Amnesia «KooKMin»

Especial (1/2)

El porte de Jungkook indicaba que estaba tenso mientas se apoyaba en el borde de la puerta de la habitacion de su hija, cruzó sus brazos y miró a su pequeña de seis años dormir placidamente en la cama que el mismo se encargó de pintar junto a la niña. Por un instante sonrió y se quedó observando a la pequeña hasta que suspiró despertando a la niña de su ligero sueño.

—Papá... —susurró la niña viendo levemente la figura de su papa, sin embargo, estaba demasiado cansada volviendose a dormir unos segundos despues.

Jungkook medio sonrió y caminó hacia el balcón del nuevo apartamento en el que estaban viviendo, sacó un cigarrillo de su chandal polo y lo encendió con el encendedor que había tomado anteriormente de su escritorio. Encendió el cilindro objeto en sus labios y aspiró para luego separarlo de sus labios.

Había pasado años desde que Jungkook se sentía abrumado, probablemente desde que habían adoptado a sus hijos. Pero nuevamente la sensación de ansiedad estaba nefastamente acentuada en su vientre.

Terminó el cigarrillo y lo aplastó contra el suelo para apagar la colilla, se enderezó y apoyo sus codos en los barrotes del balcón.

No podía decir que su matrimonio no iba bien porque estaría mintiendo pero sus hijos notaban algo que él también lo hacía. Jimin pasaba tanto tiempo en su academia de baile que ni siquiera notaba que tenía una familia. Jungkook no tenía problemas con que Jimin fuera a ese lugar, mucho menos con que diera sus clases pero si con que gastara su tiempo en horas extras sabiendo que no las necesitaba.

Probablemente todo se resolvería si Jungkook hablaba y solucionaban sus diferencias pero en los últimos meses Jungkook se sentía demasiado desanimado como para presentarle a Jimin sus incomodidades, quedándose a solas con sus hijos los días que Jimin llegaba demasiado tarde como para al menos cenar con ellos.

Además, Jungkook se había encargado por sí solo sobre los problemas que su hija estaba teniendo en la escuela, Jimin ni siquiera sabía el problema de aprendizaje de su niña, cosa que deprimía aún más a Jungkook. Sin embargo, Jungkook no quería que Jimin sintiera el mismo sentimiento de preocupación que el tenía en su pecho. Odiaba ver a Jimin preocupado.

Sintió su cuerpo tensarse levemente al sentir los delegados brazos de su esposo rodearle la cintura y la mejilla cálida apoyarse en su omóplato.

—¿Que haces despierto? —preguntó Jimin, su voz aún demasiado adormilada como para formular algo en un mayor tono de voz.

—Pensando —respondió Jungkook en voz baja dando vuelva para abrazar a Jimin —Hace frío aquí afuera, podrías resfriarte —Jimin se encogió de hombros abrazando más el fornido cuerpo de su esposo.

—Tu saliste sin camisa —acusó Jimin calentando a Jungkook —Podrias enfermarte.

—Quizas así logro que estés en casa al menos más temprano en la noche —Jungkook lo tomó en sus brazos y lo llevo dentro de la casa, llegando al sofá y sentándose en este con Jimin encima de él.

—¿Pasa algo malo? —Jimin se acurrucó contra el pecho de Jungkook.

—¿Quieres hablar de ello? —preguntó Jungkook dispuesto a abrirse lo suficiente como para que Jimin entendiera su preocupación. Su esposo asintió así que Jungkook suspiró e intento empezar por lo menos preocupante —¿Por qué pasas tanto tiempo en la academia?

—No lo se, me gusta y lo sabes ¿por qué?

Jimin miró en el rostro de Jungkook la preocupación pintada como en un recuadro, lo cual al instante lo preocupó también.

—¿Hay algo malo con los niños?

—Mejor no hablemos de esto Jimin, estoy cansado y mañana tengo que entrar temprano al trabajo. Además, tu seguro entras temprano ¿será que puedas ir al menos a dejar a tus hijos a la escuela?