― ¿De verdad vas a contarla otra vez?
¿No te gusta la historia?
― Claro, pero una vez está bien, tantas cansa.
Pues duerme. Ellos seguro que tienen ganas de saber qué historia quiero contar.
― Lo dudo… ¡Pero va! Empieza de una vez. Cuanto antes empieces antes… ―fruncí el ceño y callé sus protestas.
Luego volvía concentrarme e inicié mi relato…
Cuenta la leyenda que hace mucho, mucho tiempo, un dragón tenía atemorizado un pueblo entero, el pueblo de Montblanc. Dicho pueblo estaba gobernado por un buen rey al que todos adoraban. Pero para el rey, su más preciado tesoro era su bellísima hija.
El pueblo, a causa del hambre voraz del dragón, le entregaban un par de ovejas diarias para mantenerlo alejado del poblado. Pronto se terminó el sustento para alimentar a la bestia y el rey tuvo que tomar una fuerte determinación. Para evitar que todo el mundo muriese y que el pueblo quedara destruido, cada dos o tres días harían un sorteo para elegir a la siguiente víctima, y así aplacar la furia del dragón. En el sorteo entrarían todos los nombres del reino, absolutamente todos, y de ese modo la elección sería justa.
La leyenda cuenta que primero fue la hija del herrero. Una joven hermosa y trabajadora que pasaba bastante desapercibida. Luego siguió la hija del zapatero. El criador de caballos… Pero un día, la suerte quiso que el papel elegido diera el nombre de la princesa. El rey, desolado, pidió clemencia por su hija, pero no se la concedieron. Muchos antes que ella habían perecido y era justo que si la princesa salía elegida ella también tuviese que cumplir con su destino y obligación. Resignada, la princesa aceptó y se alejó del pueblo para dar su vida por aquello que creía.
Dicen que el dragón nunca llegó a tocarla. Que a tiempo llegó un joven caballero llamado San Jordi a lomos de su flamante corcel blanco. Dicen que él mató al dragón y le entregó una rosa roja a la princesa. Una rosa que surgió de la sangre del dragón.
También dicen que el joven caballero, aunque le ofrecieron la mano de la princesa, no la aceptó y se marchó sin decir nada. Dicen… dicen que San Jordi mató al dragón, rescató a la princesa y salvó un pueblo. Pero no todo lo que se dice es lo que sucede en realidad, ¿verdad?
Las leyendas, los mitos, los rumores, solo son una pequeña parte de la verdad. Y por suerte, el resto de la verdad os la vengo a taer hoy aquí. Porque sé muy bien qué ocurrió con el dragón y quién es San Jordi en realidad.
¿Que por qué lo sé? Lo sé porqué yo estuve allí. Yo era la elegida para ser entregada al dragón.
La pregunta es; ¿Preferís creer lo que dicen… o queréis escuchar mi historia?
― ¿Ah, pero se puede elegir? ―preguntó una voz esperanzada a mi lado.
No, en realidad, lo contaré de todos modos...
― Ya lo imaginaba...
Y aquí es donde empieza mi historia. Justo en el instante en el que mi nombre es pronunciado por la mano inocente. Justo cuando es sentenciado mi destino.
Esta es la historia ―una historia bastante diferente―, de San Jordi y el Dragón.
Y la princesa, claro.
― ¡Claro!
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Hola!! :) Bueno! Esta es otra historia que publiqué hace tiempo en Potterfics. La hice a medida que la subía, pero ahora ya está completa. Así que los capítulos los iré subiendo rápido.
Por ahora solo pondré el prólogo y la portada (que he hecho yo XD) y la empezaré a subir en una semana o dos. Espero que os parezca interesante y os guste :)
¡Gracias por vuestro apoyo!
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La leyenda de San Jordi, el Dragón y la Princesa... ¿O era al revés?
RomanceUna Princesa, un dragón y un caballero de brillante armadura. Pero sobre todo, un misterio atado a una leyenda que los unirá para siempre. ― He dicho que no soy culpable de ser un asesino, lo que no quiere decir que no sea culpable de otro tipo de c...