Otra vez

32

Después del primer medio vaso me había acercado más a él. Por el efecto placebo más que por el alcohol en sí.

Pero eso había bastado para abrazarlo y que él hiciera lo mismo después de que le dijera que tenía algo de frío.

Tenía sed a causa de la comida, y otra vez lo había convencido de servirme un vaso, en vista de mi "resistencia".

Y aprovechó para servirse a si mismo también.

Muy rápido el medio vaso inicial se había convertido en el tercer vaso entero que tomaba, mientras que él llevaba cinco.

-Eres una pésima influencia -bromeó.

-Pero si aquí yo soy el chiquito -le sonreí.

-Eso no quita que seas peligroso.

Mordí mi labio sonriendo y me recosté completamente en él.

-Qué cosas dices -murmuré sintiendo su calor acurrucarme entre sus brazos y el calor del último vaso de vino todavía en mi boca.

Mi resistencia no había sido inmune a tres vasos como suponía. Aunque todavía estaba consciente, y eso era bueno porque podía hacer mi mejor intento de actuar con normalidad para que no dejara de darme vino.

-Mira, ya no hay mucho -dijo levantando la botella- ¿mitad para ti, mitad para mí?

-Es justo -contesté extendiendo mi vaso para que me sirviera.

-Solo recuerda, nada de contarle esto a tu madre.

-Sabes, no fue muy listo de tu parte comprar vino conmigo si no querías invitarme.

-Mañana quería usarlo para una cena -se quejó con mejor humor- pero ya fue.

Asentí y me tomé el vaso rápido, después del cuarto medio vaso había dejado de degustarlo.

-Jong.

-¿Mmh?

-¿Te he dicho que eres un hombre muy guapo? -pregunté jugando.

-Ash -me dió un empujón y yo reí.

-Entonces no...que lástima, porque si eres muy guapo.

-No digas esas cosas -habló en una risita avergonzada.

-¿Por qué? ¿Te ponen nervioso?

-Pues sí.

-¿Por qué?

-Porque sí, deja de preguntar tanto y mejor silencio -dijo mirando con total atención el televisor.

-Ya nos perdimos mucho, no le vamos a entender.

-Shh.

Reí y me incorporé sentándome a su lado sin apoyar mi espalda en el respaldar del sillón. Lo miraba con una sonrisa de labios y conforme colocaba mi brazo derecho detrás de sus hombros, su brazo había terminado tocando mi cintura.

Menos cohibido que al inicio de la noche, hice que me mirara moviendo su cabeza con cuidado con mi mano izquierda.

Quedamos de frente mirándonos unos momentos.

Y contrario a lo que yo pensaba que reaccionaría en una situación así con él, el alcohol me mantuvo con una expresión pedante y tranquila mientras que él parecía nervioso.

Nos miramos a los ojos y yo me quedé firme sin apartar la mirada, aunque él si lo hizo desviando sus pupilas rápidamente.

Sonreí y me acerqué logrando que nuestros labios se rozaran.

El resto fue justamente lo que esperaba, me besó.

Fue lindo, me sentía emocionado por haber logrado besar a mi hasta entonces amor platónico. Pero a la vez se sentía como que esto ya lo había visto antes, como un deja vú.

En ese momento me di cuenta de que me estaba besando con el hombre que me gustaba, mientras estábamos en su sofá ignorando una película.

No vas a joderme un recuerdo otra vez, Baekhyun.

Pensé besando con más iniciativa a Jongdae. Tratando de alejar el recuerdo de la boca de Baekhyun para que no se mezclara con este.

Le permití ingresar a mi boca y coloqué mis manos en sus hombros para aferrarme a él lo más posible mientras él se iba recargando en mí.

No era nada parecido al chico calmado que yo conocía, era mucho más enérgico y pasional, tanto que apostaba todo a que mi labial ya se había corrido demasiado sobre y al rededor sus labios.

Mordió mi labio y lo estiró mientras yo abrazaba su espalda y abría mis piernas para tener su cadera entre estas.

De repente todo el movimiento que hacía para besarme se empezaron a sentir como simulaciones de embestidas, pero sabía que no eran tal, sino solo mi imaginación tratando de crear más causas de placer.

Él se separaba por cortos lapsos de tiempo y volvía a besarme, realmente no sabía bien que hacer además de mover sus manos por mi cadera y cintura para incitarlo a avanzar si lo quería.

Comenzó a desabrochar mi camisa con la mano que no me estaba manoseando después de haber aventado mi bufanda por algún lado y la dejó a medias, dejando que mis hombros y cuello quedaran desnudos.

Recorrió mi cuello y después llegó hasta mis hombros y los besó con más cuidado.

Comencé a cerrar mis piernas con su cadera entre estas todavía y él pareció querer cambiar de posición levantándome, pero al final no lo hizo.

Hasta mientras yo suspiraba bajo algunas sensaciones y disfrutaba lo efusivo que había resultado ser Jongdae. No sabía que hacer, me sentía completamente desarmado frente a él y solo me dedicaba a sujetar su cabeza cuando besaba en algún lugar que me gustase para que continuara unos segundos más, ocurría especialmente en el pecho.

-Jongdae -suspiré cuando las embestidas no fueron producto de mi imaginación y decidí mover mi cadera también mientras con ambas manos levantaba la cabeza del otro para besarlo en los labios con desespero.

Nos sincronizamos unos segundos en los movimientos de cadera uno contra el otro y el beso se sentía más como un deseo del demonio que como amor. Pero no me importó. Solo éramos él y yo, locos por el otro tras unas cuantas copas.

-Jong -repetí al sentir una casi embestida más fuerte que las anteriores y me separé unos segundos de él para deshebillar su cinturón lo más rápido que mis manos pudieron.

Hecho esto, comencé a bajar sus pantalones, y empecé a crear alguna excusa para mi madre del porqué me había quedado en la casa de mi "amigo".

-No -dijo en seco de repente y sujetó mi mano que ya se había posado en su entrepierna, evitando que la moviera.

-¿Qué? -pregunté algo sobresaltado por la dureza de su voz.

-Carajo -suspiró y se separó de mí poniéndose de pie. Subió sus pantalones y se colocó el cinturón bastante rápido y cerrando los ojos como si hubiera cometido un crimen.

Talvez si acaba de hacerlo...

Pensé en eso mientras tocaba superficialmente mis labios húmedos e hinchados.

X: Secso otra vez?
Yo: Sí uwu.