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-¿Y qué hay del resto?¿Lo que tú crees que hice, justifica todo?

-¿Qué resto?

Suspiré resignado y negué con la cabeza- olvídalo.

-Ves, ese es el problema. Me dices que lo olvide cuando tú no puedes olvidarlo, y me contradices cuando yo quiero que lo olvides.

-¡Es que lo arruinaste! Y cada vez que quise arreglarlo encontraste una nueva forma de decepcionarme. Puse un punto aparte y no lo entiendes.

-¿Solo yo?

-Sí, te dejé y lo que quieras. ¿Pero qué más hice?, ¿te restregué a Jongdae en la cara?, ¿te ignoré?, ¿me hice novio de él?, ¿te mentí?, ¿acaso te usé?

Sentí una gran necesidad de hablarle sobre todo, desde como me había lastimado hasta lo mucho que lo seguía extrañando pero me detuvo el miedo a verme débil.

-¿Querías que te llorara mientras tú me hacías a un lado por él?

-Quería que no fueras un imbécil. Quería que reaccionaras, quería que fuera como antes, que...

-¿Y en qué parte entra lo que yo quería?

-Todo siempre fue como fue porque tú lo querías. Todo, absolutamente todo después de Jongdae ha sido lo que tú querías. Y ya me cansé -me levanté de mi pupitre y con pasos largos fui hasta la puerta del salón. Le pagaría todo el dinero prestado o incluso más, pero no aguantaba estar un segundo más discutiendo con él, recibiendo reproches que no quería pensar si eran justos o no.

Él se levantó del pupitre también y me detuvo cuando estuvimos a unos pasos de la puerta- no hemos terminado de hablar.

-Nunca debimos hablar, así que ya déjame -levanté un poco la voz, estando decidido a empujarlo si no me soltaba.

-Me prometiste algo y esta vez vas a cumplirlo.

-Baekhyun, suéltame.

-¿O qué?

-O te parto la boca.

-¿Ah si? Quiero ver que lo hagas.

Estaba muy molesto y no quería confundirme más, porque eso era lo que lograba Baekhyun, me revolvía la mente y siempre encontraba una forma de sorprenderme, de mostrarme otra cosa que al final terminaba siendo inútil. Él nunca cambiaba

Pero también miraba sus ojos y desgraciadamente sentía amor. En alguna parte guardaban el rastro de quien había sido mi mejor amigo por años, y por algún lado me mostraban las debilidades que seguía teniendo.

¿Cómo puedo hacerte daño a ti?

Sus ojos estaban fijos sobre los míos y aunque se hubiera visto muy confiado en que yo no lo haría, supe que empezó a dudar. Estaba alerta por si decidía cumplir con mi amenaza.

Dejé de ejercer presión en el brazo que él sostenía y su mirada no cambió, quizá hasta dudó más.

Me acerqué un paso a él, haciéndolo retroceder y aumentar su fuerza en mi antebrazo aunque yo me dejara llevar por él.

Si tan solo por un segundo no fueras tú.

Sonreí al verlo listo para atacar, imaginándome qué haría si pudiera leer mis pensamientos y ver que sin importar lo enojado que estuviera con él jamás me atrevería a ponerle un dedo encima.

En cambio lo que hice, fue acercarme con suavidad y colocar mis labios encima los de él.

No había sido el clásico beso de discusión donde la pareja se pelea y de repente se dan cuenta que no vale la pena perder al otro por una estupidez y se empotran contra la pared como salvajes. Había sido más de esos besos suaves y lentos que solo sabía dar con él.

Pronto se deshizo de su posición de defensa y me abrazó con cuidado, sin dudar un segundo en continuar.

Recordé los besos de la laguna, aquellos que nos dimos en los botes, y a pesar de que varios habían sido suaves también, ninguno se parecía en lo más mínimo.

Poco a poco nuestros roces se hicieron más delicados, y lo tomé con más cuidado que nunca.

Dejé de besarlo y me detuve a mirarlo unos segundos desde la cercanía de nuestros rostros, acaricié sus mejillas como si tratara de no tocarlas y mis ojos recorrieron su rostro una y otra vez sin cansarse de ver los mismos detalles.

Besé la punta de su nariz y después sus labios sin entender bien que hacía. Se suponía que debía haberme ido de ese lugar, que estaba molesto con Baekhyun, pero extrañamente no lo había hecho.

Él se detuvo varios segundos después y se quedó cerca a mis labios, de manera que cuando habló sentía las articulaciones con las que cada palabra salía de su boca.

-Me sigues queriendo -susurró dejándome completamente callado. No supe reconocer porque había dicho eso, si acaso quería demostrar su superioridad, si estaba feliz de saberlo o si lo había dicho sin pensar.

Pero fuera como fuera, tenía razón

El resto del receso estuvimos sentados en el suelo abrazados y sin decir palabra alguna, estábamos con los ojos cerrados y a veces se nos daba por sonreír.

Quisiera decir que esa había sido otra de nuestras tantas reconciliaciones esporádicas y que al poco tiempo terminaríamos peleados otra vez. Pero no quería decirlo, le estaba dando otra oportunidad, y no quería pensar que había sido en vano como las anteriores.

Talvez no lo soportaría.

-Y tú también.

Un poco más corto, porque no me gusta alargar los capítulos porque sí

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Un poco más corto, porque no me gusta alargar los capítulos porque sí.

Por cierto, hago spam para que lean un one shot que hice (los ojos de Yoongi)
Léanlo por fa😔💅

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora