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En la mañana todos los que participábamos en las olimpiadas habíamos ido hasta otro colegio para tomar los exámenes que nos correspondían.

Toda la mañana había estado ajetreada porque la gente se movía con prisa y nerviosismo, además, el sol estaba quemando como nunca.

Y después de tensión en un clima sofocante por toda una mañana los maestros se habían apiadado de nosotros y nos habían dejado el día libre.

Varios fueron con amigos a comer algo o caminar por ahí, pero yo fui a mi casa descartando la posibilidad de esperar a Baek para contarle todo, la noche anterior no había dormido por estudiar y necesitaba una siesta.

Al llegar, no había nadie por la hora y tras quitarme el uniforme me recosté en la cama y dormí.

Pasó algún tiempo y el ruido del timbre de mi casa me despertó, de seguro mi madre había olvidado las llaves del portón metálico.

De mala gana me puse lo primero que agarré, fui hasta la puerta, la abrí
y bajé las escaleras hasta estar frente a la puerta negra que abrí desde adentro.

-Mam... -empecé a decir y me detuve de inmediato al ver que no se trataba de mi madre.

Mis ojos se abrieron mucho, lo vieron desde su cabeza hasta sus pies y la sorpresa no me permitió moverme de otra manera- Jong...

-Hola, yo solo vine a traerte esta bufanda

No pude responder, y sin abrir la puerta por completo tomé la bufanda con una mano.

-¿Diste el examen?

-¿Cómo lo sabes? -pregunté ya listo para ponerme a la defensiva.

-No dejabas de hablar de eso -sonrió y al no ser correspondido dejó de hacerlo- ¿te fue bien?

-Supongo, ¿por qué estás aquí? -no tenía ánimos de darle largas, él no me había buscado antes y acababa de interrumpir mi siesta.

-Quería ver como estabas.

-¿Por?

-Bueno, no hemos hablado desde que te fuiste de mi casa a...

-Después de que me echaste de tu casa -corregí.

-No fue así.

-Mira, no vamos a discutir eso. Quiero dormir así que adiós supongo.

-¿Estás enojado?

-¿Tú que crees?

-Creo que te debo una disculpa.

-¿Y vas a darla?

-Sí, pero también quisiera darte una explicación.

-¿Va a ser larga?

-Creo que sí.

Suspiré viéndolo cansado, no sabía si mi mal humor se explicaba por lo sucedido o porque había interrumpido mi descanso, pero ahí estaba.

Mordí mi lado mirando hacia otro lado, preguntándome si era bueno hacerlo pasar, no quería estar parado mientras me hablaba, además de que sería incómodo si alguien llegara.

-Pasa -me di la vuelta y subí las escaleras- cierra la puerta antes de subir -inmediatamente después escuché como la cerradura sonaba y seguí subiendo callado, con los pasos de él atrás mío.

Al llegar a la puerta, la abrí con mi llave y pase primero.

-¿Hay alguien más?

-No -contesté tomando la jarra de agua para servirle un vaso. Desde niño había aprendido a darles algo a los "invitados" y estar enojado con Jongdae no iba a quitarme los modales- toma.

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora