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Habían pasado dos semanas desde que Baekhyun y yo nos habíamos reconciliado en el salón y desde ese día habíamos sido inseparables. Además, Byul y yo éramos amigos otra vez. Por lo que, no dijo nada sobre "haber terminado", aunque de todas formas, los rumores ya empezaban a escucharse.

Parecía que nuevamente algunos estaban con la mirada fija entre Baek y yo. Él no estaba nunca con Sana, y en cambio, siempre estaba conmigo. Al parecer, eso había disgustado un poco a Sana, pero ya que Baekhyun no había terminado con ella, no se lo tomó muy enserio.

Ahora, estábamos en la casa de Baekhyun, viendo una película esta vez en su habitación.

-Baek -dije sentado sobre sus muslos.

-¿Si?

-¿Vas a terminar con Sana?

-Sí, por supuesto.

-¿Cuándo?

-No lo sé, no quiero que se lo tome a mal así que estoy tratando de que ella lo haga primero.

-No deberías estar engañándola...

-Tú me estás ayudando, ¿no?

Me quedé callado y asentí. Hubiera querido sentir culpa y saber que lo que me habían enseñado había servido de algo, pero realmente no podía, la idea de que lo correcto era que él estuviera conmigo me impedía sentir con objetividad.

-¿Y Jongdae?

-Lo de siempre, solo somos amigos -respondí recordando la última vez que habíamos estado juntos. Aún no sabía como podría reaccionar si lo viera, no sabía si le reprocharía, si le daría la razón, si trataría de seducirlo otra vez o si actuaría como si nada, pero no valía la pena considerarlo, al menos no todavía, ya que no había dado señales de vida desde aquella vez.

Suspiré al pensar en eso y Baekhyun me abrazó. No me sentía solo o desamparado, sin embargo, me preguntaba que estaría haciendo Jong, si acaso me extrañaba, si pensaba en mí o en si yo pensaba en él, en si yo había llegado a salvo a casa o si estaba dispuesto a dar el primer paso para no perderme.

Y me puse a pensar una y otra vez en él, en lo que significaba para mí y en lo que podía significar para él.

¿Donde estás, Jong?

Cuando acabó la película fue tiempo para reincorporarme y Baekhyun se ofreció para traer alguna bebida del minibar de su sala, como iba a quedarme a dormir no habría mucho problema mientras no nos descubrieran.

Aproveché para escoger otra película y revisar mi celular, por inercia revisé el chat de Jongdae y como siempre, nada.

Si estaba consciente de lo molesto que era no estar conforme con ninguno, y quería pasarla bien con Baekhyun y pensar solo en él, pero escuchar el nombre de Jongdae me llevaba inmediatamente a los recuerdos de aquella noche, y ya no la recordaba con enojo, aunque seguía sin gustarme su actitud.

-Listo, si alguien viene, lo escondemos abajo de la cama.

-Va -contesté mecánicamente.

-¿Pasa algo?

-No, nada, solo estoy distraído.

-¿Y por qué? -preguntó sentándose a mi lado y sirviendo la botella de vidrio.

-Por nada especial.

-¿Ah sí? -rió pasándome mi vaso- creo que sé porque es.

-A ver dime -le sonreí sabiendo que no atinaría.

-Por esto -me dijo sacando uno de los preservativos de mi bolsillo.

-¡No seas cochino! -lo empujé avergonzado y él se rió.

-Si quieres empezamos ya.

-Ay, si que eres un calenturiento -dije dejando mi vaso sobre su velador y pudiendo así subir sobre él.

-Si quieres, si quieres -canturreó teniéndome encima de él.

-Yo sé esperarme -le dije jugando y entre risas lo besé.

-Vamos a ver si sigues diciendo lo mismo al rato -dijo besándome entre palabras.

-Quizá tengas razón, pero como no hacerlo si hasta champaña trajiste, ulalá, Baek.

-Se dice "de nada" -contestó sonriendo y dejando otro beso- fue lo primero que vi y me arriesgué a que me encontraran.

Me detuve un momento- ¿tu mamá está en la casa?

-Ay no, la señora que limpia. No te asustes.

Volví a respirar y Baekhyun se burló de mí- oye, obvio que no iba a invitarte a dormir si mi mamá estaba, ¿qué tal si nos escuchaba? Te hubiera matado.

-¿No me vas a dejar morir?

-Nop -negó moviendo su cabeza tiernamente.

-¿Nunca?

-Nunca.

Sonreí enternecido y besé su mentón hasta ir bajando a su cuello, él se dejó y estuvo riendo mientras yo lo hice.

Nos separamos después de que desvistiera parcialmente su torso y ambos tomamos nuestros vasos.

-¿Un brindis?

-Claro -levantó su vaso después de comer una fritura.

-Brindis por ti, por lo hermoso que eres Byun Baekhyun...

Dio un pequeño grito tapándose la boca e interrumpiéndome- estás brindando por mí como en las películas. Me muero.

Sonreí y para callarlo dejé un beso en su hombro.

-Brindis por la bendita tierra donde estuvo la semilla del árbol del que sacaron la madera para la cama donde tus padres te hicieron, bombón.

Me sonrió ruborizándose todavía más y antes de chocar su vaso con el mío también habló- brindis para que siempre estés aquí...conmigo -dijo tímido y verlo actuar de forma tan indefensa me orilló a robarle un beso corto en ese mismo momento.

-Te prometo que nunca te dejaré.

-Siempre dices eso -dijo despacio.

-Y siempre lo cumplo -mirándolo a los ojos mi mano se movió ligeramente, provocando que el característico sonido del vidrio juntándose con otro resonara en la habitación.

Tomamos la champaña y después fui a cerrar con llave la puerta. Al darme la vuelta, él ya me esperaba solo con su pantalón puesto.

Me acerqué y antes de recostarme con él me quité las pocas prendas que tenía.

Usando un control que guardaba en un cajón de su velador, cambió la iluminación de su cuarto por una neón.

Las luces creaban una ilusión de privacidad que me gustaba, caían sobre el bonito cuerpo de Baekhyun de forma tal que parecía magia, y hechizado por él, tomé los preservativos y los puse a un lado de la almohada, listos para usarse pronto.

Nos besamos y él tenía un ritmo suave y relajado, distinto al que estaba acostumbrado últimamente, pero eso no disminuía ni un mínimo el atractivo que mi chico
tenía, claro que no.

Y es que, la noche apenas empezaba de verdad y ya sentía pesadumbre de que acabara.

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora