Luna
Que lindo el mino que entró con la Rocío.¿Tendrá polola?
—¿Hueona, de verdad no te acordai de él? —me preguntó preocupada la Rocío.
Negué y la miré confundida.
—¿Quién es?
Abrió la boca para decir algo, pero la cerró altiro mirándome con pena.
¿Que chucha esta culia?
—Voy donde el Tomás. —me dijo cambiando el tema. —Le diré que estai bien, no te movai.
—Estoy pal pico y creís que me voy a levantar de esta hueá.
Vi como mi amiga me dedicaba una mala mirada, mientras me levantaba el dedo de en medio.
La amo.
Salió de la pieza y ahí empiezan mis preguntas.
¿Es algo mío ese loco?, ¿De donde lo conozco?, ¿Cómo se llamará?
Pela culiá, tenís pololo.
¡Que mierda!, ¿De dónde saqué un pololo yo?
Estoy más sola que un deo' y voy a tener pololo, mente culiá que piensa hueas.
Y pa' variar, tengo hambre conchetumare.
Cómo no podía gritar porque me había aburrido, cerré los ojos con la esperanza de quedarme dormida.
Pero, pero, pero, pero, una enfermera entró a interrumpir mi sueño.
¡Todo mal ctm!
—¿Cómo se siente? —me preguntó verificando mis signos vitales.
—Mal.
—Le daremos un calmante más fuerte. —me miró. —Hay alguien afuera esperándola, ¿Le digo que pase?
Qué.
—¿Quién?
—Un niño muy guapo, me dijo que se llamaba Simón y a mi parecer se ve bastante mal.
¿Simón?, me suena su nombre. ¿De dónde lo conozco?, ya sé es el mejor amigo del Tomás.
El loquito pesao' que es rico, no lo conozco mucho y lo único que se es que tiene polola.
—Ya. —le respondí restándole importancia.
Asintió con pena y salió de la pieza.
Miré hacía la ventana porque me daba vergüenza que me viera, ¡Estoy toda fea!
—Hola. —me saludó de lejos. —¿Cómo te sentís?
Di vuelta mi cabeza y lo miré.
Estaba muy mal, tenía sus ojos rojos y se notaba que había llorado mucho.
—Pal pico. —le respondí y él trató de sonreír. —Pero, parece que tú estas peor.
Me sonrió apenado.
—¿Qué te paso? —le pregunté.
Hice un espacio en la camilla como pude porque aún me dolía muchísimo la cabeza y con mi mano le hice una seña para que se sentara al lado mío.
—Nada importante. —me dijo con la voz en hilo.
Me dió pena, un cabro tan lindo sufriendo.
—¿Te puedo dar un abrazo? —me preguntó con inseguridad.
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Destino culiao [Chilensis]
Teen FictionNunca creí en el destino, la Rocío creía en todas esas hueás y me insistía en que en verdad todo pasaba por algo, pero todo cambió cuando lo conocí a él, sin pensar en todo lo que pasaría desde su llegada. Destino culiao, te meo. [EDITADA]