Erik
No había razón para detener a Edgard, cuando investigaron la alarma de su laptop descubrieron que no tenía nada para incriminarlo. A pesar de que él escapó de la autoridad, convencí a los demás oficiales de que me encargaría, así que no intercedieron más y fui yo quién lo siguió.
Detengo mi vehículo cuando veo como Edgard entra a una casa, por la dirección debe ser dónde vive el tal Russell, el cual también investigue. Paso un rato esperando y al ver que no sale, decido irme, así que pienso en arrancar el coche, sin embargo visualizo que desde el lugar de repente sale el rubio corriendo. Sin analizarlo mucho abro la puerta de mi auto y él se choca con esta, no la vio, parece desesperado. Bajo de mi Mustang, entonces lo ayudo a levantarse del suelo. Cuando lo observo más detenidamente me sorprendo al ver su chaqueta y camisa abierta, con una gran cantidad de chupones en su torso, además de que el botón de su pantalón también se ve desabrochado. Puedo notar lo asustado que se encuentra, sus ojos están humedecidos y respira con agitación. Al darse cuenta quién soy, me abraza enseguida, entonces al levantar la vista veo al culpable de la situación acercarse.
Russel tiene la mano y la pierna con sangre, pero sus heridas no parecen afectarle, es evidente que Edgard uso un arma afilada para defenderse.
―Oficial, ¿Usted que hace aquí? ―pregunta el morocho grandote.
―Podría preguntarte eso en otro contexto ―digo molesto, me quito mi larga chaqueta y se la pongo encima a Edgard ―. Entra al auto ―le pido.
El rubio niega moviendo la cabeza.
―No ¿Qué vas a hacer? ―pregunta intranquilo.
―Lo que corresponde ―Agarro mi arma y me pongo delante de él mirando con seriedad a Russell ―. Alza tus manos, estás arrestado por el delito de acoso sexual agravado.
―No, déjalo ―pide Edgard agarrándose de mi camisa.
―Óigalo oficial ―Se ríe Russell ―está haciendo más grande la situación de lo que es, solo fue una discusión de pareja. Además estoy herido ―Muestra su mano ―yo soy el que se encuentra en problemas.
―Es clara la situación. Manos arriba ―insisto.
―No... ―vuelve a rogar el rubio y tironea de mi ropa, sus dedos tiemblan ―no lo arreste oficial, será para peor.
Observo un segundo sus ojos claros ¿Pueden incriminarlo por algo si interrogan a este abusador? No he pensado en esa posibilidad. Aun así ¿Qué me importa eso a mí? Los delincuentes deben ir a la cárcel.
Pero...
―De acuerdo ―Bajo mi arma y le aclaro devuelta ―pero sube al auto ―luego miro al morocho ―y a ti no te quiero ver cerca, así que vete ―le advierto a Russel, que al final acepta mi oferta a regañadientes porque no le gusta en lo más mínimo que Edgard se vaya conmigo.
Una vez en mi vehículo, comienzo a conducir y la mitad del viaje es en silencio hasta que el rubio se da cuenta de algo.
―Oh cielos, mi auto ―Apoya la mano en su mejilla ―lo olvide por completo.
―No te preocupes por este, enviare a alguien a buscarlo.
―No hace falta, gracias ―Sonríe por primera vez desde que se escapó de ese maniático.
―No voy a permitir que pases cerca de ese tipo, es peligroso.
Deja de sonreír y gira su vista hacia la ventanilla.
―De todas formas tendré que verlo igual ―Creo que se refiere a su "trabajo" ―¿Hacia dónde conduces? ―Cambia el tema.
―A mi casa ―digo directo.
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Perversa Oscuridad: Conquista [#5]
Action"El cielo es el infierno" Por: Viviana Valeria V.