Por fin estaba encerrada en mi apartamento, tirada en mi cama y aún vestida. Había dejado a Lex en su puerta hacía ya media hora y yo no dejaba de darle vueltas a todo lo sucedido esa noche, definitivamente no sentía ningún tipo de atracción por Hugo. Le debía un par de explicaciones a mi mejor amiga, pero estaba demasiado cansada. Se las daría en otro momento y mientras, no estaba dispuesta a seguir perdiendo mi tiempo de esta manera así que fui a ducharme.
Con una camiseta XL de Hello Kitty a modo de pijama volví a tirarme sobre la cama después de la ducha, me estaba quedando dormida cuando oí unos ruidos constantes y fuertes contra la pared de mi habitación.
- ¿Qué...? -me acerqué a la pared para escuchar mejor, ni siquiera sabía que ya hubiera alguien viviendo a ese lado del apartamento pues no había visto a nadie entrar ni salir. Los sonidos se escuchaban más claros ahora, jadeos, gemidos, chirridos... - ¡Joder qué asco! -miré mi móvil, eran las cuatro de la madrugada.
Salí disparada hacia el apartamento de al lado y aporreé la puerta con fuerza. Nada, volví a golpear esta vez más fuerte. Cuando ya pensaba que nadie iba a abrir, un tipo en calzoncillos y con cara de mala hostia abrió la puerta. Un aroma a perfume masculino y sudor golpeó mis fosas nasales, me perdí en su rostro, en su musculado y suave torso, en su marcado abdomen...
- ¡¿Qué?! -me había ladrado, literalmente, eso fue suficiente para volver a la realidad del momento. Su voz sonaba grave y ronca, pero no me dejé intimidar.
- ¡¿Cómo que qué!? Dejad de hacer ruido, no estáis solos en esta planta. Hay gente que quiere dormir. -crucé los brazos en gesto de enfado.
Mala idea. Aparte de pronunciar más mis pechos provocó que la camiseta se levantara un palmo dejando parte de mis muslos a la vista. En ese momento fui consciente de la poca ropa que llevaba.<<Mierda>>,pensé.
Descrucé rápidamente los brazos, pero era demasiado tarde, él se había dado cuenta de todo.-Bonito pijama. -comentó como si fuera la cosa más graciosa del mundo.
<<Gilipollas...>>, mascullé en mi mente. - ¿Quieres unirte guapa? - continuó hablando, alargando las palabras, apestaba a alcohol. Sonrió lascivamente recorriendo con la mirada mi figura de arriba abajo al preguntarme aquello. <<Y además capullo integral>>, comenté para mis adentros.-Cielo, vuelve aquí que me enfrío... -una chica despampanante salió en su búsqueda desde la oscuridad de la habitación.
Compuse una mueca y di un paso atrás.
-No. -lo miré por última vez y volví a mi apartamento no estando dispuesta a seguir soportando su mirada.
Ya bajo la protección de mi habitación volví a la cama, con suerte podría dormir un poco. Pero mi mente no estaba por la labor, además de que tal y como esperaba seguían fornicando en la habitación contigua. Repasé en mi mente la imagen de ese tipo al abrir la puerta, no estaba muy aliñado que digamos teniendo en cuenta la situación en la que lo había visto, pero era indudablemente atractivo. Su piel era muy clara, parecía que fuera hasta sedosa, por lo que había podido apreciar no tenía ni un solo vello en su cuerpo. Una barba de unos dos días cubría su marcada mandíbula, sus ojos color avellana y poblados de largas pestañas habían atravesado los míos con odio al inicio por haber sido interrumpido. Sus labios... Rosados e inflamados por haber estado besándose... Y luego recordé a la persona que lo acompañaba.
<< ¡Alto ahí! ¿Qué te pasa, idiota? Estaba con una tía, deja de fantasear con él y duérmete de una puta vez.>>, me regañé a mí misma tapándome la cara con la almohada, golpeándola contra mi rostro un par de veces. Conecté los auriculares a mí móvil y puse en bucle mi canción favorita para dormir, "Perfect" de Ed Sheeran dejándome arrastrar hasta el mundo de Morfeo.
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El amor a la inversa
Mystery / ThrillerUna adolescente francesa sufre un acontecimiento inesperado que la traumatiza pero consigue escapar y comenzar una nueva vida... O eso cree ella. Pronto descubrirá que las pesadillas no solo habitan en los sueños.