Capítulo 20. M-me gustas

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Narra (t/n):

Felicitamos a Naguisa, de nuevo, Karma estaba cerca, aunque mi mente continuaba en un pequeño shock por lo pasado. Él actuaba como si nada, al fin y al cabo, nadie nos vió pero...

—Por primera vez me preocupaba el desenlace. Estoy aliviado. ¿Cómo sabías que iba a ganar, (t/n)-chan? —preguntó el pulpo.

—Bueno... vi a Lovro enseñárselo y sé bien que Naguisa es bueno. Además, si no me hubiera buscado como acribillarlo a balazos. —respondí inocentemente.

—Pero... con los viales destruidos esto no ha servido de nada... —Naguisa estaba desanimado.

—Am... hay más opciones. —me limité a decir, viendo el líquido en el suelo.

—Lo primero es salir de aquí. He llamado a un helicóptero, vosotros esperad aquí, iré a buscar al experto en venenos. —ordenó Karasuma.

—No tendréis necesidad de antídotos. —comentó el pistolero.

—... la próxima vez, recordarme llevar cadenas eléctricas en vez de cinta adhesiva. —murmuré al verles.

—Condenados mocosos, ¿pensabais que nos íbamos a marchar sin despedirnos? —preguntó con un tono algo amenazante. Apreté en boli en mi bolsillo.

—Ni se os ocurra, acabo de tirar a dos tipos al mar, este está medio muerto, todos son bastante fuertes y además este ya tiene que estar al 80% o así, quizás 90%, así que fuera. —no me importó aclarar el final de esos tipos, siempre podría decir que se cayeron sin más y no estaban medio muertos antes... aunque seguramente ahora serían comida de tiburón.

—Está bien. —aceptó. —Nuestro contrato no incluía vengar a nuestro jefe.

—Normalmente no suelen incluir esa cláusula... —murmuré obvia. ¿Quién pondría en un maldito contrato: "si la palmo, vengadme"? Exacto, nadie.

—Además, no necesitas ningún antídoto. —continuó.

—Lo que yo os contagié fue esto. —explicó, mostrando un bote. —Es una alteración de una bacteria que provoca síntomas de una intoxicación alimentaria. Su efecto durará otras 3h y entonces se volverá inofensiva. Y esto es lo que nuestro jefe quería utilizar. De haberos envenenado con esto vuestra situación sería desesperada. —"¿Todo esto... para nada? ¡Agh, ahora sí mato a este Takaoka"

—Antes de usar ese virus tuvimos una conversación, ñu. Nuestro jefe os concedió solo una hora, ñu. Pensamos que se podía hacer la entrega sin recurrir a un virus mortal, ñu. —añadió el tipo de las manos.

—Eso bastaba para que tuvierais la sensación de que vuestras vidas corrían peligro. —finalizó el de los venenos.

—¿Entonces desobedecisteis las órdenes de vuestro jefe? ¿Se puede hacer eso siendo profesional? —cuestionó Okano.

—¿Eres tonta? Si piensas que los profesionales hacemos lo que sea por dinero éstas muy equivocada.

—Hey, hay formas más suaves de decírselo. Es sensible la pobre. —le recriminé. —Pero es cierto, hay que ser muy insensible como para envenenar de muerte a unos críos por dinero. ¿Para qué si quizás con algo más suave tenéis el mismo resultado? No solo seguís siendo humanos, sino que sois bastante astutos. —debía admitir eso, son asesinos, pero monstruos... seguro que las familias de pasadas víctimas no dirían eso.

—Hacemos todo lo posible para cumplir con nuestros clientes, pero él nunca tuvo la intención de entregaros el antídoto. Sopesamos si era peor para el futuro destruir nuestra reputación o matar a un puñado de estudiantes decentes.

~Dos diablos~(Karmaxlectora) -Terminada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora