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Caminaba sin el ánimo suficiente como para seguir con su natural sonrisa, estaba harta del rumbo que había tomado, las calles insípidas, casi destruidas con los edificios  nada de colicionar sobre la gente, la hambruna, las amenazas de otra bimba nuclear, la lucha constante por el agua potable, la poca ropa que existía para vestir abrigados, las tiendas en quiebra, el dinero dejando de tener valor, los gobernantes pidiéndoles que tuvieran paciencia, los muertos diarios, las noticias que dejaron de ser interesantes y se llenaron de desgracia, los robos, las armas clandestinas, la droga a precios exuberantes, las pocas ganas de vivir, los suicidios en masa, la poca fuerza de voluntad, el derrame de lágrimas por la incertidumbre de permanecer camino a un futuro incierto, el sufrimiento de los padres que sacrifican a sus hijos con tal de no verlos mendigando, la desgracia de la humanidad, aquella desventura que no podían imaginar, el mundo estaba de luto, ya no había nada factible por lo cual luchar, día con día sus ganas de sonreír se iban. Se esfumaban tal y como lo había hecho él. 

Hace casi más de un mes que no lo veía, hace tanto tiempo que no escuchaba su voz y aunque lo acabará de conocer en su interior sentía el vacío de su partida. De una chica tímida con ganas de crecer y seguir luchando se convirtió en un alma desdichada incapaz de encontrar descanso. Se culpaba y al mismo tiempo se preocupaba, la vida no fue fácil y ahora con las dificultades del mañana creía que nuevamente había sido abandonada. 

Nada la preparaba, estaba sola, asustada y por completo dolida, se enamoro o al menos eso creyó, Hoseok no dio señales de vida después de su encuentro que termino en la cama, estaba segura que sólo fue utilizada, lloraba por ser tan estúpida y haber confiado en un completo extraño. Estaba tan bien sin él pero como toda mujer deseo estar en los brazos de un buen hombre que la cuidara y la alimentara con cariño constante.

Confió en su promesa de verse al día siguiente pero no ocurrió y a estas alturas sabía y estaba completamente convencida de que jamás lo volvería a ver, pero estaba bien porque lo superaría, si sobrevivía miraría al pasado y se daría cuenta que ese maravilloso joven que la había hecho tocar el cielo con tan sólo una caricia no valía la pena. 

Pero ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo olvidarlo ahora que estaba consciente que esperaba un hijo de él? No podía traer a un niño a un mundo que estaba completamente destruido pero tenía miedo, su corazón no le permitía pensar en perderlo, era una cobarde y sólo terminaría por equivocarse más, su vida estaba a punto de ser pisoteada por algo que ni siquiera imaginaba que existía. 

Tzuyu entendió que la vida es una desgracia y que para ella ya no existía un mañana. 

Herederos Del Olimpo "Yoonmin, KookV, Namjin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora