- Muy bien ---dice Mairena deteniendose frente al hotel---
Asumo con algo de nostalgia, que la tarde para nosotros dos ha terminado. Me desabrocho el cinturón de seguridad.
- Muchas gracias, Butter
Ella sonríe levemente, y una fina arruga cruza su frente.
- De nada ---dice y se queda en silencio unos segundos mientras juega con sus dedos--- Raúl ---dice alzando su mirada--- disculpame por lo que ocurrió ayer en mi casa, sé que no me comporte de la mejor manera, y...
Sonrío y le resto importancia.
- No te preocupes por eso, bella butterfly. Yo no te voy a forzar a decir algo que tú no quieras, solo espero que en algún momento puedas confiar en mi lo suficiente como para compartirme lo que te ocurre. ---admito---
Ella se pone rígida e intenta apartar la mirada, pero tomo su rostro entre mis manos y no permito que lo haga.
- No importa el tiempo que tenga que transcurrir, yo esperaré lo que sea necesario. Pero quiero que comprendas que en verdad me gustas, que me encantas, me fascinas.
Ella no dice nada en un largo tiempo y luego me toma desprevenido; se quita el cinturón y me abraza.
Mairena
Él me rodea con sus brazos y me siento protegida, tranquila, serena, en paz. Tenia razón, se con certeza que los miedos que sentía cuando apareció Raúl eran reales, el tío es un peligro. Pero todos sabemos que no se puede luchar en contra de lo que florece en nuestro interior, simplemente es un caso perdido; tarde o temprano termina alcanzandonos.
Sé que será así, lo noto en mi interior, aunque lo he intentado impedir todo este tiempo, un sentimiento ha empezado a crecer en mi interior, ¿que es esta sensación de estar volando cuando estoy con él? ¿por qué no logro sacarlo ni un segundo de mi cabeza? ¿es amor? No, me niego a aceptar que me he enamorado, eso no es posible, es una locura, yo no estoy enamorada, solo es cariño de amigos y admiración, si, eso es.
Muchas preguntas se aglomeran en mi mente, pero una en especial, lo miro con curiosidad.
- ¿Por que yo? ---susurro en voz baja--
Él se aleja un poco de mi, lo suficiente para poder mirarme a los ojos. Sonríe con ternura.
- Porque solo a ti puedo verte, todos mis sentidos están puestos en ti.
Tenerlo así de cerca me hace perder, desenfocar, no logro centrar mis pensamientos. Y es que como no perderse en esa mirada tan deslumbrante, en su voz, su olor.
Simplemente él es el bosque perfecto para irse sin mirar atrás.
Mi teléfono suena, rompiendo el encanto de aquellos minutos de silencio. Miro la pantalla y contesto al ver el nombre de: Anto
- May, ¿donde estas? ---inquiere---
- ¿Que ocurre? ¿No se supone que debes estar en entrenamiento? ---pregunto---
- No he ido, el profesor es un gilipollas, no lo soporto.
- ¡Ostia! ¿Pero que te he dicho de esas palabras? Te vuelvo a oir una más, y te saco del club. Y sabes que no estoy de coña. ---lo reprendo---
- Vale, tia, lo siento. Me he alterado un poco. ¿Demoras en llegar?
Niego con la cabeza. ¿Desde cuando dice esas palabrotas?
- No, ya voy de camino. ---afirmo---
- Vale, te espero ---dice y cuelga---
Miro a Raúl, él mira por la ventanilla del auto, es muy guapo, con aquel cabello ligeramente despeinado y esos ojos que parecen fuego puro, sus labios y ese cuer... me riño cuando el se gira hacia mi y una sonrisa adorna su perfecto rostro.
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Amor Real (Terminada)
RomanceHay amores que no se conocen, se reconocen. Hay amores que no nacen, simplemente crecen. Hay amores elegidos, y otros predestinados. Hay amores reales.