Perversa Oscuridad: Conquista [#5]

12: Prostíbulo

Merche

Despierto adolorida en el suelo, todo mi cuerpo está lastimado y no puedo moverme, estoy debajo de muchos escombros. No sé si alguien podrá encontrarme, y no tengo idea que ha pasado con William, es al último que vi luego del impacto de la explosión de esta fábrica abandonada. Miro hacia arriba y entre todas las paredes destruidas, puedo vislumbrar que es de noche.

Mierda, no sé cuánto he estado inconsciente.

Bajo la vista viendo el papel que encontré al entrar a lo que antes era una oficina, lo agarro leyéndolo otra vez.

"Para mi amada Ellie Divine:

Mi Lady, si tienes en tus bellas manos esta carta, quizás yo ya esté muerto o muy lejos de ti, como siempre lo he hecho. Sin embargo es muy importante que guardes este código, que nadie lo encuentre, el destino de la Sociedad de las Letras, depende de este. Tú eliges que hacer con él, puedes descubrir el secreto tú sola o destruirlo, pero nadie más debe saberlo.

Cuídate, te ama, Jayce Markov".

Maldito Señor Oscuridad, no sé si me ayudas o me la complicas, debo averiguar sobre Ellie Divine, debo saber que hizo con ese código. Si descubro qué es, seguro podré detener a Bastián en todo esto.

Y al parecer, al Señor T.

Horas antes.

El tren se detiene y un tiroteo comienza. Yo corro en dirección a una fábrica que veo en el camino descampado. Para mi sorpresa, cuando me adentro en este, no es lo que creía, es un prostíbulo.

O en realidad lo era.

Hay habitaciones con camas vacías, sogas y esas malditas pulseras que les ponían a las pobres chicas. Reconocería un lugar así en cualquier parte. Al parecer aquí ha sido allanado hace tiempo, pero está sin custodia y no veo ningún cartel de clausura. Se nota que la investigación no continuó.

¿A quién le pertenecía este prostíbulo?

Miro una de las viejas paredes y lo descubro, hay una "T" grabada allí. Debí haberlo imaginado, no se puede confiar en estos tipos. El Señor T, seguramente se encuentra haciendo negocios con Bastián, y quizás a mis espaldas con Hermes. Después de todo, él me aseguro que no sería un problema este Señor Letra y sin embargo aquí estamos.

¿Quién más me oculta cosas? Maldita sea.

Me pongo en alerta cuando oigo unos disparos y comienzo a correr. Un hombre aparece poniéndose en mi camino y me golpea, entonces al defenderme me lastimo las manos, aun así logro noquearlo al pegarle también. Continúo escapando porque son muchas personas las que vienen a por mí, hasta que entro a una oficina y cierro la puerta con fuerza. Respiro agitada mientras escucho que hay más disparos en el lugar. Me acerco al escritorio, limpio mis manos y reviso un cajón de este. Leo la carta a medias pero la entiendo enseguida, que al parecer es de Jayce Markov. La puerta se abre de repente y no puedo terminar mi lectura, entonces me encuentro con William.

No sé qué pensar sobre él, ni sobre nadie.

―Señor S.

Él se ríe.

―Ya no lo soy.

―Cómo sea, ¿Qué significa esto? ―Levanto el papel.

William se pone serio.

―Si te ayude a destruir la Sociedad de las Letras una vez, lo puedo hacer de nuevo.

Entonces es cierto, este código puede ser la salvación o la destrucción de toda esta maldita red de prostitución. Y al parecer de muchas cosas más.

Se siguen escuchando disparos y de repente un estruendo muy fuerte, tanto que mi oído hace un pitido por tan elevado que ha sido. Todo parece en silencio para mi oreja que ha sido afectada, pero la realidad que ven mis ojos es otra. Las paredes se comienzan a derrumbar, William me empuja para que la columna no caiga encima de mí, sin embargo una piedra golpea en mi cabeza de todas formas y quedo inconsciente.

~~~

Abro los ojos y me doy cuenta de que estoy atrapada. No sé qué ha ocurrido con Will, pero espero que esté bien. Luego de terminar de leer el papel lo guardo e intento levantarme, pero me es imposible, me duele todo. Es de noche, he permanecido aquí tanto tiempo que no sé qué podría pasarme. Maldición, voy a morir debajo de los escombros si no pienso algo pronto.

Hanna

Policías, ambulancias, bomberos y hasta la prensa está aquí. Observo a lo lejos como el edificio se quema y sacan a la gente que estaba allí e interrogan a las del tren. Vi a Will entrar a esa fábrica pero han pasado horas y no ha salido, no puedo ir a buscarlo porque levantaría sospechas ¿Para qué frene la locomotora? Soy una idiota. Hay tanto fuego que es preocupante, pero aun cuando se disipa no puedo acercarme, no sé qué hacer.

Veo como Eiden corre hasta adentrarse en el lugar, esquivando a las autoridades. Voy a ir hacia allí, pero cuando alguien se me acerca, me detengo estando atónita, me quedo estática, luego bufo.

―¿Por qué no me sorprende?

Clow sonríe.

―No lo encontrarás allí ―da a entender que habla de Will y luego sugiere ―deberías buscarlo en otro sitio, porque se lo llevaron.

Frunzo el ceño.

―¿A qué te refieres?

―Que el edificio tiene puerta trasera.

―¿Por qué me dices esto? ―Alzo una ceja.

―Lo necesito con vida, debemos rastrearlo.

―Creí que seguirías a Merche, digo podría estar muriéndose dentro de esos escombros y tú te encuentras aquí ayudándome.

Se ríe.

―Mi obsesión por la gatita tendrá que esperar, no estás hablando con el Clow que no sabía que Guillermo Gallagher estaba vivo ―habla de su violador.

―Bien ¿Entonces que sugieres?

―Hay que ir a una subasta. Rosa Negra celebrara una dentro de una semana ―Sonríe con malicia ―¿Quieres venir?