Esclavitud ~HopeV~

53. NamJin 2

"No puedo seguir si no estás aquí, ámame, ámame y vuelve a mis brazos"

🌸❤🌸

—Podríamos buscar un lugar donde hablar.

Su tono salió rápido y bajito, avergonzado hasta las orejas.

Las manos dentro de su bolsillo del polerón se movían ansiosas.

Y él no decía nada.

Apretó el dedo lastimado sobre el pañuelo desechable, dolió un poco, pero eso hizo que su cerebro se distrajera.

Juntó valor.

—Hay un parque y mi departamento queda cerca de ahí.

Jin volvió a mirarlo y él sonrió levemente apretando los labios, como si quisiese decir tantas cosas, pero no supiese por dónde empezar, como si no pudiese hacer otra cosa que mirarlo.

Él se volteó y solo se escuchó el delicado sonido de la puerta del auto abriéndose en la parte del copiloto.

Su mano sana salió del bolsillo y tomó con fuerza la tira de la mochila colgada sobre un hombro, caminó pasando a su lado y entrando al auto bajo su ferviente mirada.

La puerta se cerró a su costado y Namjoon caminó frente al auto, tragó duro y doloroso.

Respiró profundo intentando calmarse, pero solo lo hizo sentir más inestable cuando todo lo que podía respirar era su aroma.

Namjoon entró en el auto, y el espacio se hizo pequeño, demasiado pequeño bajo su perspectiva, encendió el motor, sus manos apretaron el volante con fuerza por la forma en la que sus venas se marcaron.

Jin se quedó muy quieto, con los ojos muy alerta, como si no supiese qué hacer en absoluto.

Namjoon hizo un movimiento y cuando se percató, él le estaba poniéndole el cinturón de seguridad, se acercó tanto que creyó que lo besaría, sus labios se abrieron levemente soltando un jadeo sorpresivo, pero Namjoon frunció el ceño, volvió a su asiento y se metió en la calle.

En el pasado habían hecho esto tantas veces, los dos en el auto, hablando de cosas triviales, riendo mientras cantaban una canción cursi de la radio, pero ahora se sentía tan distante, tan complejo, como si todas las emociones contenidas fuesen una bomba de tiempo que estaba a punto de explorar.

Namjoon miró en el mapa la única parte en verde que se veía en la imagen, supuso que ese era el parque al que debían ir. Jin no parecía querer decir nada, con los ojos fijos en sus manos nerviosas, apretó el volante con rabia, con un conjunto de emociones que se estaban transformando en resentimiento.

Lo había buscado tanto, lo había extrañado y anhelado tanto, solo para enterarse de que siempre estuvo aquí, en la misma ciudad a menos de 50 minutos de distancia.

Odiaba el sentimiento amargo en su boca, odiaba sentirse lastimado con el solo pensamiento de que Jin no quería encontrarlo en realidad.

Se sentía agobiado por esta lucha interna, porque lo quería, demonios que lo quería devuelta, pero la incertidumbre de la sospecha de que Jin no pensaba lo mismo lo lastimaba.

El auto se estacionó cerca de unos árboles, el parque estaba levemente iluminado por unos focos con ampolletas redondas y desde ahí, se lograba ver una linda fuente.

—Bajemos.

Jin evitó su mirada y bajó del auto dejando su mochila en el asiento, la brisa le movió el cabello y contrastó de manera abrumadora con lo acalorado de su rostro.