24: Estaré contigo

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Hanna

Despierto temprano en la mañana. Sonrío al abrir mis ojos y ver a Will dormir, entonces acaricio su rostro. Pareciera un sueño, nuestros cuerpos están desnudos bajo las sabanas, mientras nos abrazamos, el roce de su piel es tan suave y reconfortante. Ahora estamos en la cama de un hotel, después de ese improvisado reencuentro sexual con un falso incendio, nos fuimos de allí y alquilamos una habitación. Suspiro, es el momento de volver a la realidad y pensar que es lo que haremos a partir de dentro de poco, no podemos esperar mucho más, la Logia debe estar buscándonos.

William abre los ojos y me sonríe, toca mi mano que está sobre su mejilla, entonces se acerca para besarme.

―Buen día, mi pelirroja.

―Hola, Will.

―¿En qué piensas? Te ves preocupada ―Se da cuenta.

―Es que... ―Hago una pausa ―¿Qué va a pasar ahora?

―No sé ―Alza una ceja ―¿Quieres que te monte?

―¡No seas estúpido! ―Le pego y me río cuando se soba el brazo, pero me sobresalto cuando se sube sobre mí ―¿Qué crees que haces? ―expreso sonrojada.

―Te monto ―dice con una expresión seria, entonces siento su pene rozar mi vulva y adentrarse entre mis paredes cuando empuja más afondo, se muerde el labio inferior al su miembro hincharse, se nota excitado.

Mi espalda se enarca.

―¡Ah!

Eso me agarro desprevenida.

Se mueve despacio dentro de mi intimidad, ya que no la preparó, entró sin más, por suerte hace unas horas lo hicimos, así que un poco de humedad todavía tenía allí, por esa razón que no me puedo quejar, aunque simplemente no lo haría, porque esto me encanta.

Siento sus embestidas lentas, en un vaivén de sensaciones. Son delicadas, con la debida atención con cada estocada. Es perfecto en cada sentido posible, y eso que ya los perdí, veo las estrellas. Cuando nota que llego al orgasmo, al mi feminidad humedecerse y mi gesto ser reconocible a la excitación, es entonces cuando aumenta el ritmo.

―Es... espera, Will ―digo con la voz entrecortada y me agarro de sus hombros ―te... tenemos que hablar...

―Sí... deja que... me corra ―Se muerde el labio mientras se mueve sobre mí, tanto que se lo lastima, ni se ha dado cuenta, ni siquiera puedo decírselo, estoy demasiado perdida en las sensaciones que me provoca su cuerpo ―a... hí... viene... ―Respira agitado y de repente siento como me empapa con todo lo que lo hice sentir.

A esto lo podría llamar, un rapidito ultra excitante.

Se desploma sobre mí y se queda abrazándome, oliendo mi aroma, ya que su nariz se queda apoyada entre los mechones de mi cabello.

―Will.

―¿Sí?

―¿Qué va a pasar ahora? ―repito mi pregunta de antes.

―¿Quieres que te monte otra vez? ―Se ríe.

―¡No! ―me quejo ―Bueno, sí, pero ese no es el punto ―Hago puchero mientras subo una de mis piernas hasta su cadera.

―¿Y cuál es?

―La Logia te está buscando ―le aclaro ―¿Qué harás con eso? ¿Todavía sigues con la idea de huir? ―indago.

Sube su cabeza y me mira directo a los ojos.

―Todos morirán si me voy ―Se levanta de sobre mí, entonces me inclino cuando se sienta para aclarar su acotación ―. Quiero decir, si te vas conmigo y me encuentran, sería peligroso, incluso para Matthew.

Perversa Oscuridad: Conquista [#5]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora