Narrador omnisciente:El sol, la suave brisa, una clase al aire libre, las miradas entre amigos... el sonido de los cuchillos cortando el aire. Qué perfecta clase. Sobretodo, cuando Karasuma no paraba de quejarse de como atacaba con el cuchillo la joven (c/p), ya que parecía querer matar a su compañero de verdad. Al final, aceptó hacerlo a su forma, aunque la seguía resultando más cómodo su método.
-No desviéis la mirada, predecir los movimientos del objetivo, solo así conseguiréis bloquear hasta la última de las rutas de escape. -ordenó. Suspiró y fijó mi mirada en Naguisa. La habían puesto con él, aunque la verdad se hubiera divertido más con Karma, pero no había de otra. De todas formas, Naguisa podía escaparse rápidamente por su poca presencia. De esa forma, eso también la entretenía.
Karasuma pensaba sobre los estudiantes.
Isogai Yuma y Hiroto Maehara: Ambos tienen buenos reflejos y cada vez sus cuchillos alcanzan al objetivo cuando trabajan en equipo. Recordó varias peleas con ellos dos. Eran rápidos y se coordinaban.
Karma Akabane: A simple vista parecía evasivo y disperso, pero su mirada esta llena de astucia. Además, parecía divertirse cuando iba contra él.
Luego, estaban las chicas: Hinata Okano con sus movimientos de gimnasia rítmica derivados de su etapa gimnasta, Megu Kataoka, con un alcance e ímpetu comparable al de los chicos. Y (t/n) (t/a), lista y atenta, pero tranquila y calmada. Ocultaba bastante bien cuando atacaba y cuando no, además de ser evasiva y jugar mucho con el objetivo. No mostraba sus músculos en tensión, casi parecía que se movía al azar. Pero no era así, la gustaba jugar con su presa como un depredador demasiado fuerte.
Todos esos rasgos les hacían destacar como asesinos.
Y luego estaba Koro-sensei, el paracigma del profesor perfecto, alguien a quien resultaría inconcedible asesinar....
-Haga el favor de no pensar cosas por mí, lárguese de aquí, objetivo. -cortó, provocando una risa en el ser amarillo.
Varios le atacaban a la vez, hasta que sintió una presencia extraña. Sintió como si una serpiente gigante se enrollara a su alrededor. Por instinto, tiró a quien le atacó por la espalda. Naguisa fue tirado al suelo con fuerza, provocando un quejido de dolor por parte de este. Todos se giraron sorprendidos. La chica se acercó rápidamente y le ayudo a levantarse.
-Wow, debió doler. -comentó, mirando de reojo al profesor. Estaba asustado, pero no sabía el motivo.
-Lo siento, te bloqueé demasiado fuerte. -dijo.
-Estoy bien.
-Serás idiota, tienes que mantenerte alerta. -se rió Suguino.
-Pero era un buen plan, atacar por la espalda sigilosamente. Aún así, sigue siendo del ministerio de defensa, lo notó. -le animó la chica. Koro-sensei miraba atentamente desde la lejanía. Cuando acabaron las clases, Karasuma recogió sus cosas y comenzó a alejarse. La inocente peli-naranja se acercó a él.
-Karasuma-sensei, acompañenos a tomar algo después de clase. -pidió.
-Agradezco la invitación, pero tengo mucho que hacer. -declinó la oferta con seriedad. Esto solo desanimó a la chica. Todos pensaban que era demasiado lejano a ellos. La chica sabía que era un profesional que fue entrenado así y por el momento, trataba de aprender a hacer su rol de profesor.
-¡Eh! ¡Karasuma! -le llamaron. Todos giraron su vista a la persona dueña de esas palabras. Era un hombre regordito, con numerosas bolsas y cajas. Tenía cara de ser simpático, aunque eso le dio mala espina a la chica. ¿Quién era? ¿Qué hacía allí?
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~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-
FanfictionÉl era un diablo sádico y burlón, que disfrutaba con la violencia y con las jugarretas. Ella era una diablesa controladora, misteriosa y con un lado sádico que esconder. Dos perfectos asesinos que aunque no lo creyeran, tienen sentimientos y derecho...