Amor Real (Terminada)

Capitulo 2

Guillermo.

- ¿Entonces irás?

Miro a Isabella, es muy atractiva, al igual que sus amigas, aunque ella destaca, claro. Sonrío.

- Claro. Ahora debo marcharme, tengo que localizar a Camila.

- La vi hace unos minutos en la cafetería hablando con Raúl. ---dice Clara---

- Ahh, vale, gracias. Nos vemos en la noche.

Me despido de cada una con un beso en la mejilla y me marcho. Subo las escaleras y continuo caminado en dirección recta, doblo a la izquierda y ahí está la cafetería. Entro. Está vacía, a excepción de una persona, aunque me da la espalda, inmediatamente reconozco ese cabello oscuro.  

Me acerco a ella.

- ¿Que haces aquí? ¿no te hace falta aún una clase para finalizar?

Ella no responde ni tampoco se vuelve en mi dirección. Me acerco más y me siento a su lado, sigue sin mirarme.

- Cami, ¿es que me he vuelto invisible y lo ignoro? ---bromeo---

Ella no se ríe, no me mira. Hago una mueca, algo le sucede. Tomo su rostro con suavidad y hago que me mire.

Su rostro está lleno de lagrimas y sus ojos enrojecidos.

- Que sucede, ¿por qué lloras?

Ella se limpia las mejillas con el dorso de la mano y se encoge de hombros.

- Nada.

¿Que no le sucede nada? ¿como que no? Ha sido uno de esos idiotas de seguro, como esté llorando por uno de esos incultos se la verán conmigo.

- No me mientas, Camila, ¿que sucede? ---inquiero con seriedad---

Ella me mira y las lagrimas vuelen a inundar su rostro en menos de quince segundos. Me acerco más a ella y la abrazo.

- Vamos, Cami, cuentame que pasa.

Ella vuelve a limpiarse las lágrimas. ¿Que le pasa? Clara dijo que la había visto hablando con Raúl, ¿tendrá sus lágrimas algo que ver con él? Espero que no, porque a él no puedo golpearlo. Aunque ya lo he hecho, pero esa vez no cuenta, aparte, él seria incapaz de hacerla sufrir.

- Raúl ---dice con voz entrecortada---

Solo hay una razón para que el nombre de mi mejor amigo salga a relucir entre su tristeza, solo hay un motivo en el que él podría hacerla sufrir.

- ¿Le has confesado lo que sientes?

Ella asiente, mientras las lagrimas bajan por su rostro con premura.

- No te ha ido bien.

- No.

Por razones como esta me alejo del amor, por estos motivos prefiero divertirme y pasarla bien. Enamorarse es un suicidio. Poso mis manos sobre su rostro y con suavidad limpio sus lagrimas con mi pulgar.

Tantos hombres peleándose por tener su atención, tantos hombres queriendo hablarle de amor y ella enamorada del único que no puede corresponderle. Así es el amor, una voluntad indomable.

- La princesa llorando por el único a quien no puedo romperle la cara.

Ella me mira y una sonrisa asoma por su rostro. La sonrisa que enloquece a más de un plebeyo y enamora hasta a un rey.

- Ya lo has hecho.

Me encojo de hombros.

- No era mi mejor momento.