Capitulo 17
*** Mansión San Román ***
-Esta puede ser tú habitación... ¿Qué te parece?
Entro con Estrella a una de las recamaras situada al fondo del pasillo. Falta amueblarla, pero aun así es espaciosa al igual que las demás habitaciones de la mansión. Mi hija mira a su alrededor, maravillada. Estoy tan feliz de tenerla nuevamente a mi lado, a ella y a su hermano. Esteban tiene razón, esta es su casa y no merecen estar en otro lugar que no sea aquí. Con nosotros.
-Es magnifica, mamá...- comenta Estrella con una gran sonrisa plasmada en su rostro.
-La arreglaremos a tu gusto, hija... Quiero que Héctor y tú se sientan bien estando aquí... Como en casa... Porque eso es lo que esto es, su casa...- le aseguro a mi hija.
-Gracias, mamá... Aunque quisa me porte un poco grosera, no me cuesta reconocer que el señor San Román es bueno... Y lo que más me entusiasma de venir a vivir aquí es poder estar contigo y cerca de mi hermanito...- agrega Estrella sonriente al decir esas palabras.
-No sabes lo feliz que me hace escucharte decir eso, mi vida... Aunque debes saber que todavía no sabemos si será niño o niña...- respondo, sonriendo al pensar en la llegada de mi bebé.
-¿Y cuándo lo sabremos?
-Bueno no habíamos pensado enterarnos hasta que nazca, pero si quieres esta noche hablo con Esteban y podemos hacer una cita para un ultrasonido... ¿Qué te parece?
-No, mamá si él prefiere esperar está bien... No quiero que cambien sus planes por mi culpa...
-Nada de eso, mi vida...- la animo.- Este bebé es de todos así que tomaremos una decisión en familia... ¿De acuerdo?
-Esta bien...- asiente con cierta timidez.- En familia...- agrega, sonriente después de un breve momento de duda y confusión ante mis palabras.
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*** Patio ***
Camino con mi hijo a las afueras de la mansión. Ambos en silencio. Aun nos cuesta entablar conversación, pero el estar juntos ya es un paso al frente. Él observa todo a su camino, en especial un pequeño estanque situado a un extremo del extenso jardín.
-Cuando eras pequeño, te encantaba corretear por todo este lugar...- digo yo, sin evitar sonreír al pensar en aquellos momentos.- Más de un susto nos sacaste a tu madre y a mi cuando se te ocurría ir tras los patitos que se juntaban en ese estanque que esta allá...
-Lo recuerdo...- responde Héctor, riendo al igual que yo.
-¿De verdad?- pregunto asombrado.
-Vagamente... Desde que lo miré a usted, desde que vine por primera vez a esta casa he tenido pequeños recuerdos... O tal vez siempre estuvieron ahí pero no pensé nada de ellos... Me pregunto si a Estrella le pasa lo mismo...
-Era mucho más pequeña que tú cuando... Todo aquello ocurrió...
-¿Cuándo piensan decirle la verdad?- pregunta mi hijo, aun hablándome de usted.
-No lo sé...- respondo con honestidad.- María y yo tendríamos que encontrar el mejor momento para hacerlo...
-Bueno creo que, conviviendo a diario con ella dará paso a ese momento...- asegura mi hijo.- No voy a negarle que para mi sigue siendo un poco difícil asimilar todo esto pero... También estoy contento...- dice, sonriendo ampliamente de una forma que me llena el corazón de alegría.- Porque te tengo, papá... Y no sabes cuanta falta me hiciste durante todos estos años...
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Condena De Amor
RomanceHace quince años, a Esteban lo culparon de un crimen que no cometió pero hoy está de regreso en busca de justicia y de todo aquello que un día le fue arrebatado...