El viento acariciaba el rostro de ambos. Mochi se encontraba recostado al árbol de cerezo mientras Ayumi estaba sentada en el banco. Haru y Haku habían decidido entrar a la casa. La joven de cabello blanco permanecía hundida en sus recuerdos. Movió sus orejas al ser devuelta al mundo real, por el sonido de pisadas subiendo las escaleras. Los dos miraron a la puerta encontrándose con una Kata algo agitada.
La joven de castaña al verlos corrió hacia ellos. Intento explicarles lo que había visto pero sus palabras nos salían. Mochi le pidió que se calmara, le colocó una mano en el hombro, para de este modo transmitirle apoyo. Le indico a Kata con señas que respirara profundo. La joven le obedeció. Tomaba grandes cantidad de aire y lo soltaba despacio por la boca.
El demonio dejó de escuchar la sangre fluir a altas velocidades a través del cuerpo de la joven. Eso le alivió. Significaba que ya estaba recuperándose del temor que le había causado, aquello que le debía revelar.
Ayudó a la chica a sentarse en el banco junto a Ayumi. Kuro, él pequeño gato negro se encontraba en los brazos de Kata. Permanecía con los ojos cerrados. Al parecer el ajetreo no lo había despertado o simplemente fingía estar dormido para no contestar a las preguntas.
—¿Qué te altero tanto Kata?—Preguntó con tono suave el chico.
—Estaba en el árbol gris...—Comenzó a relatar ella— Cuando me disponía a irme, escuche dos voces acercarse. Una sensación me indico que me escondiera y tras hacerlos, pude observar a un par de gemelo de cabello amarillo casi blanco pasar por frente del árbol—Esta tomó aire y echó la cabeza hacia atrás— No eran simples gemelos, ellos eran lo que me atacaron en mi vida pasada.
La mirada color sol se cruzaron con los ojos del chico. Ambos sabían que eso no era bueno. Aún no estaban listos para que el mal despertara del todo. No habían terminado de preparar a los chicos y aún había mucho por realizar. Las orejas de Ayumi y una de sus colas se comenzaron a mover. Señal que le indico a Mochi que estaba preocupada.
La voz de Kata rompió el silencio.
—Hablaron sobre una serpiente...—Su mirada cayó en el felino negro— Estoy segura que se referían a él, aquella chico de aspecto juvenil y mirada psicópata.
—Kata te pedí que te alejaras de esto porque podía ser peligroso para ti—Agregó Mochi y le colocó la mano en el hombro de ella—Si no quieres seguir lo entende...
No pudo terminar porque la castaña le interrumpió.
—No Mochi, seguiré con esto hasta el final—Aseguró ella levantando la mirada— Si reencarne fue porque mi propósito en este lugar no ha culminado. Así que no importa el peligro o las prueba, seguiré adelante y romperé la maldición de Haku.
Mochi realizó inclinó la cabeza a modo de reverencia. Le seguía sorprendiendo la perseverancia y la determinación que tenía esa chica. Se alegró de saber que su amo había hecho amigo de una muy buena persona. Su mirada cayó en Ayumi y no pudo evitar soltar una suave risa.
La joven tenía los ojos abierto de par en par, sus orejas estaban estáticas al igual que sus colas. La pequeña zorro separó un poco los labios para luego decir:
—Definitivamente tú no eres normal.
Los tres rieron al unísono.
—Deberían volver a sus formas animales, alguien que no sepa el secreto los puede ver.
Ambos asintieron con la cabeza. Kata se levantó y caminó un poco. Sintió como un peso caía sobre su hombro derecho, al dirigir la mirada se trataba de la pequeña zorro de pelaje blanco. Escucho un pequeña maullido y al volver su vista se trataba del hermoso siamés caminando alado de ella.
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·~Nueva Vida~·
Fantasía¿No te has preguntado quién eras en tu vida pasada? Recuerdos que no te perteneces, lugares que visitas y sientes como si ya hubieras estado ahí, personas que se te hacen familiares, a pesar de que nunca los has vistos. ¿Te ha pasado? Pues a nuestro...