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Al día siguiente fue lo mismo de siempre, mi hermana iba a su escuela y yo a la mía.

Cuando llegué habían pocos estudiantes en mi salón, Amber estaba como siempre, me dirigí a mi asiento saludando a todos los que pasaran o estuvieran cerca de mí, dejé mi mochila y Amber se acercó para saludarme.

-¡HABLÉ CON JONGDAE HASTA LA MADRUGADA!- grité sin importarme que el resto se enterara, todos sabían que me gustaba y habían pocas personas y ningún maestro que pudiera decirme algo.

-Que pendejo- bromeó -ahora te la vas a pasar con sueño como la anterior.

-Valió la pena- sonreí -sabes, creo que tiene interés en mí, aunque sea un poquito.

Sin mirar mucho hacia la puerta, noté como Baek llegó, esa forma de caminar y esa figura eran cosas que me sabía de memoria y reconocía con facilidad, no saludó a nadie y solo se sentó, hasta mientras Amber siguió hablándome.

-Tiene 24, que miedo.

-¡Cállese! El niño está bien bonito y me encanta- miré de reojo a Baek quien no expresaba nada -siento que esto podría ir por algo formal, normalmente no hago esto, pero por él si tendría algo serio.

Volví a verlo discretamente y al parecer ni había escuchado lo que dije;Baekhyun me recalcó que no era celoso un sin fin de veces, pero casi siempre percibía sus celos, sus celos que eran negados y callados, solo pregunté una vez si se sentía celoso, y lo negó rotundamente, así que no volví a hacerlo.

La mayoría llegó y después la profesora.

Cuando terminó su clase hubo un pequeño tiempo de descanso en lo que el profesor de informática llegaba al aula, y yo quería que se demorara,y si era posible que no viniera. No obstante llegó.

-Buenos días jóvenes y señoritas.

-Buenos días profesor- respondimos todos al unísono.

-Tomen asiento.

-Gracias- respondimos y todos nos sentamos en nuestro pupitres.

-Tomen su carpeta, su estuchera y vamos a la sala.

Saqué de mi mochila todo lo que indicó y salí del curso casi al último.

Durante el corto trayecto hablé con mis amigos, trataba de distraer mi mente, quería calmarme, pero no sabía que iba a pasar.

Al entrar, todos nos sentamos frente a nuestra computadora asignada a inicio de año, el problema era que, para implementar el trabajo en equipo o algo así, nos hacían trabajar en pareja, dos personas por computadora, y yo me sentaba con nada más y nada menos que Byun Baekhyun.

Me senté y Baekhyun aún no llegaba, estaría aún por los pasillos con Yuhkei.

Para cuando sentí que Baek estaba cerca, ya había iniciado algo así como una conversación con Sunyoung para no estar en un momento tan incómodo con Byun, aunque talvez no sería así.

Baekhyun simplemente se sentó a mi lado y colocó su estuchera y su carpeta frente a él sin decir ni una sola palabra, igual que yo.

Ambos hablamos con distintas personas a nuestro alrededor mientras el profesor esperaba a que el resto de los estudiantes llegara.

Cuando todos llegaron, el profesor cerró la puerta y se paró frente al pizarrón, donde como de costrumbre, escribió el título de la nueva lección. Después de eso, comenzó a dictar y el curso se mantuvo en completo silencio a excepción de la voz del profesor.

-Ahora si, prendan las computadoras.

Todos comenzaron a prender el equipo y Baekhyun y yo nos miramos por unos segundos para saber quien prendería la computadora, al final él fue quien se agachó.

Ya prendida la computadora debíamos hacer algunas diapositivas con animación.

Era bastante silencio, y empezaba a ser más incómodo, tendría que hablar él o tendría que hablar yo, pero alguien tenía que hacerlo.

-Jongdae está saliendo con Jimin- murmuré restándole importancia, tan solo lo dije para iniciar una conversación, aunque ojo, si tenía mis sospechas de que ya habían salido una vez mínimo.

-¿Cuál Jimin?- murmuró también.

-Shin Jimin.

-Ella tiene un año más que tú, ¿no?

-Sí, Jongdae es un pedófilo- bromeé.

Baekhyun sonrió -no mames, bien quieres que te coja.

-Ssnooooo- sonreí -bueno, ya, si quiero eso, pero quiero aún más.

-Que perra, que perra mi amiga- su voz era más animada.

-Ya cállate- hice un mohín con mis labios, casi un puchero.

Sonrió y me miró por unos instantes -yo volví a hablar con mi daddy

-Y después quien es la perra- interrumpí.

-El punto es que quiere volver conmigo.

-Dile que sí- respondí inmediatamente y bastante feliz -el morro está bien bueno y tiene un ganso gigante, aprovecha el bug.

-¿Cómo sabes lo de su ganso pinche enfermo?

-No te hagas, me mandaste todas las fotos que te envió.

-Awevo...eso bien te acuerdas,¿no?

-Hay cosas que nunca se olvidan- sonreí y me incliné un poco hacia él.

-Hablando de olvidar, ¿qué cuenta Sehun?

-Quieres morir, ¿verdad?- sin borrar mi sonrisa enredé una de mis manos en su cabello y lo jalé hacia atrás jugando, habría puesto ambas en su nuca, pero la posición no permitía mucho.

-Ah, ¿Sehun está feliz?- me incliné más a él apoyándome en su hombro y haciendo que mi respiración chocara con su cuello.

-¡Te voy a matar pendejo!- reí, la clase ya se había puesto silenciosa hace rato, así que el profesor no me podría haber escuchado, él cerró sus ojos y mantuvo su boca entreabierta.

Lo miré unos segundos con algo parecido a seriedad, él no lo notó, pero sentía algo raro, mis hormonas estaban descontrolándose, sabía que estábamos a media clase, y aunque él accediera, no podíamos hacer nada frente al profesor y el resto de la clase.

En juego suavemente aflojé su corbata, y al hacerlo sentí su suave piel, miré su rostro imaginando muchas cosas, era difícil desistir de hacer alguna de esas cosas que usualmente solíamos hacer.

Quería acercarme a su cuello y dejar por lo menos un beso, no había nadie mirando hacia acá.

Otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora