Condena De Amor

Capitulo XIV

Capítulo 14

*** Hospital, Sala de Emergencias ***

"Familiares de Esteban San Román..."

-Sí, Doctor...- respondo rápidamente, poniéndome de pie y acercándome a recibir noticias de Esteban.- Soy su amiga... Él no tiene familiares aquí en México, por favor díganos como esta...

Soy consciente de la presencia de mis hijos a mi lado y es por eso que decido ocultar lo que me relaciona a Esteban. Ya bastante indiscreta fui al encontrarlo y correr a él en aquella carretera. No quiero alarmar a Héctor y a Estrella más de lo que ya he hecho, pero a la vez tampoco puedo evitar sentirme preocupada por él.

-El paciente se encuentra estable...- informa el médico y me invade una sensación de alivio ante la noticia.- Afortunadamente no sostuvo lesiones de gravedad... El golpe en la cabeza no indica algún daño permanente... Lo único de cuidado y que mantendrá al señor San Román en reposo es la fractura en el muslo izquierdo que le causo el impacto del choque... Siguiendo las indicaciones médicas al pie de la letra garantiza una recuperación al cien por ciento... ¿Tienen alguna pregunta?

-¿Puedo verlo?

-Mamá... Ya es tarde...- dice Héctor en un intento por hacerme cambiar de opinión.

-Vayan a casa... En un par de horas los alcanzo...

-Yo me quedo aquí contigo, mamá...

-No, Estrella... Hijo, por favor llévate a tú hermana... Los miro en un rato, ¿sí?

-Te esperamos los dos...- sugiere Héctor está vez.

-Por favor...- imploro ante la insistencia de ambos.- No puedo dejar a Esteban solo... Hagan lo que les pido y en cuanto pueda estaré con ustedes... Por favor...

-¿Por qué te preocupas tanto por él, mamá?

La pregunta de Héctor me toma por sorpresa. No por su contenido sino por el tono en la voz de mi hijo. Me reprocha que me preocupe por alguien que para ellos es un completo desconocido. Lo miro a los ojos, después a mi hija quien al igual que su hermano me observa con confusión.

-Después hablamos, ¿sí? Ahora no es el momento...- les digo a ambos, quienes dándose por vencidos pero molestos conmigo se marchan hacia la salida al fondo del pasillo.

-¿Se siente bien?- pregunta el Doctor, al verme llevar una de mis manos a la cabeza.

-Sí, Doctor...- respondo, ignorando el leve mareo que me aqueja.- Por favor lléveme con Esteban... Necesito verlo...

-Sígame...

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*** Habitación de Esteban ***

Seco una lagrima que cae y humedece mi rostro al verlo tendido sobre la cama, inconsciente. Sostengo su mano entre las mías y agradezco al cielo que se encuentre bien. No sabría que hacer sin él. El temor de volver a perderlo me invade y llevo su mano a mis labios, besándola con delicadez, necesitando ese contacto de su piel más que nunca.

-No quiero perderte, mi amor... No ahora... No nunca...- susurro contra su oído, acariciando con cuidado su cabello.

Pierdo la noción del tiempo, contemplando su rostro mientras duerme. Se queja en ratos y hasta parece querer despertar pero el medicamento se lo impide. Me preocupa su reacción al volver en sí después de la verdad que descubrió sobre Alba. No evito culparme por su accidente, debí esconder aquel diario, ocultarle su contenido a Esteban. Para protegerlo. Solo por eso.