-el vestido azul es mucho más bonito.
-No, el rojo te queda mejor.
Estábamos peleando por un vestido y mientras tanto Rocko estaba jugando con un hueso.
-Niñas la cena esta lista.
-Gracias nana.
Bajamos por las grandes escaleras y entramos en el comedor, todos estaban es su sitio y me presentaron a Fernando.
La cena comenzó con una amena conversación.
-Nicole, no se si sea mucho atrevimiento pero traje algunas joyas, me gustaría que las vieras. Para ver su podemos entablar una sociedad, es decir, sería fantástico poder ver un diseño tuyo con una joya mia sobre la pasarela.
-No es mala idea, te parece si lo hablamos en un rato.
-Claro.
Seguimos cenando hasta que llego Nicolas, tengo entendido que había llegado en la tarde y yo la habían recibido.
-Buenas noches.
Se sentó en su lugar justo frente a mi y me observó detenidamente.
-Oye, Nik, ¿porque tardaste tanto?
-Me detuve para comprar algunas cosas.
La cena se envolvió en un ambiente incómodo.
-Hijo espero que tus problemas se hayan arreglado.
-Claro mamá, lo solucione al antiguo estilo, me la lleve a la cama.
Me atragante con la comida y comencé a toser fuertemente y sentí como toda mi cara se ponía roja de la verguenza.
-He, Nicolas, es necesario que hables asi, estamos en la mesa.
-Perdoname papá, es que yo solo respondí a la pregunta que se me hizo.
-No lo que pasa es que eres un idiota.
Las palabras de Nicole, me hicieron levantar la vista del plato.
-Mamá, no quería incomodarte, mejor me retiro.
-No. Quedate.
Le dije yo hablando por primera vez.
-¿Por qué? Aquí no es molesto ver mi cara.
-Yo nunca dije eso.
-No pero me exigía que te dejará en paz. Me pediste que no te molestara de nuevo, asumo que no soportas ni mirarme.
-Si, sabes que tienes razon, mirarte me da jaqueca. Eres la persona más odiosa que conozco.
-Yo soy odioso,¿ y tu qué? Le contaste a toda la escuela que yo era guey.
-Pues tu no te quedaste atras, tuviste que decir que te habías acostado conmigo para que todo el mundo lo escuchara.
-Oh, perdóneme sualteza, no sabia que la avergonzaba.
-Claro que me averguenza, no me gusta la idea de que me vinculen contigo.
-Pues por eso, si tanto asco te doy, mejor me largo para no bonitas tu comida.
-No sabes que, quedate, esta es tu familia, yo solo estoy importunando. Ademas, ya perdí el apetito.
Me levante de mi puesto y el volvió a hablar.
-¿Lo eguirás haciendo?
-¿Que?
-Dejarme como el malo, yo no te he hecho nada, simplemente he intentado conocerte.
-Bonita forma.
-Eres una maldita niña inmadura, que no entiende nada.
-¿No entiendo nada? Y según tú ¿Que debería entender? Que eres un picaflor incurable y que no soportas que te digan que no.
-Ves, no te callas la boca, no escuchas.
-Tal vez no escucho porque no quiero.
-Renuncio, eres una chica extremadamente rara. Un día salimos, te diviertes, jugamos, comemos juntos y al otro me odias y no quieres verme ni en pintura.
-¿Por qué sera?
-No lo se, eso es lo que no comprendo.
-Pues yo tampoco tengo idea, solo quiero que me dejes en paz.
-La reina de los diamantes piensa que todos somos tan perfectos como ella. Y sabes que, no, no somos perfectos.
-Pues la reina de los diamantes tampoco es perfecta. Pero no me interesa tubopinion, yo solo quiero olvidarme del maldito día en el que fui a esa pinche fiesta.
-¡YA BASTA!
Un grito de Alexandra que me sorprendió notablemente.
-No quiero escucharlos más, discutan afuera, en donde nadie tenga que escucharlos.
-YO mejor me voy a dormir, hasta mañana y disculpen.
Salí del comedor y corrí a la habitación que comparto con Alexa. Me encerré adentro y una vez sola, las lágrimas empezaron a salir.
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Mi Mejor Enemigo
RandomEn el campus de la Universidad británica Cambridge, estudian los hermanos Vermont, Alexandra un chica dulce y encantadora que dedica sus días a la Administración de empresas y Nicolas un chico que aunque ama las leyes no sólo se dedica a estudiar si...