Amor Real (Terminada)

Capitulo 20

Me levanto a causa de unos leves golpes en el hombro. Abro los ojos y por unos segundos me sorprendo al no reconocer la estancia, claramente no es mi habitación. Parpadeo un par de veces, hasta que recuerdo lo sucedido la noche anterior y, bajo la mirada. Sonrío. Ella sigue durmiendo en la misma posición que recuerdo, parece tranquila. Acaricio con suavidad su cabello unos segundos, ya que me veo interrumpido por unos nuevos golpes en el hombro. Me giro y me encuentro con los azules ojos de Antonio.

Sonrío. ¿Que hace allí escondido detrás del sofá?

- Pequeño Tarzán ---digo en voz baja---

Él se ríe.

- Vamos, tío, deja de llamarme así.

- ¿No te gusta? ---inquiero---

Él se encoge de hombros, mira a Mairena y baja el tono de voz.

- Da igual. ¿Has dormido aquí?

Antes de responder me pongo de pie con cuidado de no levantar a Mairena. Ella se remueve un poco, pero no se despierta. Se ve muy bella.

- Si ---respondo--- no era la idea, pero si.

Él asiente.

- Son las siete, se supone que debo estar en el colegio a las ocho. ---hay un poco de esperanza en el tono de su voz---

- Tienes una hora para alistarte ---apunto---

Al parecer no era la respuesta que esperaba, parece decepcionado.

- No quiero ir. Aparte, May está durmiendo ---dice desviando la mirada hacia el sofá, donde Mairena se encuentra dormida--- ¿quien va a ayudarme?

Me rio mentalmente. ¿Quiere que le diga que no vaya?

- Yo puedo ayudarte. Aunque también podemos despertarla ---bromeo---

Hace una mueca de aburrimiento que me hace reír.

- Vamos, tío, por favor.

Hace un puchero con los labios, mientras que esos ojos penetrantes parecen aclararse unos tonos.

- Vale ---accedo--- pero cuando ella se levante, me haré el inocente.

Él me observa con curiosidad y se lleva las manos a la cadera.

- ¿Que quiere decir eso?

Me encojo de hombros, en gesto inocente.

- A que dejaré el asunto en tus manos.

- ¡Ostras! ---exclama y mira hacia el reloj--- ya van a ser las ocho. ---la emoción en su voz no me es indiferente--- Cuando se despierte subiré a mi habitación y me haré el dormido, luego bajaré a las y media. Así los dos seremos inocente.

Soy incapaz de contener la risa y rio ruidosamente. ¿De donde sacan tanta imaginación los niños?

- Shhh, tío. Vas a hacer que se levante ---me riñe---

Aprieto los labios en una fina línea. Sonrío con diversión ante su ocurrencia, y le alboroto el cabello.

- ¿Ya has desayunado?

Él niega con la cabeza.

- No, pero ha decir verdad ya empieza a rugirme el estomago.

Sonrío y reparo en su pijama azul con motivo de Los Vengadores, le va un poco grande.

- ¿Quieres que te prepare algo?

Él niega con la cabeza.

- No, cereales estaría bien. ¿Te gustan?