Luna
Después de lo que dije sobre la llegada de él y mi primo, me sentí súper mal. El Simón me había dicho sus sentimientos y a mí en el momento me importó un pico, solamente porque estaba enojada.
¡Es que igual no sé si está diciendo la verdad o no po'!
Realmente había quedado la senda cagá tras la llegada de los chicos. La Rocío se había ido pa' la pieza molesta y con pura carita de pena.
Igual la entiendo si el hueón del Tomás llegó y más encima se viene a pegar el show.
—¿Erís algo de ese hueón? —me preguntó el Maxi, mirándome seriamente.
Qué
—No.
Rodó los ojos, para luego salir con el Tomás número dos a la playa, mientras tanto yo me fui a la pieza a ver a la Rocío.
Entré rápido, mientras tomas a aire para no entrar en pánico y cerré fuerte la puerta.
—Mar... —la interrumpí.
—¡Escúchame! —le grité y salté hacía la cama, para caer sentada al lado de ella. —El Simón dijo que le gustaba.
Se cayó de raja, literalmente.
—Hueona po'. —la levanté de una porque la ansiedad me estaba matando. —Dime algo.
—Hueona. —me miró mal. —El Simón te dijo esa huea y tú te tiraste el comentario más extra de la vida. ¿Erís hueona?
¿Cómo que comentario extra?
Ignoré lo que me dijo incorporándome con ella otra vez en la cama, mientras la miraba fijamente.
—Ya oh. —dije jugando con mis dedos tratando de evitar que mi nudo en la garganta me fallara. —No me retís ahora porque ya la cagué. —le dije. —Él también me gusta, pero no sé si quiera algo en serio o sólo me está agarrando pal huebeo.
—Dime algo que no se note. —me dijo rodando los ojos.
Dos palabras: Pesá culiá.
—Habla con el Simón. —siguió hablándome, mientras me tomaba las manos con cariño. —Yo pensé que ese hueón no tenía sentimientos, pero con la foto que subió ahora todo es más claro. —dijo parándose de la cama.—Habla con el loco, quizás no es tan malo como piensas; si querís estar con él y no resulta, sabís que aquí estaré por si todo sale mal.
Le iba a responder, pero caché que la hueona había entrado al baño.
—Puta la culiá mala clase. —me di vuelta para que me escuchara. —¿Como me decís eso y después te vai?
—¡Te escuché Luna! —me gritó.
Me reí.
Y como no me daba el cuero para hablarle sobria, le hablaría estando borracha porque claramente tengo serios problemas con desenvolverme.
Aunque prendo con una sola gota de alcohol en mi cuerpo.
Salí de la pieza sin hacer ruido y saqué un vodka que tenía el Maxi.
—No deberías, pero lo haras. —me dije a mí misma.
Lo llevé a la pieza junto con dos vasos y me senté en la cama.
—Pon música. —le pedí a mi amiga con una sonrisa. —Mira lo que tengo.
Levantó una ceja analizando la situación y luego negó.
—Andai hueona. —me miró con desaprobación. —Vai a tomar sola porque ahora yo me dormiré.
—Perra traicionera. —le dije y me recosté en la cama, mientras abría el vodka. —Voy a tomar sola, no te necesita.
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Destino culiao [Chilensis]
Teen FictionNunca creí en el destino, la Rocío creía en todas esas hueás y me insistía en que en verdad todo pasaba por algo, pero todo cambió cuando lo conocí a él, sin pensar en todo lo que pasaría desde su llegada. Destino culiao, te meo. [EDITADA]