Salí junto a Amber como siempre, hablándole de lo que ayer pasó con Jongdae, de que el dibujo salió bonito debido a que él me ayudó, de que los ojos de la chica eran rojos porque el color favorito de Jongdae es el rojo...
-¡¿Y puedes creer que no quiso venir a mi casa?! ¡¿Por qué?!
-Porque solo quería que le compraras un helado.
-Claro que no, él me ama aunque no lo sepa, él sabe que nos vamos a casar y vamos a tener tres perros y un gato que se llam...- giré a ver a mi derecha, desde donde habían tocado mi hombro.
-¿Confirmado que mañana salimos?- me preguntó Baek tranquilo, y lamentablemente con Yukhei a su lado.
-Sí.- asentí dándole una ligera y despreocupada sonrisa que supuso un "nos vemos mañana entonces".
Él me respondió de forma similar y se fue a tomar su autobus mientras yo retomaba la conversación con Amber, como si nada hubiera pasado.
Al poco rato, cuando llegamos a la esquina, nos despedimos y lo último que me dijo fue: "diviértete junto a Baekhyun". Después me miró con una expresión pícara y se escapó corriendo.
Esa chica si que quiere vernos a Baek y a mí juntos.
●●●
Era sábado a las ocho de la mañana, parecía que iba a ser un día tranquilo, no como los anteriores. El cielo se había apaciguado con las lluvias de ayer y el jueves.
Estaba casi listo, nada más faltaba delinearme un poco los ojos, esta vez no tenía intenciones de excederme con el maquillaje.
Cuando terminé me despedí de Sohee y mamá, ella me dio un poco de dinero para el pasaje.
La casa de Baek quedaba a veinte minutos en bus de la mia, y cuando estuve en su puerta toqué el timbre y rápidamente alguien me abrió la puerta.
-Buenos días, señora Byun.- le saludé cordialmente acompañado de una reverencia.
-Buenos días Minseok, pasa, pasa.- la madre de Baekhyun se hizo a un lado dándome paso para entrar.
-Gracias, ¿Ya está listo Baekhyun?
-Le falta poquito. ¿Quieres algo de tomar?
-No, gracias.- negué mirando ligeramente. La casa no había cambiado nada. Aquella mesa en donde cierta vez subí a Baek para besarlo seguía en el mismo lugar.
-Le voy a decir que se apure.- me dijo su madre con una actitud amigable.
-No se preocupe, yo espero.
La señora se fue y me quedé recordando ese beso, fue uno de los mejores que tuve con Baekhyun, esa vez debíamos estudiar y al final los cuadernos terminaron cayendo de la mesa por como se movía esta, pero no se confundan, no tuvimos sexo, ¿habría sido oportuno? Hasta ahora no lo sé.
Pasaron diez minutos y Baekhyun bajó acompañado de su madre, ella le daba algunas recomendaciones y un poco de dinero.
-Bueno chicos, ¿van a volver a eso de las tres?
-Sí.- respondimos al unísono.
-Entonces van a almorzar por allá, ¿no?
Carajo, no había pensado en eso...No tengo dinero. Miré a Baek esperando a que él dijera algo, pero él hizo lo mismo.
-No pensamos en eso...- respondió.
-Entonces les daré un poco de dinero para que se compren algo.- respondió la señora alejándose de nosotros. Fue hacia la mesa, donde había una billetera de la cual sacó unos billetes.- Aquí tienen, yo creo que les va a alcanzar.
No me mostré sorprendido, pero nos dió mucho, ¿Enserio ellos gastan tanto cuando salen a comer?, pensé.
-Muchas gracias, señora.- le sonreí con sutileza.- Bueno, creo que ya nos vamos...- miré a Baekhyun y él asintió enérgicamente.
-Sí, sí, váyanse, que se diviertan.- sonrió feliz.
-Hasta luego, más tarde le traigo a Baekhyun.- le dije y él se despidió con un abrazo de su madre.
-Hasta luego.- me respondió.
Nos alejamos de su madre en silencio, sin hacer contacto físico, sin hablar, casi ignorándonos hasta llegar a la parada de bus que no quedaba tan lejos de su casa.
No tardó mucho en aparacer uno que nos llevaría hasta otra parada, donde deberíamos tomar otro, entramos, saludamos y nos sentamos juntos, él al lado de la ventana.
-¿Qué quieres que hagamos al llegar?- le dije tratando de romper el silencio.
-No voy desde que tengo diez años, no sé como son las cosas ahora.- me sonrió ligeramente.
-Bueno, no hay muchas cosas nuevas, talvez los patitos.
-¿Siguen habiendo peces?- volteó a verme.
-Sí, pero son pocos, los alimentamos si quieres.
Asintió sonriendo y le devolví la sonrisa. El silencio volvió, pero no era incómodo, nuestras miradas estaban conectadas, no había necesidad de explicarnos lo que sentíamos, porque nuestros pensamientos no estaban presentes.
Ese brillo en los ojos de Baekhyun, esa hermosa sonrisa, esa forma de mirarme, su respiración chocando con la mía y otras cosas hicieron que quisiera fundir nuestros labios en ese momento, quería sentirlos otra vez.
La ilusión se esfumó cuando noté que varios hombres mayores con trajes formales y maletines estaban en el bus. Yendo de seguro a sus respectivas empresas para mantener a sus esposas que estaban limpiando la casa y cocinando, a la par que se quedaban a cuidar a sus niños. Y dentro de las mentes de esos hombres, nuestro beso sería una total blasfemia y ofensa, digna de reprenderse con insultos, y si era necesarios golpes. Aún más porque Baek y yo somos hombres.
Miré hacia otro lado desistiendo de mis deseos.
Era el momento, pero la gente no iba a tomarlo con calma, y probablemente la anciana que acababa de subir nos daría un bastonazo porque su Dios solo creo a los heterosexuales.
-Entonces.- Aclaré mi garganta.- ¿Quieres que nos subamos a los botes que hay allá?
-Bueno.- dijo mirando hacia la ventana y tomando aire.
Podría jurar que Baekhyun igual había sentido esas ganas, y había notado la situación también, viéndose obligado a volver a la realidad, una realidad hostil e inevitable por el momento.
Dispuestos a no caer otra vez en esos deseos nos centramos en nuestros propios pensamientos.
Y por la situación me puse a recordar esos días tranquilos, donde no sabía que tendría que ocultarme cuando estuviera con un hombre, esos días con Mina.
Disculpen que lo haya borrado, lo que pasa es que el capítulo 11 salía antes que el capítulo 10 por mas de que lo haya borrado dos veces antes de publicarlo y por mas de que hubiera tratado de ordenarlos, así que no tuve otra alternativa que borrarlos.
En compensación les traeré un nuevo capítulo hoy :3.
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Otra vez
FanfictionSi no me gusta, ¿Por qué lo deseo? Si me hace mal, ¿Por qué lo anhelo? Si me meteré en problemas, ¿Por qué no me abstengo? Si eres mi peor opción, ¿Por qué no me alejo?