~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-

Capítulo 3. Probando se aprende.

Narra (t/n):

Bajar la montaña todavía se me hacía un tanto largo, pero me comenzaba a acostumbrar. Sobretodo, era mejor ir conversando con Okuda. Tartamudeaba a veces, pero a pesar de que sus temas principales eran las ciencias, tenía conocimientos de cultura general. 

—Okuda-chan, necesitas las letras urgentemente. —comenté seria. Ella me miró alarmada.

—¿Por? B-bueno sí, por mi presencia pero...

—No es solo eso. —la corté. La miré y la tomé de los hombros. —Harás grandes descubrimientos y serás muy buena... todos los grandes científicos necesitan dar discursos... y hablar en público. Tú tienes el conocimiento, te falta la expresión. Por así decirlo, tienes el material, pero todavía debes modelarlo. —expliqué. Ella se sonrojó levemente. 

—E-entonces aprenderé de ti. —prometió, bajando la cabeza, pero mirándome. Sonreí y alcé su barbilla con una de mis manos, com delicadeza. 

—Primero, cuando marques autoridad, la barbilla alta pero no superior. —aconsejé. Ella asintió y sonrió. Continuamos nuestro camino hasta llegar abajo, donde divisé por el rabillo del ojo a un peli-naranja. Cuando pasamos a su lado, le ignoré completamente, atrayendo la atención de Okuda para que no se fijara en él.

—Mira quien tenemos bajando la montaña... —se burló, pero seguí ignorándole.

—... y con una inútil de su misma clase mental. —finalizó otro. Respiré hondo y me giré, sonriendo inocente. Okuda también se giró, nerviosa. 

—Vaya, no me di cuenta de que estábais aquí, que sorpresa. Hola zanahoria, intento de guapo, rechoncho inútil, intento de bilingüe y tipo amalgama. ¿Sabéis lo que es una amalgama, cierto? No quiero tener un vocabulario demasiado extenso. Oh, si lo preferís, lo puedo decir en dos idiomas más. —repliqué sonriendo burlona. Cambié mi expresión a una más sorprendida y arrepentida. —Oh, lo lamento, se me olvidaba que no tenéis cerebro. —añadí. Todos fruncieron el ceño, pero era más fuerte el de Asano, como siempre. 

—Lamento interrumpir tu camino (t/a), pero no creía que un colegio de ricos te escupiera a la clase E... —dijo, intentando herirme, pero a cambio de eso, me reí a carcajadas. 

—Que chiste más bueno. ¿A mí?¿Escupirme a la clase E? Perdona, pero yo quise ir allí porque pienso subir la clase E a un nivel superior que la A. —me reí. —Pero para qué hablar con un montón de idiotas que necesitan a Asano-junior-kun para todo y este a su papito controlador. —añadí en tono hiriente. Él apretó los puños furioso. 

—Intenta ir por nosotros, pero caerás de bruces ante todas las clases, especial la A. Me reiré de ti, junto a todos y al director. ¿Debería denunciar ese comportamiento al director? —amenazó. Alcé la barbilla.

—Hazlo, pero no puede hacerme nada. Ambos conocemos las reglas bien y... aunque me hechase, bueno... estoy bien colocada en este tablero.—me encogí de hombros, restándole importancia. —Quiero que comience la guerra Asano-kun, ¿cumplirás tus amenazas? —cuestioné. Él sonrió seguro. 

—Tenlo por seguro. —juró. Sonreí y me giré para irme recordando algo más.

—Ah, por cierto, no quiero que os metáis con nadie de la clase. —añadí. 

—¿O qué? —preguntó. Me giré de reojo a verle y sonreí siniestramente. 

—Piensa. —respondí. Comencé a caminar junto a la pequeña de trenzas.