Ambos cruzaron las enormes puertas del zoológico, la entrada era verde a los costados del camino, los senderos eran de tierra, pero se veían limpios, el chico entró a una pequeña caseta y luego salió con las llaves girando en un dedo. Los dos caminaron mientras que la chica apreciaba los carteles, aparte de escuchar algunas aves cantar y volar por el lugar.
Llegaron a la entrada del hábitat de los elefante, Haku le dedicó una sonrisa a Kata, tomó las llaves e introdujo una en la cerradura, abriendo la puerta dejando pasar a la chica y luego entró a él mirando el lugar para luego decir.
—Primero te tengo que presentar con mamá Ela, mira justo viene a saludar.
Una hermosa elefante se acercaba hacia ellos, era grande, aunque no he de sorprenderse a ser una elefante adulta, mientras caminaba movía sus grandes orejas, se detuvo frente a los dos humanos, miro por unos segundos a la castaña, mientras que esta permanecía tranquila y confiada, la elefante movió su larga trompa y alboroto el cabello de la chica, provocando que esta soltara leves risas.
—Le agradas Kata—Afirmó Haku mientras la sonrisa permanecía en su rostro.
—Sabes, me siento como si me estuvieras presentando a tu familia—Agrego este mientras acomodaba su cabello.
—Es que ellos, son como mi familia, o bueno así los considero.
—Bueno me refiero a que me ciento es esas típicas historias, donde el chico la novia a toda su familia—Agrego entre risas.
Las mejillas del chico tomaron un color rosado al escuchar ese comentario, se preguntaba como ella lo podía decir con tanta tranquilidad, aunque bueno, no podía negar que le encantaba que la chica se comportara de ese modo. Ambos se despidieron de la elefante y al salir del lugar escucharon a la elefante soltar un barritar con fuerza, luego de un rato llegaron a un enorme domo, cuando entraron este estaba lleno de árboles y vegetación, no pasó mucho tiempo para escuchar algunos chillidos acercarse.
—Bueno Kuro mantente dentro, estamos con la familia más juguetona del parque —Le hablo al bolso de Kata, para luego mirar a la dulce chica mirar algunos bebés monos— La mayoría de ellos han sido rescatado de los cazadores por eso se les dio un domo para ellos, además de ser muy traviesos, no correr el riesgo de que alguno escape—Noto a un pequeño mono frente a ellos— Hola Algodón, ¿ya comiste?
El pequeño mono, miraba con la cara inclinada a Kata, para luego con curiosidad señalar a la chica la cual lo miraba, era muy lindo, y tierno a la vez.
—Es mi amiga, su nombre es Kata, saludara—Su voz sonó dulce.
Al escuchar a Haku, se acercó tímido y luego levantó los brazos para que esta lo alzara, a lo que la chica se agacho y lo tomo en brazo, el pequeño colocó uno de los brazos sobre el hombro de ella, mientras que esta se levantaba.
—Es tan lindo, parece un muñeco de felpa—Agregó Kata emocionada.
—Se llama Algodón—Este soltó una suave risa— La historia es muy graciosa.
—¿La puedes contar?—Pregunto esta mientras acariciaba al pequeño mono.
—Le pusimos así porque yo traía un algodón de azúcar y me pidió así que se lo di, desde entonces lo llamamos algodón, es muy cariñoso por lo que puedes ver
Kata soltó una leve risa, y en ese momento bajo al pequeño Algodón, dejando lo con cuidado en el pico, compenso a buscar en su maletín el cuaderno de dibujo, tras encontrarlo se sentó en una roca cercana y miró al pequeño mono.
—Por favor pequeño, no te muevas— Le pidió con tono suave y amable.
El pequeño la obedeció, permaneciendo con un rostro curioso, mientras que la chica trazaba linear en la hoja en blanco de su cuaderno. A Haku se le dibujó una sonrisa en el rostros, se sentía alegre y lleno por dentro, había logrado que Kata encontrará inspiración, el aprovechó que la pequeña castaña estaba distraída, para alejarse por unos minutos.
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·~Nueva Vida~·
Fantasi¿No te has preguntado quién eras en tu vida pasada? Recuerdos que no te perteneces, lugares que visitas y sientes como si ya hubieras estado ahí, personas que se te hacen familiares, a pesar de que nunca los has vistos. ¿Te ha pasado? Pues a nuestro...