·~Nueva Vida~·

"El dolor es un potenciador "

—Es un placer conocerle al fin—Realizo una reverencia ante el rey de las tinieblas—Suegro.

El aire provocaba que el cabello de Kata ondeara, sus ojos ahora rojos estaban fijos en su majestad. Él no tardo en reconocer ese poder que emanaba de ella, era la mitad del poder que habían sellado, su poder, era algo que le pertenecía. Se sintió asqueado, de que una niñita estuviera manipulando tal oscuridad con tal facilidad, era algo intolerable.

Aunque a su vez cierta admiración aparecía en él.

Al lado de Kata ambos príncipe se colocaron, uno a cada costado. Ambos apreciaron a su padre. Notando el exoesqueleto que le protegía. Sabía que apenas estaba mostrando el principio de su poder, tenían que estar atentos. Por su lado Mochi se acercó Haku y le susurro algo, provocando que el príncipe mirara preocupado a Haru, entonces asintió.

Ambos demonio se alejaron del lugar.

—Qué joven tan educada—Sus ojos se posaron en sus hijos—Lastima que ninguno de ustedes aprender la lección—Se reincorporo y miro a Akihiro— Y tu... eres un insolente, como te atreves a presentarte ante mí.

—Digamos que vengo a terminar un asunto pendiente, padre.

—¿Entonces...este es el rey demonio? —La voz monótona de Kuro se escuchó. El rey miro con diversión al vampiro, debido a que este estaba en la cabeza de Haku cual gato— Me lo imaginaba más... aterrador, no como un candidato a husbando.—Salto de la cabeza del príncipe y al tocar el suelo estaba en forma humana— No vinimos a hablar.

Sus garras crecieron y lanzo un par de zarpazo, provocando que una fuerte ventisque, provocaba que las cortinas cerca del trono ondearan, y se rasgaran un poco. El rey solo se carcajeo para limpiar una par de lágrimas de sus oscuros ojos.

— Ay, y pensar que hace una era, solo Dioses y demonios tenían facultades humanas—Calmo sus carcajadas y los volvió a mirar con una sonrisa arrogante— Y ahora cualquier niño, anda fanfarroneando de poderoso, solo por hacer brisita.

Kuro quiso saltar sobre él.

La cadena apareció, fue una clara orden de Kata para que no cayera ante las provocaciones.

—¿Padre, es mi idea o estas más delgado? —Pregunto de forma burlona Akihito—¿No te has alimentado bien?

—He estado a dieta—Respondió con ironía el rey—Esperaba su llegada, para darme un banquete.

—Su majestad—la mirada del rey cayó sobre Kata—¿Qué le ocurrió a su cuerno?

—Cierto padre, recuerdo que eran dos—Haku sonrió burlón.

—Eres muy observadora pequeña...

—Kata, aunque usted ya debe conocer sobre mí, después de todo sus pequeños informantes siempre estuvieron acechándome—Sonrió dulcemente, aunque no dejaba de verse elegante cual muñeca de porcelana.

—Bueno, lo que ocurrió fue que tu hermana lo cortó pequeña, aunque no tienes por qué preocuparte, en un par de semanas volverán a crecer—Soltó un suspiro de fastidio—Aunque estoy seguro que no vinieron a una reunión familiar.

—Yo realmente, le vine a conocer—Aseguro la chica.

Con un juego de muñeca provoco que una esfera oscura se dirigiera de golpe al trono. El exoesqueleto atravesó una de sus manos, pero este poder oscuro, logro atravesar ambas barreras, elevándose un poco el suelo e impactando en la pared detrás del trono. Al apreciar mejor, el costado de su majestad estaba sangrando, pero no parecía importarle o sentir dolor alguno.

—Que sorpresa, tal parece que si es digna para ser la pareja de no de los príncipes infernales—Comento apreciando como su herida burbujeaba y se curaba— Tiene mi aprobación. Despues de todo, me hizo más que su hermana.