Narra (t/n):
Me acerqué rápidamente, consciente del poco tiempo que había. Algo nerviosa lo abrí, encontrando en el compartimiento una nota y una pequeña caja.
"Debería ser una solución, pero no es seguro que funcionen ambas, o siquiera alguna. Puede que incluso funcionen ambas sin problemas.
Espero que, de nuevo, el Karma esté de tu lado hermanita.
Siento haberte herido, pero ahora que estoy a punto de caer y ceder, no estoy seguro de si me daré cuenta de ti, así que ve con cuidado y te quiero. No lo olvides mi pequeña rosa."
Abrí la caja, dónde había dos agujas con un extraño líquido de color claro en su interior. Lo miré algo dudosa, antes de guardar la caja en el uniforme junto con la nota y salir. Y iba con retraso pero no importaba.
—¿Dónde estás? ¿Hubo problemas? —me preguntó Karma por el dispositivo que nos había dado Karasuma semanas antes.
—No, tranquilo... solo encontré una cosa... voy en camino, la estrategia que te dije, ¿bien? —aunque mi plan original era ir por el otro lado de la montaña acabando con ellos, Karma me llamó y me fui junto a él para dirigir.
—¿Qué encontraste? —cuestionó mientras mirábamos.
—Una solución a todo esto. —contesté fijándome en los chicos. —Isogai, Megu, cuidado a vuestra derecha. Maehara, cúbreles. —una mano del pelirrojo se posó en mi mejilla y me giró a verle, aprovechando para besarme con cariño.
—Te amo. —dijo sincero, mirándome a los ojos. Sonreí con un ligero rubor.
—También te amo, Karma.
—¡Pareja! ¡No es momento de ponerse cariñosos! —gritó Teresaka algo molesto por nuestra actitud, aunque yo creía que más bien estaba incómodo de tener que oírnos así.
—Como sea, tú y los idiotas ir a la derecha, a unos 300 metros hay otro. —posé un beso en la mejilla del pelirrojo y me centré en la operación.
Hasta que uno de los buenos apareció a causar problemas. Les dirigí a todos allí, dejando que Naguisa diera una palmada y Karma la patada de hacha. Yo iba mucho más despacio, cuando detecté un movimiento no muy lejos.
—¿Vienes o no?
—Id yendo, me encargo yo de uno aquí. —no dijeron nada y fueron junto al pulpo.
Iba mucho más despacio ya que cuidaba la caja en uno de mis bolsillos y tampoco quería ser descubierta. Pero, según más me acercaba noté que no era un agente del ejercito, eran Shiro y ese tal 2.0 que se dirigían a la clase E. Traté de saltar y pillar al de blanco desprevenido, pero antes siquiera de hacer un movimiento me estaba agarrando del cuello contra un árbol con una sola mano.
—Menuda idiota, pensé que serías más inteligente pero te atontaste con esa clase, tratando de protegerles. —forcejeé para que me soltase, provocando que aumentara la fuerza de su agarre y me separara del árbol, alzándome como si nada.
—¿C-cómo...?
—Niña ingenua... soy un superhombre, no puedes hacerme nada. —apretó aún más el agarre, comenzando a asfixiarme, mientras rasguñaba sus manos para que me dejara respirar. Su acompañante emitió un ligero gruñido y me bajó y aflojó su agarre, sin soltarme.
Cambió su mano a tomarme de la nuca y me obligó a avanzar sin resistirme bajo una fuerte amenaza que sin duda, creía cierta, pues la fuerza de su agarre aumentaba cada vez que hacía algún movimiento extraño o me frenaba y siempre me hacía daño y comenzaba a faltarme el aire. Por su parte, 2.0 no hacía nada más que caminar a su lado, aunque un extraño sonido provenía de él. Era algo como pegajoso y escurridizo, algo similar al sonido al camina de los tentáculos de Koro-sensei.
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~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-
FanfictionÉl era un diablo sádico y burlón, que disfrutaba con la violencia y con las jugarretas. Ella era una diablesa controladora, misteriosa y con un lado sádico que esconder. Dos perfectos asesinos que aunque no lo creyeran, tienen sentimientos y derecho...