2

305 30 0
                                    

Al día siguiente se supone que vería a Jongdae, tremendo hombre.

Y a último momento le dije que no porque quería arreglarme más, necesitaba que viera mi faceta más linda, me había arreglado pero algo faltaba, aún así, ese día muchas chicas elogiaron mis encantos.

Baek estaba como siempre, no era mi tipo de hombre pero tampoco estaba mal, era algo intermedio según mi escala.

En el receso, caminé con Amber por los dos patios como ya era costumbre, desde que Byun y yo dejamos de hablarnos comencé a salir con ella a los recreos, era una de las pocas personas que no me aburría.

Tanta era nuestra amistad que muchas personas juraban que éramos novios, una vez incluso, unas estudiantes quisieron hacernos una entrevista sobre si éramos pareja.

Rumores y rumores, nada real.

En toda la mañana Baek no me miró ni una sola vez, se me hacía bastante raro, esta vez si me veía mejor que de costumbre; talvez sería porque él y Yuhkei fueron a perseguir y a tratar de hablar las chicas que les gustaban. Simplemente nunca comprendí que tenían esas niñas.

Llegando la salida caminé con algunos amigos más (y Amber por supuesto) por los pasillos y las escaleras hasta que salimos de la escuela, eran fechas nubladas y con lluvias, no era de extrañarse que empezara a granizar en cualquier momento.

La parada de buses era al frente, y tanto Yuhkei como Baek tomaron uno entre risas por parte de Yuhkei y miradas acompañadas de sonrisas de aprobación por parte de Baek.

Se fueron sin regresar la vista a pesar de las risas escándalosas y las palabras dichas en casi gritos por mis amigos.

Poco a poco nosotros también nos fuimos marchando y yo lo hice algo rápido, después de unos minutos de que el bus de Baek se hubiera ido, ya que la ruta a mi casa y la primera parte de la ruta del bus eran las mismas.

...

En la mesa esta vez comenzamos una pequeña charla convencional sobre como había sido el trabajo de mi madre el día de hoy, bastantes quejas sobre este, pero pocas soluciones.

No tenía deberes, sin embargo gran parte de la tarde estuve ocupado en labores de la casa, haciendo dibujos simples con materiales simples y hablando con Jongdae, me sorprendía su manera de ver la vida, la madurez que tenía era algo tan interesante como enigmático para un chico de sexto de secundaria como yo. Pero como era de esperarse, él era mayor a mí, tenía 24 años, y muchas veces he considerado que es bastante enfermo que sea mi crush en secreto.

Jongdae era la clase de chico que conoces por primera vez y subestimas, pero que después de un tiempo sabes que nunca lo podrás olvidar.

Algo que me llamaba la atención era que él siempre era muy directo y sincero, pero sabía encontrar un equilibrio en sus expresiones y palabras, nunca lo había visto comportándose grosero.

Le gustaba bromear, pero se ponía serio algunas veces, y en esas ocasiones, su tono de voz se dirigía a mí de una manera tan sensual que hacía que me estremeciera de pies a cabeza.

Expresaba bien lo que sentía a mi parecer, pero a la vez omitía algunos detalles que hacían que te quedarás con la duda y que quisieras saber más de lo que hablaba.

Podría nombrar muchas cosas más de Jongdae, pero serían bastantes y de seguro ocuparía horas leer todo.

Sí, talvez no era la persona más especial en el mundo, talvez yo solo imaginaba ver cosas en él que los demás no, pero para mí si era la persona más especial del mundo y eso es lo que me interesa a fin de cuentas, es difícil que me interese tanto en alguien y no me aburra en tantos meses que llevaba hablando con él.

Casi a la madrugada, me despedí de Jongdae para dormir por lo menos unas horas, a pesar de que había valido la pena mensajear con él por horas, tenía que ir a la escuela mañana, y sabía que algo saldría mal, creo que desde el inicio estaba predispuesto así.

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora