Esclavitud ~HopeV~

23. Noche estrellada

"A partir de hoy voy a tener algo especial contigo"

🌸❤🌸

Tres días pasaron, el omega prefirió quedarse en su habitación hasta estar seguro de que su celo había terminado, aunque fue difícil se conformó con autocomplacerse e ingerir supresores cada 4 horas, la señora Lee le traía la comida y aunque se había aburrido en exceso, aprovechó el tiempo para terminar unos dibujos y leer también, no había visto a Hoseok después del último encuentro vergonzoso que tuvieron, pero hora que estaba mejor solo quería verlo para hablar.

Se levantó con emoción, quería ir a la playa, sentir la brisa en su rostro y la arena en sus pies, se supone que la señora Lee no vendría hoy a cuidarlo ya que debía ver a su esposo y resolver unos asuntos, así que tendría la casa solo para él.

Con su camiseta a rayas, un pantalón holgado gris y descalzo, bajó corriendo por las escaleras, pasó directo a la cocina para abrir el refrigerador, había un plato con una ensalada de frutas que sabía era para él, estaba perfectamente picado y acomodado que hacia ver la fruta tan hermosa que le ponía triste tener que comérselo y arruinar semejante arte.

Dejó el plato sobre la isla en la cocina y se sirvió jugo de naranja, encendió la televisión y puso el canal de caricaturas.

Estaban dando Bob Esponja y le encantaba, ver a ese personaje amarillo lo hacía reír tanto. Miró distraído por el living y el comedor mientras tomaba de su jugo, algo encima de la mesa llamo su atención, había un pequeño sobre color amarillo, se acercó curioso y casi se atragantó al ver su nombre escrito ahí, lo tomó entre sus manos con entusiasmo, lo abrió para encontrar una nota dentro, la desplegó y había una pulcra letra en cursiva, le pareció hermosa, enfocó su vista para leer y se quedó sin aliento.

"Tú habitación no es lo suficientemente grande para tu arte, busca tu nombre en la puerta"

Con cariño Jung HoSeok.

Mordió su labio con nerviosismo, no sabia que significaba la nota pero debía moverse y buscar su nombre, caminó torpemente por la casa a paso lento, pasó por la habitación de la señora Lee, siguió por el largo pasillo hasta la habitación de huéspedes, el cuarto de lavado y luego pasó frente al que según él era la puerta del cuarto de juegos, ahí había una mesa de billar y otras cosas que se fueron acumulando durante los años, era muy grande pero nunca lo habían ocupado, sus ojos parecieron brillar cuando vio su nombre escrito ahí en la puerta, con una placa dorada y letra cursiva, sintió un cosquilleo en su mano cuando se atrevió a tomar el pomo de la puerta.

Se quedó sin aire cuando lo vio, no estaba la mesa de billar, ni las tabla de surf o los muebles que ya no se ocupaban, no había nada de eso ahora, puso las manos sobre su boca conmocionado, el insípido color rosa palo de las paredes cambio por un pulcro blanco, las cortinas gruesas fueron cambiadas por visillos de encaje que permitían la luz entrar, había un lindo escritorio celeste en una esquina con una computadora y justo en el centro habían 4 lienzos de tela y de papel sobre sus respectivos atriles, en un lindo mueble junto a la pared vio muchas pinturas, pinceles y brochas, con un sinfín de instrumentos para pintar y dibujar, estaba conmovido.

Hoseok había arreglado este cuarto para él y era perfecto, tan amplio e iluminado con vista hacia el jardín, el amaba dibujar y pintar, pero no sabia que su amo haría algo como esto para él, estaba tan feliz. No podía creerlo, se paseó por la habitación con las piernas temblorosas admirando todo y era hermoso.