Un pequeño pero agudo dolor recorrió las piernas de la chica cuando esta se disponía a caminar. Soltó un quejido y aminoró su paso, concentrándose en sujetarse de las paredes para evitar caer. Los agentes que pasaban con prisas por los pasillos le daban miradas de preocupación. La apariencia de Eclipse siempre fue bastante tierna, por lo que inevitablemente llamaba la atención sin siquiera desearlo. Algunos se ofrecieron a ayudarla, pero ella se negó.
—Muchas gracias, pero puedo hacerlo sola—Una cálida sonrisa era suficiente para convencerlos de que todo estaba bien.
Cuando no era así.
Nuevamente, sus piernas la estaban matando y le costaba demasiado caminar, pero era lo bastante orgullosa como para pedir ayuda. Sabía que, si lo hacía, ellos la llevarían a su habitación, arruinando sus planes de visitar a su malhumorado amigo.
Eclipse esbozó una sonrisa de satisfacción cuando miró la puerta de metal con una gran advertencia en ella. Pensó que cualquier persona en su sano juicio hubiera ignorado la puerta para seguir con su camino, pero ella no veía peligro alguno en esa puerta; veía admiración, consuelo, magia, paz.
Se deshizo de los soldados que custodiaban la puerta mintiendo acerca de que Natasha los solicitaba urgentemente. Ellos, creyendo o no su mentira, salieron disparados de ese pasillo, sin importarles que el lugar quedara desprotegido.
Eclipse abrió la compuerta con bastante dificultad, maldiciendo lo difícil que eran poder avanzar. Una vez dentro avanzó por el corredor a mayor paso. La emoción de verlo tenía el poder de sanar todos sus dolores y traerla de nuevo a la vida.
Su mirada chocó de golpe con unas bellas esmeraldas que la miraban atentamente sin perderle de vista. Su corazón dio un vuelco tal cual lo haría el de una niña. Avanzó hasta estar frente de la celda y por unos segundos ambos se miraron a los ojos.
Sus miradas estaban pegadas unas a las otras, como si trataran de comprender el por qué estaban ahí, buscando una razón de su encuentro. Un momento que duro ciertamente menos de un minuto, pero que se sintió como toda una eternidad. Ya no existía el dolor, o el sentimiento de venganza. Simplemente eran ellos.
La respiración de Loki se había disparado, su pecho subía y bajaba con rapidez, su labios levemente entreabiertos y sus brillantes ojos mirándola fijamente eran un claro signo de la sorpresa que le había causado aquella chica. Sus manos detrás de él escondían el pequeño peluche de él mismo.
—Volviste...—Un pequeño murmuro salió de los labios del príncipe. Eclipse sonrió con delicadeza y asintió sin decir palabra alguna. En su mente, quería disfrutar el momento un poco más, y no quería arruinarlo—. ¿Por qué?
¿Por qué había vuelto? ¿Por qué tenía que preguntarle algo a lo que no tenía respuesta? Su comportamiento no había sido el mejor cuando se vieron por primera vez; no existían motivos para regresar a ese lugar. Sin embargo, Eclipse era demasiado ingenua para ver eso.
—Quería verte de nuevo—Dijo sin más. En la manera más sencilla que pudo haberse expresado.
—No debiste regresar—Habló con dolor, recordando la conversación que anteriormente había tenido con su hermano.
—No comprendo por qué dices eso—Eclipse era tan solo una niña, la cual aún no podía notar cuando debía alejarse o no; un defecto para muchos y una virtud para otros.
—Es qué acaso olvidaste como te traté aquella vez, como soy capaz de asesinarte en tan solo unos segundos, como conquistaré tu mundo, como... como soy un monstruo.
—No eres un monstruo.
—¡Soy un maldito monstruo! ¡¿Qué no lo puedes ver?!—El grito provocó que la chica diera un pequeño saltó.
—No eres un monstruo—Reafirmó confundida.
Loki estaba abriéndose ante ella. De alguna manera había logrado descubrir una faceta nunca vista. El príncipe que planeaba conquistar su mundo había desaparecido para dar paso a un joven chico con el corazón roto.
—Entonces ¿Por qué todos me han rechazado? ¿Por qué han preferido a Thor todo este tiempo? ¿Por qué... por qué me odian?—Sus palabras estaban repletas de dolor por todos lados. Estaba desahogándose de todo el dolor acumulado que sufrió.
—Eso no es cierto, hay muchas personas que lo quieren. No porque una persona te haya hecho daño significa que todas lo harán.
—¡No mientas!... no mientas.
—No lo hago.
—¿Por qué insistes en tratarme de esta manera?
—Porque habrá personas que te rechacen, te odien, o te deseen las peores cosas. Créeme, porque las hay, pero me importa un carajo lo que ellos piensen, lo hayas hecho, o lo que estás por hacer. A mi me importa el verdadero chico que está detrás de toda esa mascara de superioridad, el chico que ha sufrido todo este tiempo.
Loki dejó de gritar para escuchar atentamente las palabras que Eclipse tenía para decirle. A este punto ella estaba llorando en silencio, sintiendo con empatía el dolor que el estaba sintiendo.
Loki pareció perder las fuerzas para estar de pie, lentamente retrocedió hasta que su espalda tocó el vidrió. Sus piernas dejaron caer su cuerpo hasta el suelo. Su mirada estaba perdida en un punto fijo mientras las lagrimas seguían cayendo.
—Thor tenía razón—Una cálida mirada por parte del muchacho se dirigió hacia ella—Te pareces tanto a madre.
Eclipse sonrió entre lágrimas. Nunca había sentido una sensación tan grande de tranquilidad hasta ese momento. Parecía que todo iba a estar bien desde ese momento. La tormenta finalmente había terminado y Loki parecía estar en paz por primera vez en muchos años.
—Nunca podré llegar a parecerme a una hermosa mujer como lo es tu madre—Ambos sonrieron—. Simplemente soy una midgardiana un poco masoquista.
Loki soltó una risa limpia, libre de cualquier sentimiento de maldad o burla. Fue corta, pero fue suficiente para que Eclipse notará que lo había logrado. Finalmente podría curar su dolor.
—Pocas veces digo esto, pero lamento haberte tratado de esa manera. Me gustaría volver a comenzar todo esto, quiero que al menos alguien conozca quien realmente soy.
Eclipse sonrió mientras sentía su llanto aproximarse. Estaba feliz por el. No podía pedir nada más.
—¿Amigos?
—Nunca he tenido uno—Susurró asustado.
—Yo tampoco, pero siempre hay una primera vez para todo.
El sonrió.
Y ella lo acompaño.
—Amigos.
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El universo alterno
FanfictionEclipse es una joven con una vida demasiado aburrida y bastante común, pero, ¿quién lo diría? Ella, una más de las miles de fans que idolatran al universo cinematográfico de Marvel tiene la oportunidad de viajar a su universo, justamente situada en...