Capítulo 4. Las clases.

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Narra (T/N):

La clase entera optó por la opción de que diera la clase. Tenía claro que no terminaban de confiar en mí. El pulpo había borrado toda la información de la pizarra y leí por encima el libro para saber hasta donde daría. Sonreí y me levanté, caminando hacia la pizarra y el frente de la clase. Caminé con seguridad pero tranquilidad. Tomé la tiza y comencé a escribir una cifra en la pizarra, un número grande. Me giré.

—¿Qué es esto? —pregunté. Karma levantó la mano. Le miré, dando permiso.

—Un número. —respondió.

—¿No?¿Enserio? Creía que era una obeja espacial. —le contesté. —Sé que es un número.

—No lo parecía, (t/n)-sensei, se lo recordaba por seguridad. —discutió con su sonrisa burlona..

—Ja ja. —reí sarcástica.

—Koro-sensei, si ahora (t/n)-chan es profesora, ¿es oficialmente durante esta hora maestra? —cuestionó.

—No Karma-kun, lo será por todo el día. —decidió el pulpo. Mientras tanto, yo había continuado la clase y había preguntado a Okuda, que respondió mejor que Karma, obviamente. "Va a buscar destrozarme psicológicamente..." deduje.

—¡Oye!¡Qué eso solo es un número lo sabemos! No busques escusas y da la clase. —se quejó Teresaka.

—Ryoma Teresaka, llegó aquí por notas muy bajas, ya que los listos suelen ser aquí los fuertes, al tener apoyo del director. Matón, con un grupo con tampoco alta expectativas ni entre ellos ni hacia ellos. Un suspenso, no te importaría, estás acostumbrado. —comencé de memoria, continuando escribiendo en la pizarra. —Sin embargo, un castigo de 48 días sí te importaría, ¿cierto? —solucioné, girándome de reojo a verle. Se sorprendió levemente por mis palabras. —Esto es sencillo Teresaka-kun, ahora tengo poder gracias al pulpo. Si ya podía hundirte la vida, ahora puedo hacerte sufrir más. Pero esa no es mi intención. Por mí, esto podría ser interactivo y animado, pero no significa que puedas hacer lo que quieras. —expliqué. —Dos cosas: la primera es que primero escuchar y luego opinas. La segunda es que sé lo que quieres y lo que no, soy buena, pero no tan flexible. O a las buenas, o a las malas. —finalicé.

Narra Karma:

Tras esas palabras, mi objetivo de hacerla caer aumentó más. Sin embargo, a pesar de mis pullas, ella me respondía o ignoraba. Por otra parte, no enseñaba mal. Okuda participó mucho, gracias a que ella podía ver sus ganas. Pero eso no apartó a los demás. Atendía perfectamente varias dudas a la vez, leía en los rostros la duda o la respuesta. Además, ella tenía una forma clara y precisa de expresarse, pero a la hora de simplificar, de la cosa más teórica, podía convertirla en la mayor tontería jamás oída, para que se comprendiera. Además, sabía qué le gustaba y entendía cada uno. Por un momento, la comparé con Koro-sensei. No era tan impresionante y obviamente era más límitada, física y mentalmente. Pero... también era distinta. Cercana, pero con paciencia limitada. Comprendí rápido que no aceptaba las faltas de respeto. Y su mirada seria cuando amenazaba, intuía que daba miedo, aún si no lo había sufrido yo directamente.

—(t/n)-sensei. —la llame, alzando la mano. Ella me miró curiosa desde la mesa de Nakamura, que la preguntaba por algún asunto del ejercicio que había propuesto. —Si ya hice el ejercicio mentalmente, ¿es necesario plasmarlo en papel? —pregunté con una sonrisa divertida.

—No me gusta hacer exámenes orales, no puedes revisar el enunciado y se me da bien enredar cosas con palabras. —comentó. —Sí, escríbelo. Todavía no tienes los dedos rotos. —respondió. Chasqueé la lengua molesto. —No te preocupes, no saldrás a la pizarra todavía. En cinco minutos saldrá Maehara-kun para asegurarse de sus dudas, ¿quieres? —propuso. El rubio solo asintió agradecido.

~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora