"Alfil, Rey y Reina"

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Nadie pregunto el porqué de la sangre en el suelo, ni siquiera se atrevieron a indagar el motivo sobre por qué Kuro y Akihito no se dirigían la palabra. O al menos, no en lo que llevaban en aquella estancia de muros de piedra, escaleras y alfombras lujosas y rojas. Ashlys y Ban estaban demasiado heridos, como para entrar a la batalla, y aunque el milagro de la ángel, los ayudo a recuperar el conocimiento, y no morir por las heridas o el veneno, enfrentar al rey sería muy arriesgado para ellos.

Los comunicadores que habían llevado, por fin volvieron a funcionar por algunos minutos, logrando comunicarse con Lelouch. Él cual pensó en una solución rápida, para los heridos de gravedad, entonces descubrieron que la máscara de Nunally tenía otra habilidad oculta.

Esta podía transportar a personas a la ubicación que ella deseara. Pero solo podía usar esa habilidad, dos veces por día.

—Es lo mejor—Aseguro Haru, mientras hablaba con su primo—Si, estoy segura que son los únicos heridos, será mejor llevarlos a un lugar seguro. No te estoy mintiendo—Resopla— ¿Vamos a seguir discutiendo esto?

Entonces el silencio reino por completo, nadie opino nada. Al otro lado de la línea escucho como Lelouch le daba las indicaciones su hermana menor. Haru sabía que si mencionaba lo de la maldición, la obligaría a retroceder, pero no estaba dispuesta a dejar a Kata sola en aquel infierno, tal vez era impotente de su parte, pero no pensaba arriesgar a la más pequeña de la familia.

Por otro lado lo que Haru no sabía, era que Lelouch estaba apreciando el tablero de piezas mágica. Se encontraba preocupado, apreciando como el alfil negro, estaba agrietado. Aquello le preocupa. Era la pieza que le había asignado a Haru, y no sabía que significaba que de pronto esas líneas aparecieran.

En el castillo, todos esperaban instrucciones.

De pronto apreciaron como un destello apareció sobre ellos, de este un par de búhos aparecieron. Sus cuerpos eran luminosos, atrayentes y hermosos. Completamente blanco con los ojos azules, apreciando a las personas que estaban ahí. Estos sobrevolaron la zona, para luego impactar en el pecho de Ashlyz y Ban. Ambos se sobresaltaron cuando esto ocurrió, y luego sus cuerpos comenzaron a volverse tras lucidos.

Solo pasaron unos segundos.

Ambos fueron transportados de regreso a la casa del abuelo de las chicas.

El destello desapareció.

Al igual que la comunicación con el exterior.

***

Ellos se encontraba caminando por esos desolados pasillos, habían decidió que un grupo esperaría en la entrada, mientras el otro intentaba encontrar a Mirai, antes de entrar a la batalla final. Ambos príncipes caminaban atentos a su alrededor, sintiendo miles de miradas sobre ellos, provocando que el ambiente se volviera pesado.

Kata a su lado, permanecía con Kuro en los brazos. Su collar tenía un ligero tambaleo, mientras iba cambiando de blanco al negro, y luego regresaba a ser del color de una perla. El poder oscuro estaba reconociendo a su nueva ama. Lo que ninguno de los príncipes sabia, era que Kata había estando teniendo una extraña jaqueca, ella no lo comento a nadie. No eran las fuertes. Solo un ligero pinchazo en su cien, que no duraba más que un par de segundos.

Para ella era extraño.

Pero si comenzaba algo asustaría al resto.

De pronto las escaleras que estaban subiendo, se convirtió en una resbaladiza hecha de cristal. No les dio tiempo a reaccionar. Sus cuerpos cedieron a la gravedad, deslizando por aquel suelo, mientras gritos salían de su garganta, al no esperarse aquel repentino movimiento.

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