La Razón De Estar Contigo.

Capítulo 10.

Se siente bien cierta sensación en el pecho, digo, hacia mucho (desde la primaria para ser exactos) que nadie me esperaba en la salida de la escuela, y el hecho de que ahora sea el chico más lindo y atractivo sobre la fas de la tierra, bueno hace que eso sea mucho más reconfortante.

Ryan, -Suspiro dramático- no sé exactamente que somos, solo sé que nunca había tenido algo tan increíble con alguien.

Siento mis mejillas ruborizarse levemente al recordar la escena de hace un rato.

Ryan estuvo durante toda la primera clase en el aula, escondió las gafas del profesor, (alegando que estaba coqueteando conmigo a pesar de ser un señor de 40 años) y tiró a la basura el portafolio de Noah, con la excusa del otro día.
Luego de eso Ryan me convenció de que me saltara la segunda clase, dijo que él se encargaría de conseguirme todos los apuntes, y bueno, no es como que las clases de la señorita Hinn sean muy aburridas he insoportables, pero vamos, era eso o besarte con tu no novio dueño de tus suspiros en el baño.

Continuo con mi camino entusiasmada, Ryan dijo que estaría esperándome y el solo pensar que al verlo estampará sus labios con los míos.

Lo visualizo y mis pasos comienzan a ser más apresurados. Pero Ryan no voltea a verme. ¡Hey Ryan, mírame! Quiero gritarle pero me sostengo.

Esto es confuso. De repente me siento incómoda, los rastros de alegría se borran de mi rostro y en lugar aparece confusión, celos y hasta enojo. Ryan está charlando con alguien más.

Al parecer siente mi presencia cuando me voltea a ver, entonces puedo ver su sonrisa y los celos abundan más fuertes en mi.

-Rachel. -Dice.

Rachel. Richil. ¡No! Quiero explotar de rabia y preguntar qué mierda. ¡¿Por qué mi novio está hablando alegremente con una chica que no está fea fuera de mi escuela?! ¿Y entonces nuestros besitos qué? Además me ha llamado Rachel, ¿Qué pasó con llamarme nena o bonita? O al menos Rae.

Cierro los ojos rogando calmarme y tomo aire un par de veces.

Sonrío abiertamente mientras abro los ojos y termino por acercarme a ellos. -Ryan. -Digo poniéndome de puntillas y dándole un beso en la mejilla. -¿Te hice esperar mucho?

Veo sorpresa en su rostro, se que él no esperaba el que yo llegara de cierta manera, nunca lo había hecho, tan siquiera había pensado en hacerlo vaya.
O tal vez está cuestionando mi acción, odio olvidar el hecho de que solo sea visible para mi, y al parecer para la chica.

-No. -Responde sonriente y la próxima acción me hace sorprenderme. Toma mi mano con la suya y la lleva levemente hasta su boca para darle un leve beso. -El caballero Ryan está listo para cuidar a su dama. -Sonrío ante comentario y acción. Alguien debería decirle algo. Y con esa simple y tonta acción todo rastro de coraje parece desaparece de mi.

Ella es Amanda. -Dice. -Ella es.. bu-bueno aquí solo tú y yo podemos verla. Ella va a, es complicado joder.

-Tú madre también puede verme Rae. -Habla ella atrapando mi atención. -Es una especie de alucinación, algo trabajado. Ryan me contó sobre lo que enfrentan, es peligroso, a veces actuamos sin haber pensado antes, yo.. bueno yo hice algo como vender mi alma al diablo, no tengo mucho que perder en ayudarles.

-Amanda rompió las reglas que te mencioné el otro día, ella no podrá jamás tener descanso.

Trago duro al escucharle. Ella suena tan relajada y tan cómoda, ¿No le importa ser eternamente un alma en pena?

-¿Rae no vas a decir nada? -Pregunta Ryan haciéndome voltear a mirarle.

-Eh.. -Niego en repetidas ocasiones para concentrarme en el ahora.