Esclavitud ~HopeV~

45. Idol

🌸❤🌸

Esa noche no logre dormir bien, no podía dejar de pensar en su bello rostro, en lo bien que veía sin siquiera esforzarse y en cómo seguía sacudiendo su corazón como un adolescente con solo verlo.

Esa mañana le había dicho a Hyungwon que volviese a Polaris, que él aún tenía asuntos que resolver, cuando solo era una torpe excusa para volver al café frente a la empresa de Taehyung con la esperanza de volver a verlo.

Me bajé del taxi, la brisa fresca casi helada golpeó mi rostro, olvide el cubrebocas en el hotel y solo había traído mi gorra negra y mi conjunto casual en el mismo color, su outfit expiatorio seguramente era demasiado obvio, pero eso no era lo importante.

Si tenía suerte hoy podría ver a Taehyung cuando entrara a la empresa y cuando se fuera por la tarde, solo tenía que verlo un poco más, quería poder admirar su belleza un poco más.

Con paso apresurado cruce la calle, mis botines negros hicieron contraste con los escalones violetas de la entrada del café, abrí la puerta, la campanilla sonó sobre mi cabeza, levanté mi mirada y me topé de frente con sus ojos.

Eran sus grandes ojos marrones brillantes mirándome sorprendidos y noté como en segundos un manto de sonrojo se extendió de sus mejillas hasta sus orejas, mi corazón dio un vuelco, porque bajo todos los olores pude olerlo a él, Jazmin y canela, mi lobo pareció arañarme y correr en círculos en mi conciencia por lo feliz que estaba.

Su boca se abrió, sus labios me llamaban para ser besados y yo estaba sin aliento, sin poder decir nada o hacer otra cosa que no fuese mirarlo, estábamos cerca, pero no tanto como me gustaría, el ruido a nuestro alrededor pareció apagarse y casi podía sentir el zumbido de su corazón y el mío en mis oídos.

El sonido de un jadeo me golpeo, casi como un gemido y sus labios se juntaron como arrepentido de que se hubiese escapado.

El aroma de Taehyung se extendió por sus sentidos aturdiendo, seduciéndolo hasta las entrañas y llamándolo con deseo.

-¿Joven Taehyung lo conoce?

Un hombre alto y macizo llegó con dos cafés en una mano metidos en una bandejita para que no se cayeran, lo mire perturbado por su intromisión, Taehyung se apoyó en su brazo, se veía ruborizado, con los párpados casi cerrados, la respiración agitada y la boca brillante y entreabierta.

Celo, Taehyung, estaba en celo, tomarlo, quería tomarlo y poseerlo completo, hacerle el amor hasta caer rendido, desesperadamente lo quería todo.

-No, no lo conozco.

Su voz me golpeó como un puño de hierro, como si una bala me hubiese atravesado justo en el pecho.

Taehyung estaba renegando de él.

-Volvamos Wooseok, no me siento bien.

Su voz se hizo un susurro y se aferró al brazo de ese poste que parecía ser su guardaespaldas. Taehyung bajó su mirada y el pánico lo consumió.

-Claro, con permiso.

Pasaron junto a él, el joven alto sostenía a Taehyung por los hombros hasta que se perdieron en la entrada de la empresa, y él se quedó unos segundos de pie fuera de la pintoresca cafetería, con el cerebro y el corazón fundido en felicidad, dolor, deseo y confusión por lo que acababa de pasar.

Estaba en shock más bien.

Había visto a Taehyung, después de tanto tiempo lo tuvo a centímetros, su rostro, su piel, sus ojos, su olor, lo había tenido para admirar, solo fueron un par de minutos, pero no recordaba haberse sentido de esta manera hace meses, desde la primera carta, la necesidad abrumadora de tenerlo casi podía nublar su juicio, pero tampoco podía superar el hecho de que él hubiese dicho que no lo conocía.