Al principio no me resulta nada fácil acostumbrarme a los nuevos horarios, pero con el pasar del tiempo, me familiarizo con algunos cambios.
El doctor Suarez, me ha ayudado, guiado y enseñado en el transcurso del tiempo, algo que me ha ayudado mucho.
- Doctor, Catañeda ---dice Samantha acercándose a mi con premura--- se le solicita en urgencias.
Camino junto a Samantha hacia el área de urgencia, esquivando los cuerpos del equipo medico.
- ¿Que ha ocurrido? ---pregunto---
- Es un niño, ha llegado inconsciente con un golpe en la cabeza.
Nos detenemos frente a una habitación y entramos. Acostado en una de las dos camillas, hay un diminuto cuerpo, y a su lado, hay una mujer de unos pocos años menos que yo con lágrimas en los ojos.
Al verla siento algo en mi interior. Es como si algo que había permanecido dormido despertara, es como un deja vu. Y entonces la reconozco, claro que lo hago, llevo años llevándola dentro de mi.
Sin embargo, de todas las maneras en las que había imaginado su encuentro, no estaba esta. No había pasado por mi mente que la vería con ojos rojos, llenos de lágrimas, y con mirada preocupada. No me imaginé que la vería tan destrozada.
Pero ahora no puedo pensar en ella, debo concentrarme en el niño.
Ella alza sus azules ojos hacia mi.
- ¿Que le pasa doctor? ---indaga con preocupación---
- Aún no lo sé, lo más probable es que sea una leve contusión cerebral, sin embargo, primero debo valorarlo para estar seguro ---digo con suavidad, intentando calmarla---
Ella asiente con la cabeza. Sin embargo su expresión no cambia.
- Samantha... ---dejo la frase en el aire---
El niño abre los ojos y hace una mueca de dolor cuando intenta sentarse. Inmediatamente pongo una mano sobre su pecho y lo empujo con suavidad hacia atrás, obligándole a acostarse nuevamente.
- No te muevas ---le pido---
Me acerco y le ilumino sus también azules ojos, con mi linterna de diagnostico.
- ¿Te duele la cabeza? ---pregunto---
Él me observa nervioso, la chica que lo acompaña se sienta a su lado y le toma la mano.
- Si ---responde---
- ¿Como te llamas?
El niño se queda pensando unos segundos.
- Antonio we... Navarro
- ¿Recuerdas lo que te ha pasado?
Se queda pensando nuevamente y niega con la cabeza.
- ¿Que edad tienes, Antonio?
- Nueve ---responde llevándose la mano a la boca--- tengo náuseas.
- Samantha, consigueme por favor una silla de ruedas.
La chica me mira alarmada.
- ¿Una silla de ruedas? ---inquiere---
La miro con serenidad, intentando tranquilizarla, se le ve muy preocupada.
- Si, es para llevarlo a que el radiólogo le realice una resonancia magnética cerebral. ---explico---
- ¿Eso para que? ---indaga rapidamente---
- Solo es para descartar la existencia de sangrado interior u otros problemas.
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Amor Real (Terminada)
RomanceHay amores que no se conocen, se reconocen. Hay amores que no nacen, simplemente crecen. Hay amores elegidos, y otros predestinados. Hay amores reales.