Viernes, el último día de la semana y el último día de clases antes de las pequeñas vacaciones después de un semestre agotador.
Ya había repuesto mis energías y solo quería calmar aquella duda sobre el comportamiento de Amber. Era de esas preocupaciones no tan graves pero que sentía que tenía que atender. Por eso llegué al salón temprano y mientras hablaba con Minki esperé verla pasar por la puerta.
La vi a pocos segundos de que el timbre sonara y ella fue a sentarse a su lugar, ignorando todo.
-Amber -la saludé sonriendo, pensando que talvez estuviese desconcentrada o enferma.
-Ah, hola Minseok -contestó viéndome con cansacio.
-¿Estás bien? Ayer parecías...enferma.
-Estoy bien, talvez solo estoy estresada por las notas, nada del otro mundo -sonrió desgastada.
-Sí, entiendo, ¿crees que te fue mal en alguna? -pregunté para alargar la conversación.
-Matemáticas talvez, ni siquiera presenté los cuadernos y ya ves que no le caigo bien a la profe -dijo frunciendo el ceño, una expresión que ella no hacía comúnmente.
-Talvez podría darte plazo -le dije en mi afán de animarla y ella bostezó; se recostó completamente sobre su pupitre y desvió la vista- Amber, ¿estás eno...
-Min -dijo una voz atrás de mí y una sonrisa se dibujó en mi cara al escucharlo- ¿cómo te fue?¿aprobaste?
-Yo creo que sí, pero no es bueno estar tan confiado, habían muchas más personas.
-Pero tú eres el mejor en eso, lo puedo jurar -puso su barbilla sobre mi cabeza y sus manos fueron a mis hombros, apoyándose en ellos como era usual en público.
-Awww, que lindo eres -dije enternecido- ¿tú que hiciste?
-Nada, solo ir a mi entrenamiento.
-¿Me enseñarás?
-Todo lo que tú quieras, y gratis.
Cuando el timbre indicó que los profesores ya llegarían, me percaté de la cara extraña que había puesto Amber: era una mezcla de rabia con tristeza, que asustaba siendo sinceros, ¿pero por qué?
-¿Pasa algo?
-Nada, tranquilízate -negó con su cabeza, con la misma expresión neutra que me había mostrado hace tiempo Baekhyun, quien acababa de irse a su lugar.
-Bien -le contesté sin estar muy convencido, pero el ruido de los zapatos del profesor empezaba a callar mis preguntas, solo tocaba esperar hasta el receso.
Las clases pasaron lentas, más cuando en ningún momento ella dejó de ignorarme, o mejor dicho, de hacer como que nada existiera, que es distinto porque si me estuviese ignorando al menos hubiera sabido de mi presencia, pero parecía como que no lo recordara.
-Amber, ven -le pedí apenas mis compañeros empezaron a salir del aula.
-¿Pasa algo? -preguntó cordial dando media vuelta en dirección a mí.
-Eso te iba a preguntar, tenía que contarte sobre Jongdae ayer y estabas -por un momento no supe si decirlo, pero la palabra salió sin tapujos- rara.
Ella sonrió, de esa manera irónica que se amoldaba de forma extraña a su cara feliz- rara -repitió mirando hacia su derecha por varios segundos mientras tamborileaba sus dedos en un pupitre que le servía de apoyo- Min, no estoy rara. Estoy cansada. Cansada de tus problemas, de que siempre me busques para resolverlos cuando ya te he repetido la solución hasta cansarme. Ya no quiero saber de Jongdae ni de Baekhyun, ya no soporto más escuchar como te haces daño y no te importa, no puedo hacerlo más, ¿entiendes?
Mis ojos se abrieron mucho al escuchar ese tono tan peculiar y mi mente trataba de canalizar lo escuchado.
Ella se estaba hartando, ¿de qué?¿había estado confiando en alguien a quien no le importaba?
-Tú eres mi mejor amiga, Amber. No digas eso -dije sonriendo, pensando que así la atmósfera cambiaría.
-Tú también lo eres. Pero no puedo ver esto, no te quiero dejar, pero tampoco puedo seguir así. Lo siento -agachó su cabeza.
-¿Te estás despidiendo? No, ya no te hablaré de Jongdae ni de Baekhyun nunca, por favor, te necesito conmigo.
-No es eso -dijo cabizbaja- no quiero que no me hables de ellos por miedo a que me vaya, quiero que no me hables de ellos porque ya los superaste, porque ya no puedes seguir perdonándolos -su tono de voz se impacientaba con cada palabra.
-Es que no puedo. Los quiero -dije tratando de explicarme- Baek va a cambiar, está cambiando y Jongdae se disculpó por haberme dejado solo. Creo en ellos -la miré avergonzado pero seguro de lo que acababa de decir y el fuerte ruido de un golpe a la madera me hizo dar un pequeño salto.
-¡Mierda, aprende a estar solo, o a quererte! A esto me refería, siempre dices algo parecido y todo termina mal.
-Yo sé estar solo -respondí con firmeza aunque mi voz estuviera temblando por el nudo ya formado en mi garganta- y si así lo quieres está bien. Vete, no voy a terminar con mi novio por tus berrinches y lo de Jongdae te lo conté porque necesitaba desahogarme, pero ya veo que no debí hacerlo contigo.
-¿Ahora tú te vas a enojar? -alzó las cejas ofendida- no me jodas, no es posible. Esto es imposible.
-¿Qué? ¿Tu plan era que te rogara?
-No, ¿cómo crees que yo quedría algo así? Solo quería ayudarte. Quería que te des cuenta de lo idiota que estás siendo al perdonarlos una y otra vez, quería hablarte -contestó molesta y visiblemente ofendida.
-Es MI vida, y yo voy a hacer lo que quiera cuanto quiera. Y tú no tienes porque impedirlo.
-¡Nunca quise impedirlo!, y nunca me hiciste caso o algo parecido, siempre fuiste un necio. Y cuando alguien te quiere ayudar no aceptas la puta ayuda. Y sí, ahora estoy cansada y no voy a tratar más, pero quería decirte porque, ese va a ser mi último intento -suspiró- ojalá te des cuenta, solo es tu decisión.
-Sí, me doy cuenta que solo te importan los problemas cuando son sobre ti. Pero mira, ni te necesito y tengo a personas mucho mejores. Así que ya no queda más que decir.
-Ah, jódete, Minseok -rodó los ojos y salió del aula dando pasos largos hasta abrir la puerta y azotarla.
Esperé un momento para estar seguro de que no me encontraría con ella en el camino y fui a buscar a Byul, para contarle lo que acababa de pasar.
Ya hice varios borradores, ojalá eso me facilite el proceso de organizar ideas y medir tiempos. Trataré de ser más constante jiji.
Recién me di cuenta que ya son 40 capítulos y hay chicas que han leído todos ellos, así que gracias :3
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Otra vez
FanfictionSi no me gusta, ¿Por qué lo deseo? Si me hace mal, ¿Por qué lo anhelo? Si me meteré en problemas, ¿Por qué no me abstengo? Si eres mi peor opción, ¿Por qué no me alejo?