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Yoongi lo sabía, estaba seguro de que en cualquier momento caerían por la falta de energía, el poder que estaban utilizando para volver más poderosas sus armas estaba mermando su vida, en cualquier momento perderían la capacidad de seguir en pie, a lo lejos veía como Jimin estaba respirando erráticamente al no ser capaz de poder eliminarlos a todos. Deseo ir a ayudarle pero no era como si pudiera simplemente irse, estaba rodeado, con los ojos por completo negros veía las horrorosas criaturas mover sus armas como si estuvieran esperando a aplastar un ratón. 

-Debí sacar a pasear al perro-susurro riendo para sí mismo -De qué me sirve tener tan bonitas mascotas si no puedo sacarlas del abismo 

Hizo una mueca de disgusto al verse en aquella situación, sin duda golpearía duro a Hoseok si es que lograban salir vivos de ahí, suspirando tomo albas espadas que se llenaron de un ligero brillo negro, las almas que estaban alrededor del campo absorbiendo dieron un grito de lamentación, estaba mermando la energía que estas acumulaban, ese era su secreto, las almas no sólo le ayudaban a acabar con los demás sino que eran su bodega.

Jimin comenzaba a cansarse de atacar, era bueno en lo que hacía, fue entrenado desde niño y por un padre que carecía de compasión y cariño, arremetía contra el enemigo con elegancia y sadismo, el fuego en su sangre quemaba al intentar mantener su arma repleta de poder. Al igual que su padre podía hacer padecer a alguien con sólo mirarlo a los ojos, pero estaba a un punto en donde sus ojos solamente veían sombras, dioses o no, no eran como sus padres, su debilidad era factible, cometieron un error y lo sabía. A su alrededor los enemigos que eran tocados con su espada explotaban liberando un horrible hedor, la sangre manchaba su blanca armadura y la máscara de gas que ocultaba su rostro le ayudaba a no absorber su propia enfermedad, pero entre más luchaba el aire escaseaba en sus pulmones. 

SeokJin sentía un pequeño tirón en su hombro derecho, era probable que estuviera dislocado por la caída que se había llevado a intentar evadir el ataque de uno de esos monstruos alados, no paraba de atacarlos, eran demasiados y aunque sus lanzas eran infinitas los muy desgraciados comenzaban a entender la manera en que atacaba y estaban jugando con su paciencia, a lo lejos miro como Taehyung caía de rodillas

-¡Taehyung!-gritó con todas sus fuerzas 

Regla numero uno en combate, nunca te distraigas de tu objetivo. Fue tarde cuando sintió las garras afianzarse en su espalda al ser levantado 

El tiempo se paro.........

























-¡Déjame salir!-farfullo entusiasmado y al mismo tiempo molesto 

-No...no puedo-susurro tratando de levantarse pero sus débiles piernas no se lo permitían 

-¡No seas cobarde! es el momento de demostrar que eres más que un maldito niño-se acercó hasta quedar enfrente de él-Morirán  

Negaba, no estaba dispuesto a escuchar lo obvio. Cerro los ojos con fuerza tratando de volver a la realidad 

-Namjoon morirá al ser atravesado con una espada, SeokJin caerá cientos de metros hasta el suelo rompiendo su cráneo, Jimin se asfixiara, Yoongi será comido por sus propias almas, Hoseok se sacrificará para salvar a Yugyeom quien será tomado por un gigante y aplastado en la arena-sonrió -Y Jungkook-abrió los ojos al escuchar el nombre-Intentará llegar hasta ti y será apuñalado por la espalda 

-¡No, no mientas!-gritó con furia 

-¡No tengo porque mentirte estúpido Dios!-bramo con fuerza-¡Déjame salir! 

-Si lo hago no podre detenerte 

Su ser oscuro negó soltando una carcajada-No te has dado cuenta que él que tiene el poder aquí eres tú

Le volvió a tender la mano con una invitación silenciosa pero atractiva, si la tomaba podría salvar a todos pero también existía el riesgo de que la oscuridad lo consumiera y que al final sus mano se mancharan con sangre inocente, pero ¿Qué otra opción tenía?

Cerrando los ojos tomo la fría mano...



















Despertó tomando una gran bocada de aire, el tiempo volvió a correr, vio el hacha a escasos centímetros de su rostro, sus manos cosquillearon hasta que tomo la katana y detuvo el impacto, se puso de pie y pateo a la bestia en las costillas, cuando la lanzo al suelo le atravesó el corazón, sintiéndose vivo por primera vez en su vida. 

La energía recorría su cuerpo, si cerraba los ojos estaba seguro de que podría verla llegar hasta el más recóndito rincón, miro al cielo, faltaba poco para que la luna apareciera, estaban en el tiempo de Tanatos, cuando el sol ocultara su faz y la luna se alzara él lideraría la batalla. 

Sus ojos completamente oscuros miraron como el pájaro gigante subía a SeokJin, era el momento, con el poder emanando de sus poros repitió lo de aquella noche, no era tan fuerte puesto que el eclipse no había despertado pero sería lo suficientemente útil como para mantenerse en la pelea por el tiempo necesario. Pensando en cada uno de sus aliados les lleno de poder. 

Cada uno de ellos sintió como sus fuerzas se intensificaban, Jungkook sonrió al reconocer la energía que cargaba su cuerpo, Jimin respiro con normalidad mientras a cada paso que daba nuevos enemigos desaparecían al compás de su espada. 

SeokJin en el cielo temeroso de caer al vació sintió su poder nuevamente intacto, sonrió con confianza al ser lanzado, forzó sus músculos, cayendo con estilo, una vez que sus pies tocaron el sueño rodó hasta recuperar su arco, con determinación comenzó a lanzar, teniendo éxito en sus tiros. 

Yoongi dejo de succionar sus almas para comenzar a llamar a los verdaderos monstruos que habitaban el Tartaro. La tierra se abrió dejando escapar las serpiente del laberinto, aquellas que con su veneno letal paralizaba a sus victimas, tuvo que cerrarlo antes de despertar a las criaturas que no podía controlar, sería el hijo del dios del infierno pero no era el rey. Maldijo a su padre en esos momentos ¿Donde estaban?

Con el sudor recorriendo sus cuerpos, las manos enrojecidas por la fuerza con la que tomaban las armas y el corazón latiendo con rapidez, dieron todo de ellos mismos, era el último ataque, estaban seguros que ganarían, la adrenalina que recorría su cuerpo les había llenado de un sentimiento eufórico que los bañaba de invencibilidad. 

Taehyung usaba la Katana como si fuera un experto, como si los años sin entrenamiento no hubieran marcado la rigidez de sus músculos, con una sonrisa similar a la de los hijos de la guerra comenzaba a disfrutar tener el rostro repleto de sangre enemiga. Namjoon lo observaba de soslayo, sea lo que fuera que había pasado ese ya no era Taehyung sino una extensión más aterradora del amable muchacho. 

Los ocho chicos sintieron como el poder incrementaba al máximo, el sol estaba por esconderse dando paso a la luna llena. Tanatos sonrió su momento en la batalla había comenzado....



Corto pero bonito ajjajajaja  









Herederos Del Olimpo "Yoonmin, KookV, Namjin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora