Y otra vez, años después estoy nuevamente observando el campus de la Universidad británica Cambridge desde la altura de mi elicoptero, hoy como hace unos años atras estoy nerviosa y tengo mucho miedo, solo que ahora ya no son los mismos motivos, ahora tengo miedo de encontrarme con él, miedo a no poder resistirme a sus ojos azules, miedo a no poder olvidarlo nunca y muchos nervios por lo que estaba por venir. Nuevamemte el jodido clima de Inglaterra me hace maldecir. Pero se que los dos dias que estaré aquí serán provechosas, mis padres viene conmigo, aunque se van en cuanto se acabe el otorgamiento, yo y todos los demás volvemos mañana a casa
Mis hermanos miran todo como si fuese una fantasia, la grandeza del lugar y la majestuosidad de los edificios sorprenden a quien los ve por primera vez, y los ojos inexpertos de mis hermanos observaban todo con sumo cuidado.
La reunió de mi carrera comenzó y mis padres estaban orgullosos cuando mi maestra me dio mi título con menino honorifica.
Indiscutiblemente este día aunque se repitiera mil veces volvería a ser emocionante.
Todos los de mi especialidad nos abrazamos y nos felicitamos, mis padres se fueron, pero no sin antes reiterar me lo orgullosos que se sentian. Una vez estuvimos en la fiesta donde se reunían todos me sentí nerviosa nuevamente.
-Anaaaaa. Oh dios cuanto te extrañe, solo dos unos días y sentí que fueron años.
-Estas divina, te veo radiante, que sucedió que aún no sé.
-Pues no, solo me alegra volver a ver a mi mejor amiga del mundo mundial.
-Cuanto amor.
Le dije sarcastica y sonrei. Sonrisa que se opaco cuando sentí la intensidad de una mirada sobre mi, era él, me estaba mirando fijamente y sentí como mi corazón latía a la velocidad de un cohete. Sentí que estaba a punto de morir. Una gran ola de calor invadio mi cuerpo y aunque no hubiera querido termine sonriendole y al parecer el lo interpretó mal porque se acercó rápidamente.
Alexa se alejo al mismo son y me dejo sala hasta que llego él.
-Te vez fenomenal.
-Gracias. Tú no te vez mal.
El sonrio ampliamente y luego hizo una mueca antes de volver a hablar.
-Ya no te molesta tenerme cerca.
-Si Me molesta mucho, pero...como hoy es el ultimo dia, creo que nuestra enemistad puede tomarse unas horas de tregua.
-¿En serio?
Fingió mucha sorpresa y aunque hubiese querido reprochar o fingir enfado no pude, su expresión me hizo sonreir nuevamente.
-si, es en serio, ya no te volvere a ver y creo que me gustaría llevarme algún recuerdo bueno tuyo.
-Yo pienso igual.
Eso lo dijo bajito como pidiendo disculpas o lamentándose de algo.
-Bueno, mejor busco a tu hermana.
-Oh, podrías bailar conmigo.
Sorpresa, eso y un recuerdo me hicieron soltar una carcajada, aunque creo que fue más por nervios.
-Recuerdo nuestra primera fiesta, me hechaste y te molestase por mi presencia.
-Bueno, pero luego entendí que eras la única que debía estar ahí esa noche.
-Mejor bailemos.
-Vamos.
Me tomo la mano y nos dirijia os a la pista. Bailamos juntos por un buen rato, moviamos el cuerpo al mismo compás y sus manos estaban en mis caderas. Su boca esta en mi nuca y me estremecía cada vez que sentía su aliento en mi cuello.
Las canciones rápidas se fueron y ambos estábamos sudados, pero con ganas de seguir bailando. Musica suele sonó y sus manos me voltearon para dejarnos frente a frente.
Yo diría que le mayor reto de mi vida será bailar con el a tan poca distancia sin besarlo, sus labios están entreabiertos y subir la mirada a sus ojos era peor porque allí encontraba la mayor de mis debilidades.
La música fue parando y nuestro cuerpos estaban cada vez más unidos, entonces paso, lo que yo con tantas ansias intente evitar. Me beso, un beso suave y tierno, sentí como examinaba cada lugar de mi boca, como si quisiera aprenderse la de memoria, sus manos se enredar en mi pelo de una firma suave y delicada. Pero la cansion acabo y la magia con ella. Nos volvimos a mirar a los ojos y todo mi cuerpo se estremeció por la mirada oscura en sus ojos.
Pero el miedo fue mayor, si tengo algo con él, sufrire, el vi e en España y yo en Nueva York, como lo veria, no, Analia tienes prohibida esa prueba inesesaria en tu vida. Ademas, es Nicolqs, me pondría el cuerno a diario.
-Yo...lo...siento.
Me solté de el y sali corriendo.
-Espera.
Me tomo del brazo y me hizo quedar frrnte a él.
-Nicolas no.
-¿Por que no?
-Porque no se puede, porque tu tienes tu vida y yo la mia, porque es imposible, tú no me amas, solo estas fascinado por como te he tratado esto no funsionaria.
-Analia dame la oportunidad de demostrarte que te amo.
-No, no me amas, eso no es cierto.
-Si es cierto, me muero por ti, jamas sentí esto, cerca de ti todo en mi cuerpo se activa, me encanta verte enojada pero más verte sonreir, no me rechaces, yo te amo.
-Desde cuando desidiste eso.
-No lo desidi. Es...es algo que siento, porque no puedes creerme.
-Mira Nicolas, no... no puedo confiar en ti, tú, no lo se...¿por que debería creer en ti?
El de quedo callado y yo me encamine a irme.
-Ne gustas...-Lo dijo bajito pero no lo suficiente, en la soledad de campus y con la música de fondo se entendió bien lo que dijo. Me detuve pero no fui capaz de voltear.-Me encantas, toda tú, no se desde cuando, ni como, pero cada noche sueño contigo, tus besos me saben a miel, cuando sonríes todo a mi alrededor se ilumina y cuando estas así de cerca todo mi cuerpo entra en tension. No tengo dudas, yo, me enamore de ti, y lo creas o no es así.
Esas palabras me hicieron temblar en mi lugar, y agradecí estar de espaldas para que el no notara las lágrimas derramarse. Todo porque se, que nunca podré estar con él. Nunca funcionaria a distancia y menos en un inicio.
-Lo lamento Nicolas, pero...no es posible.
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Mi Mejor Enemigo
RandomEn el campus de la Universidad británica Cambridge, estudian los hermanos Vermont, Alexandra un chica dulce y encantadora que dedica sus días a la Administración de empresas y Nicolas un chico que aunque ama las leyes no sólo se dedica a estudiar si...