Charla de hermanos

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Poco a poco Eclipse se dejó caer completamente sobre la cama, sus piernas aún dolían y cualquier movimiento que hiciera las dañaría, lo cual le provocaría un dolor intenso del cual preferiría no hablar. Realmente seria vergonzoso saber que está a punto de llorar cuando una sabana la rosa o incluso cuando una mosca llega a mover sus patitas malévolamente sobre ella.

La castaña soltó un gruñido y extendió sus manos hacia adelante, pidiendo misericordia por el tipo de martirio que estaba sufriendo. Era un tanto dramático, estaba consciente de ello, pero estar encerrada en una habitación de enfermería por más de dos horas, completamente sola y con la duda sobre las ultimas palabras de Natasha, realmente era algo insoportable para la chica. Hablando de que era una total fan psicópata, era, en cierto punto, razonable.

Justo antes de comenzar a cantar las típicas canciones infantiles tan pegajosas para tratar de entretenerse un rato, Eclipse sintió la sensación de ser observada desde algún lugar, como si de alguna manera la estuvieran espiando. La chica se mordió el labio con emoción. Había leído demasiados fanfics de Loki como para que su cerebro comenzara a pensar en situaciones como él espiándola o él apareciendo mágicamente frente a la camilla. Todas tan posibles e imposibles a la vez. Tomó una gran bocanada de aire y contó hasta tres para mirar a la puerta, que era de donde sentía que provenía aquella mirada. Con dificultad murmuró el último número y movió su cabeza al puro estilo exorcista, dándose de golpe con una cabellera rubia y unos destellantes ojos azules.

Mierda.

No era que no le agradara Thor, sino que realmente esperaba que fuera una persona totalmente diferente a él.

Eclipse lo observó a los ojos durante unos segundos mientras soltaba una risita. El rubio se encontraba en una posición de lo más adorable: su cuerpo se encontraba detrás de la puerta de cristal, asomando solamente parte de su cabeza, y sus grandes manos se aferraban a el cristal. Ella no pudo evitar imaginarse a los pequeños dibujos que las fans solían hacer de él, haciéndolo más adorable y tierno de lo normal, pues en esos instantes era exactamente igual a ellos.

Finalmente, Thor parecido notar que Eclipse se percató de su presencia. Soltó una sonrisa nerviosa y elevó su mano, saludándola con ella. Ella correspondió al saludo con alegría, porque bien podría estar esperando a otra persona, pero aún así era Thor, y seamos sinceras, ¿Quién no se emocionaría al verlo?

—¿Le importaría si entro, Lady Eclipse?—La chica negó con la cabeza emocionada por su forma tan formal de tratar a las personas. Thor sonrió y completó el proceso de entrar a la habitación, mientras que ella miraba confundida como la puerta se abrió ante él y se volvió a cerrar cuando entró. Ahí se fue su oportunidad de escapar.

—Puedes tomar asiento en la silla, si quieres—Thor caminó hasta tomar asiento en la silla, la cual se veía bastante pequeña a comparación de él, haciendo que Eclipse soltara una risita—Por cierto, Thor, puedes tutearme. Me siento extraña cuando me hablas así.

—Claro que sí Eclipse—Ambos sonrieron y se miraron durante unos segundos, hasta que ella desvió la mirada. Generalmente Eclipse es una persona que no soporta mirar mucho a los ojos, y mucho menos con una mirada tan penetrante como la que el rubio poseía.

—¿Y a qué se debe tu visita?

—Me enteré de que sufriste un desmayo al salir de la celda de mi hermano, así que vengo a disculparme.

—¿Disculparte?—Eclipse frunció el ceño y se enderezó en la camilla, ¿Disculparse? ¿Por qué tendría que disculparse?

—Sí, disculparme—Reafirmó con una mueca—Me temó que el culpable de tu desmayo fue mi hermano, Loki.

El universo alternoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora