar pero no tenía más donde ir. Jimin no había aparecido y Jungkook tuvo que llorar por varios días para darse cuenta que tenía que seguir adelante.

¿A quién quiere engañar? En el fondo esperaba volver a ver a su pelirrosa y abrazarlo, robarle besos pero eso sería una realidad alternativa. En esta realidad estaba con los ojos hinchados, solo, empacando las pocas pertenencias que había ocupado en el hospital.

Hoseok llegó con una sonrisa de oreja a oreja que contagió al contrario.

—¿Por qué sonríes tanto? Me molesta —dijo Jungkook aún más deprimido que antes.

—Taehyung ahora es mi novio —celebró intensificando aún más su sonrisa. El rostro de Jungkook se desfiguró en molestia y repulsión.

—¿Es en serio? —Hoseok se arrepintió de haber soltado la noticia, había olvidado el odio que le tiene a Tae aunque ahora que el pelirrojo era su novio quería defenderlo a toda costa, aunque eso signifique defenderlo ante Jungkook.

—Si. —totalmente serio y centrado miró a los ojos a Jungkook. —¿Qué opinas Kook? Él me gusta —el azabache asintió tratando de asimilar la noticia.

—¿Qué qué opino? ¿Acaso importa? —preguntó, la tristeza y depresión no le dejaban ganas de discutir, estaba cansado de ir contra la corriente. Aprendió que no se logra nada. Quiso ir contra la amnesia de Jimin y ahora se encontraba al borde del abismo, quizás hasta ya estaba dentro del abismo y no quería admitirlo.

—No digas eso. Sabes que es importante.

—¿Sabes la historia completa de él? —Hoseok negó. —Deberías saberla, ese chico está mal y se niega a aceptarlo. Jimin quiso ayudarlo, fueron novios, el Imbécil tuvo lo que yo no y lo destrozó todo. —el pelinaranja frunció el entrecejo molesto. —Pero a mí no me toca decirte eso. Es a él —terminó de guardar sus pertenencias y levantó la mochila. —¿Me llevas a casa?

Pasado unos minutos el auto de Hoseok se apaga frente al edificio donde Jeon vive. Se despidió de su amigo y salió del auto. Quería vomitar, sentía la comida venir a su garganta al sentirse solo y abandonado. No sabía que estaba haciendo con su vida.

Se metió al elevador y apretó el botón de su piso. Esperó paciente hasta que las puertas se abrieron. Caminó a paso lento hasta la puerta de su apartamento. Los doctores dijeron que tenía que tener a alguien que cuidara de él, no podía caminar muy rápido y tampoco podía hacer las cosas domésticas por sí solo. Pero no tenía a nadie que cuidara de él.

Abrió la puerta de su apartamento y dejó los zapatos en la entrada. Bostezó repentinamente cansado y abrumado por el sueño.

No detalló en el asfixiante olor a cloro, miró a su alrededor y el lugar estaba demasiado limpio, mucho, él tenía semanas de no ir a casa y su primer pensamiento fue Hoseok. Porque Jimin era el segundo, pero no podía ser así.

Escuchó ruidos provenientes de su habitación y sintió miedo, jamás se habían metido a robar en su apartamento y ¿Porque demonios ahora estaba muriendo de miedo? Ahora estaba recién operado, quizás no tan recién pero sabía que no podía defenderse. Quizás hasta el ladrón podía apuñalarlo y podía morir. Sería buena idea.

Tomó aire y entró a su habitación, encendió la luz y un aire helado le golpeó el rostro. Quería llorar y gritar pero era un maldito hombre, debía dejar de ser tan débil, tan estúpido. Debía enfrentar su realidad y decirle a Jimin que no quería seguir siendo su juguete.

Amnesia «KooKMin» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora